Presidente Petro: urge variante Timbío-El Estanquillo 

Editorial

Por: Marco Antonio Valencia Calle

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Por fortuna no tenemos fallecidos en la tragedia de Rosas, porque la mayoría de habitantes del área afectada evacuaron apenas comenzaron a visualizar la fuerza de los deslizamientos que destruyeron casas, cultivos y minifundios que les garantizaban la subsistencia.  

José Roberto Campo, alcalde del municipio afectado declaró a la emisora Radio 1.040, que la universidad del Cauca hizo estudios geológicos del sector y le informó que no presentaba alto riesgo. Y por tanto, se tenía un riesgo mediano sin mayor alarma. Una aseveración temeraria y dudable (de cualquiera de las partes).

Pero el asunto era una tragedia anunciada. Algo similar ya había ocurrido el 19 de abril de 2019, en la vereda de Portachuelo (a 7 kilómetros de la tragedia actual), y a un kilómetro de la cabecera municipal, cuando un deslizamiento de tierra sepultó 6 viviendas, con un saldo de 31 personas fallecidas. 

La Panamericana que cruza el municipio de Rosas siempre ha sido un viacrucis para transitar y un agujero negro que se come toda inversión de arreglos viales que desde 1932 allí se realizan. Un verdadero barril sin fondo. Son ya millones de dólares del erario público para vías del Cauca desperdiciados en arreglos de emergencia.

Lo paradójico, es que desde 1978 varios ingenieros le han propuesto a los gobiernos departamentales y nacionales la construcción de una variante que se ha dado a llamar Timbío-El Estanquillo, que hoy, en el siglo XXI, exige sea de doble calzada, y es un trazado en roca firme que evade la falla del romeral. 

Propuesta factible, viable, necesaria, pero que desde entonces ha sido inútil la gestión ante varios gobiernos departamentales y nacionales por el centralismo y la politiquería regional.

El centralismo porque técnicos y políticos atrincherados en Bogotá han priorizado  vías, presupuestos y diseños en otras regiones del país, con más peso económico e influencia política.

Y politiquería porque nuestros líderes políticos del siglo pasado jugaron más a impedir las propuestas del otro bando o partido que a gestionar proyectos para el departamento. Y alcaldes y gobernadores se han quedado aullándole a la luna pidiendo soluciones para esa carretera. 

Es necesario que hoy, aprovechando la coyuntura, los líderes políticos de todas las tendencias y cargos departamentales y nacionales del sur occidente del país se unan y la pidan al gobierno nacional “todos a una”, soluciones definitivas. Hay una esperanza. No la dejemos perder. 

Estudios incluso más recientes del año 2013, que INVIAS debe conocer, con mayores especificaciones técnicas indican que esa variante (Timbío- El Estaquillo) es la solución más indicada, al tiempo que geólogos expertos aseguran que el estudio es completo y que, con seguridad las modificaciones que requieren son mínimas. 

Geólogos como Gabriel Paris, consultado por esta casa editorial indican que con seguridad la emergencia pasará una vez deje de llover, y que la remoción de tierras por causas naturales cesará, pero solo será cuestión de días o meses porque el problema volverá a surgir.

Esperamos que intervención del Presidente Petro los caucanos y nariñenses por fin podamos tener una vía decente que ayude a reanimar la economía, la empresa y calidad de vida del sur del país. 

Es necesario con igual urgencia atender las vías terciarias del Cauca. Las trochas que hoy brindan soluciones viales para el transito Cauca-Nariño no están diseñadas para alto tráfico y están sufriendo daños enormes. 

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