“Revivamos nuestra historia”

SIGIFREDO TURGA ÁVILA

[email protected]

El noticiero de RADIO CARACOL POPAYÁN, de enero 20, aproximadamente a las 10-08 am informó: El señor Omar Serrano Rueda asumió la Gerencia de la Compañía Energética de Occidente, una de las más importantes empresas del Departamento del Cauca”.

Esa noticia registra cómo hemos venido perdiendo la autoestima en el Cauca y algo más que eso, ¡Qué falta de dignidad! Decir que “es una de las más importantes del Departamento”, (subrayo la palabra del), es igual que, alguien a quien se le quedaron con su casa mediante subterfugios engañosos o bajo presiones indebidas, manifieste que no hay diferencia y se siente satisfecho con quien le hizo el favor de quedarse con su bien inmueble necesario para poder vivir dignamente.

Caucanos, recordémosle a la prensa hablada y escrita que CEDELCA era una sola empresa de los caucanos, que fue intervenida sin una sólida razón social ni financiera por el Gobierno Nacional encabezado por el doctor Álvaro Uribe Vélez, impidiéndosele a los caucanos continuar administrando algo que era de su vital patrimonio, dirigido especialmente a suministrarle el servicio de energía a los mismos caucanos.

Seguiremos recordando cuantas veces sea necesario que la Superintendencia de Servicios Públicos, estructuró un montaje para que cinco empresas o más, de inversionistas privados, en acuerdo con un servil organismo sindical, que optó por una oportunista actitud para beneficiar intereses particulares más no generales de los caucanos, estructuró un montaje, repito, que resquebrajó a CEDELCA.

Son ahora varias empresas todas foráneas, viviendo fabulosamente de lo que estaba integrado en una sola empresa caucana y aprovechándose de nuestros tributos que son calculados todos al amaño de los inversionistas privados y sin importar qué piensan o sugieren los usuarios.

Identifiquemos algunos puntos básicos de esta experiencia. La aparición de la foránea y nefasta Compañía Energética de Occidente y sus compañeras, que fraccionaron y anularon la misión de CEDELCA indica que a toda empresa de servicios públicos domiciliarios se le presentan disyuntivas como: Desarrollar sus actividades en función del respeto a la dignidad y a los derechos del usuario o por el contrario desestimar tal respeto y atropellarlo abusando de sus necesidades, como lo practica la foránea Compañía Energética.

Otra disyuntiva será la de escoger si va orientada su actividad a fortalecer región o a debilitar región. Sabemos que en eso también estamos muy mal.

Identifiquemos también otros elementos; los servicios públicos domiciliarios vitales como el suministro de agua y energía y la recolección de basuras, no pueden seguirse inscribiendo en los juegos y leyes de la oferta y la demanda, o sea a los juegos del famoso inversionista privado y el mercado. Es equivocado equivaler una empresa para la utilidad a una empresa para la necesidad vital.

Las necesidades vitales son de todos, sin discriminación, luego la solución debe darse también en condiciones de no discriminación, o sea, para una demanda de todos no puede haber discriminaciones de oferta, que se presenta cuando se abren licitaciones que favorecen a inversionistas orientados a la utilidad y no a la necesidad. De ahí que el modelo empresarial que concebimos es el de la solidaridad entre todos los consumidores, aplicando el artículo 60 de la Constitución Nacional y un modelo empresarial de participación también sin discriminación.

Insistamos, si el Estado transfiere sus responsabilidades sobre servicios públicos a entes no estatales, en primer lugar y cumpliendo ese artículo 60 debe identificar propuestas de las organizaciones comunitarias y propiciar su existencia. Sumado a ello las organizaciones comunitarias deben aplicar ampliamente la economía de la solidaridad. La Economía de Mercado no es la ideal.