EDWIN DARÍO LIS HERRERA
Manos criminales se ven por doquier y referenciemos las que provocaron el incendio del páramo de la Cocha – Patascoy, ubicado en el departamento de Nariño, el cual arraso con más de 80 hectáreas, de las 300 que tiene el mismo. Este hecho reprochable arrasó con especies de interés para la humanidad como: el frailejón, el mortiño, esponjas retenedoras de agua, vitales para la vida y ubicada en el mismísimo macizo colombiano.
Así que Patascoy, vayamos teniéndolo presente porque justo por esos días, 27 de noviembre de 2020, se destapó el escándalo del ex fiscal Néstor Humberto Martinez Neira, por el entrampamiento contra Jesús Santrich y volver trizas el proceso de paz. Coincidencia o no, igual, se provocó un daño ambiental y de paso los sueños de los colombianos de vivir en sana convivencia y armonía.
El debate de control político en el congreso y guiado por los congresistas de la oposición como la Colombia Humana – Gustavo Petro, Polo Democrático – Ivan Cepeda, Alianza Verde – Antonio Eresmid Sanguino Páez y los senadores Roy Barrera y Armando Benedetti, se dieron el lujo y la exquisitez de colocar un menú por todos desconocida cuando se utilizó el más alto poder del ente fiscalizador para echar al traste todo el proceso de paz.
A este señor, NHMN y toda su bandola, no le ha bastado toda la corrupción, el derramamiento de sangre, desplazados, huérfanos, viudas, éxodos masivos y la violencia en el país.
De ahí, que lo documentado en el debate muestra como existe gente sin hígado para hacer semejantes monstruosidades y llevarse por los cachos todo lo que no haga parte de sus apetitos burocráticos, de poder y de mafia, que reina en el país.
Patascoy y NHMN, 27 de noviembre de 2020, debe quedar grabada como aquel momento que nos quisieron voltear la torta a todos nosotros. Lastimosamente, el páramo de Patascoy, llora, reclama bondad y pide justicia, para que no se siga destruyendo nuestra riqueza natural. Mientras que para NHMN, pedimos verdad y que los operadores de la justicia internacional entren a nuestro país a actuar.
Obviamente, hacer trizas la paz, se hereda desde el gobierno de Guillermo Leon Valencia Muñoz, años 1962 – 1966, cuando a partir del decreto 1381 de 1963, se respalda las acciones cívico militares para llegar aquellas poblaciones más distantes e irles quitando espacio a la expansión de la violencia. Su lema de seguridad nacional, se fundamentó en la política Operación Soberanía.
El partido conservador, se caracterizó, con Guillermo Leon Valencia Muñoz, a generar todo un complot al General Gustavo Rojas Pinilla, gobierno de corte social considerándolo peligroso para los intereses de la burguesía colombiana.
Cientos de personas afines al General Gustavo Rojas y de liberales en resistencia, se ubicaron en las poblaciones denominadas “Repúblicas Independientes” entre ellas: Marquetalia, Rio Chiquito, el Pato, Tierradentro y Guayabero, entre los departamentos de Cauca, Huila y Tolima. Su propósito negociar, re encontrarse con sus familias y en sana paz, volver a sus parcelas abandonadas por la ola de violencia desatada por los conservadores o Chulavitas. Sin embargo, todo se esfumo con los bombardeos decretados. Su población y sus líderes sociales, fueron engañados, perseguidos y asesinados. Así, quedara en la historia el nacimiento de las FARC.
Por este corte de gobiernos han seguido sus legados Misael Pastrana Borrero, que poco y nada hizo, Turbay Ayala – Estatuto de Seguridad Nacional, Andres Pastrana – Plan Colombia, Alvaro Uribe Velez – Seguridad Democrática y el actual que ni fu ni fa. En reseña, estos gobiernos se destacan por haber generado mayor descontento social, mayor desequilibrio socio económico, torturas, desapariciones, asesinatos, falsos positivos, aumento del miedo y el odio. Nosotros no podemos volver a caer en esa trampa que nos quieren tender y que vuelva el discurso disonante del Castrochavismo, que lo colocaron en la campaña presidencial en Estados Unidos, sin fruto alguno. Su presidente Biden, lo dice “Para creer la fábula del castrochavismo hay que ser obtuso mental, ignorante o zombie político”.