La naturaleza es sabia… pero no tanto

HUGO EDUARDO MUÑOZ

Quiero expresar a través de este medio, la gratitud y consideración en nombre de todo el conglomerado comercial de Campanario Centro Comercial, a todas las entidades, empresas y ciudadanos de bien, por todas las manifestaciones y mensajes de solidaridad con ocasión del reciente evento presentado el pasado 3 de octubre.

Campanario fue diseñado en sus redes de alcantarillado sanitario y pluvial de acuerdo con los certificados de disponibilidad de servicio otorgados y por supuesto en el caso del alcantarillado para aguas lluvias, considerando los registros pluviométricos de tiempo atrás y teniendo en cuenta los requerimientos que señalan las normas y los códigos, además de las contigencias posibles frente a eventos atípicos y subnormales. Es importante resaltar que de acuerdo con los registros pluviométricos la precipitación de ese día no fue ni ha sido la más alta, y habíamos soportado sin novedad intensidades más elevadas y de mayor duración. Sin embargo, a pesar de tener perfectamente establecidos planes de emergencia para evacuación de las aguas lluvias, fue imposible soportar la avalancha que provino del exterior a través de las vías aledañas, especialmente de la Carrera 9ª, la Calle 25Norte, Invías, Torres del Río, Olímpica, Ciudad Jardín, las Salesianas y Seminario. Los colectores de Campanario y su sistema de drenaje de aguas lluvias no pueden evacuar de ninguna manera la aportación por escorrentia de aguas lluvias de más de 60 manzanas a la redonda que se hace sobre las vías, frente a la ausencia de un sistema externo de alcantarillado de aguas lluvias.

En 2014, gracias a la colaboración del anterior Gerente del Acueducto Mauricio Chaparro, se plantearon tres alternativas de solución, que quedaron plasmadas con los diseños. Una de ellas, la más viable, por su facilidad y su menor costo, no se pudo llevar a cabo por no haberse podido concluir la negociación y permiso para el paso de un colector hasta el Río Cauca.

Mucho se ha hablado sobre el tereno donde se construyó Campanario y su nivel más bajo hacia donde en antaño se conducian por gravedad las aguas lluvias y luego por escorrentía a través del zanjón de Machángara hasta el Río Cauca. Otra cosa muy diferente es expresar de manera malintensionada e ignorante, que ahí existía un humedal, como lo comprobó, verificó y certificó no solamente la Corporación Autónoma Regional del Cauca, sino el propio Ministerio del Medio Ambiente.

No falta en esta ciudad quienes “con su morbo esperan con ansiedad que pasen cosas malas para poder dar rienda suelta a una carga enorme de negatividad que nos consume como sociedad”, como bien lo expresó Juan Pablo Mata, en un mensaje de solidaridad en las redes sociales. Por supuesto, uno no puede esperar más de esa clase de personas que los corroe la envidia y más aun  de los letrados de marras, a quienes los dones de la madre y sabia naturaleza  no alcanzaron para darles la más mínima pincelada de sabiduría y les tocó finalmente vivir agazapados detrás de una columna de un periódico, para destruir al otro y para expresar su amargura que les quedó, después de haber sido los consuetudianrios sacamicas, aúlicos y beneficiarios de la burocracia de una clase politiquera, esa si corrupta, bajo la sombra de los supuestos prohombres del Cauca que no fueron capaces de hacer lo más mínimo por sacar adelante la región y la comarca.

Confiemos en que la Divina Providencia nos continúe dando la fuerza suficiente a todos los que hacemos una silenciosa tarea, con esfuerzo, tenacidad y sacrificio, para seguir adelante con la frente en alto, con probidad y transparencia, sembrando la semilla del trabajo digno, del ejemplo del emprendimiento, generando empleo y desarrollo, en beneficio de toda la sociedad, sin exclusiones.