Columna de opinión
Por RODRIGO SOLARTE – rodrigo_solarte@hotmail.com
Las violencias se convirtieron en estrategia de poder de unos SERES contra otros SERES HUMANOS. Las tácticas difieren de acuerdo a las ´´ justificaciones´´ ideológicas que se impregnaron desde las familias hasta las colectividades.
Los mayores de edad, como quien escribe estas reflexiones desde El Cauca, con las experiencias de vida y profesional del proceso de salud integral, pero más de la enfermedad, somos testimonio viviente de la memoria acumulada desde los contextos y estratos con los cuales hemos convivido.
La larga confrontación armada interna que vivimos, más en los campos que en las ciudades, llevó al uso de las armas para defender la vida y medios materiales alcanzados, por alcanzar o conseguir, llegando a los extremos de las muertes violentas.
Una ´´cultura de la muerte´´ impregnó conciencias e insensibilizó corazones; priorizó economías, simbolizada en el dinero, mercantilizando hasta la vida del concebido como enemigo.
La ´´ cosificación ´´ de la vida, también mercantilizó valores tan humanos como EL AMOR y la SOLIDARIDAD. Sus contrarios, el odio y el egoísmo, fueron marginando del SER HUMANO, la espiritualidad y convivencia, en la cual la ayuda mutua desde la familia hasta las comunidades y sociedad, conformantes del Estado Nación, han ido motivando las resistencias para revertir la inhumanidad en la cual hemos caído como especie en este planeta.
Desde tales resistencias de unos, las mayorías, y otros, empoderados por los valores y principios de vida a defender por todos los medios creados por ellos mismos, incluyendo los violentos, la necesidad del CAMBIO DE VALORES para recuperar lo humano que hemos ido perdiendo, se han ido organizando procesos alternativos a las situaciones prevalentes desde las últimas décadas en Colombia, El Cauca y otros lugares del planeta y países.
La violencia intrafamiliar, feminicidios, masacres, pique de cuerpos y tantas otras barbaridades que los medios publicitan, tienen como común denominador explicativo, la enfermedad mental que este sistema de valores cosificadores del SER ha provocado, con el riesgo de ser trasmitido culturalmente a las siguientes generaciones, de continuarse sin los cambios indispensables.
Las violencias se convirtieron por necesidad para la supervivencia, en objeto de investigación con los sujetos víctimas, victimarios, promotores y financiadores de delincuentes entrenados y pagados para matar.
De las violencias generalizadas, la nueva gobernanza convergente de procesos alternativos de búsqueda a cambiar tan inhumanas situaciones, plantea idealmente la PAZ TOTAL con todas y todos los colombianos, abordando las causas estructurales, continuadores de la NECROPOLITICA utilizada para mantener y financiar poderes, tradicionalmente corruptos.
Las diferentes disciplinas del saber, nacidas en estos tiempos de tantas crisis acumuladas por la humanidad en el planeta tierra, vienen aportando con diversos saberes ancestrales, ciencia y técnica no solo del hemisferio occidental, y nuevos conocimientos aportados por los vuelos espaciales.
Recordemos algunos que influyeron en nosotros como adultos jóvenes universitarios, y agreguen los suyos, estimados lectores, con la debida reflexión sobre sus contenidos y mensajes para estos tiempos de CAMBIO o búsqueda de humanas alternativas.
Desarrollo a escala humana del Nobel de economía alternativa, el chileno alemán Manfred Maxneef.
Aportes diversos de la Doctrina social de la Iglesia católica y Movimiento latinoamericano de la izquierda cristiana, con el sacerdote Camilo Torres Restrepo como uno de los pioneros.
Aportes del Médico salubrista Héctor Abad Gómez al estudio epidemiológico de las violencias, la Tolerancia, la Poliatría y los Derechos humanos.
La vía chilena pacífica al socialismo con la Unidad popular liderada por el Médico salubrista y político Salvador Allende en Chile.
Muchos más, tanto colombianos como de otros países latinoamericanos y continentes.
De la revolución armada pregonada, pese a esa tradición cultural creada, estamos en transición hacia la revolución pacífica, para poder progresar civilizadamente como país.