Los hombres en la cocina…

HORACIO DORADO GÓMEZ

[email protected]

Con el Congreso Nacional Gastronómico de Popayán, viene a mi memoria el chasquido de los dedos y los dichos con que mi abuela y mi mamá me sacaban “pitando” de la cocina: “Los hombres en la cocina huelen a caca de gallina” y, “afuera que hace calor”, decían enseñando que la cocina era oficio solo para mujeres. Pero, las costumbres cambiaron del cielo a la tierra.

Leyendo la revista: “Destino gastronómico”, magnifico medio informativo, cultural, académico del certamen, se muestra el predominio del gremio profesional masculino de los Chefs, pues no figura una sola mujer ni escribiendo ni representándola. Discriminan a la mujer en la alta cocina, cosa que, en la antigüedad, la cocina familiar dependía de la capacidad y el trabajo de las madres y abuelas.

Hoy en Popayán, en Colombia y el mundo, los chef o cocineros son hombres que trabajan en la cocina de todo tipo de establecimientos: bares, hoteles, restaurantes, centros educativos, con actividades que varían según sus conocimientos culinarios, su especialidad o cargo que ocupen en el fogón. Como chefs, los hombres son bien remunerados y respetados. De hecho, la sociedad ensalza y admira de mayor forma la participación de los hombres en la cocina

Quien iba a pensar en el siglo pasado que, el oficio de pelar, picar, asar, fritar y cocinar era cosa de hombres. Ni imaginarse que, para llegar a ello, se necesitaría pasar por una Universidad para aprender a guisar. En aquellas calendas, la aspiración de toda familia era tener un hijo comerciante, médico, abogado, si acaso sacerdote, de tal manera que fuera una profesión lucrativa. Hoy día, si quiere ganar dinero, ser un buen cocinero y ser cotizado no solo en su comunidad sino a nivel nacional e internacional, tiene que estudiar para chef.

Este boom nació hace 16 años, desde entonces, es un estallido de popularidad en mi amada ciudad. Hoy, “todo el mundo es Popayán”. La gastronomía mundial se cuece en Popayán. Para conocer los secretos de la cocina necesariamente hay que estudiar sin diferenciación por género, pues en la cocina no impera la fuerza, al contrario, es un espacio de creatividad, de experimentación, donde reina la inspiración. Ahora, se habla de productos gourmet, refiriéndose a alimentos para personas con un gusto excepcional y un fino paladar, merced a la gastronomía que junto a otras disciplinas, busca proporcionar sabores únicos, de calidad y fineza. De allí que, el Comité organizador, año a año, le pone “la pizca” de tecnicismo de la Universidad y “la chispa” del romanticismo “patojo”, pensando siempre como perfeccionar las condiciones culinarias, para ponerle “el toque” de talento en el corazón del plato.

Las puertas de la “Ciudad Blanca”, se abren de par en par a los visitantes que aterrizan en “Ciudad Procera”. Queridos turistas, no se vayan sin conocer la ciudad por dentro, su historia patria, después de degustar los platos que les ofrece la gastronomía profesional. Esperamos su regreso, porque aquí, todo es delicioso, todo sabe a gloria. Aquí mantenemos vivos los recuerdos de las abuelas con la comida de ayer y la de hoy.