Columna de opinión
Por: Gisela Delgado
@GiselaDelgadoT
Nos enfrentamos al tiempo del cambio, tenemos un Presidente de la República que nos está dando ejemplo de virtudes que por décadas estuvieron ausentes: la austeridad, la elección de ministros que se caracterizan por hojas de vida intachables. Gente con formación académica y ante todo, no se ha hecho uso de la politiquería que nos llevó al hastío.
¿Qué me preocupa del Cauca? que ad portas de elecciones regionales se esté llevando a cabo prácticas obsoletas, sobre todo en el gobierno departamental, que inició suspendiendo contratistas que fueron nombrados por padrinazgos políticos y que ahora se esté haciendo uso del nombre del Pacto histórico para hacer nuevos contratos por prestación de servicios, solicitando recomendaciones para hojas de vida a dirigentes del Pacto.
Como militante de éste pacto me pronuncio en contra de ésta práctica politiquera y le pido al gobierno nacional que ponga el ojo sobre lo que está sucediendo en el Cauca.
Estoy segura que nuestra Vicepresidenta de la República Francia Márquez, oriunda del noroccidente del Cauca no presta su nombre para que el señor Gobernador y su gabinete hagan uso de él, para politiquería, sabemos del compromiso de ésta gran mujer con el cambio político y su crítica al uso de éstas prácticas en la política que van en contravía del proyecto político que fue votado mayoritariamente en las urnas.
El Pacto Histórico no puede avalar el proceder de algunos «dirigentes» caucanos quienes supuestamente han cohonestado la corrupción desde la secretaria de salud departamental, convirtiéndola en la caja menor para elegir diputados, gobernadores y representantes que ahora presumen de ser Pacto Histórico.
Los vínculos de estos «dirigentes» con EPS que han patrocinado la elección de sus gobiernos, han contado también con la anuencia de los entes de control que se hacen los de la vista gorda, ante el desangre y las evidencias.
Cabe anotar que en éste supuesto entramado corrupto, algunas Empresas Auditoras que también los han financiado, prestándose para todo tipo de marrullas, fungen ahora como aspirantes del Pacto, aquí no sólo la violencia política acabó el departamento, la vena rota de la corrupción lo tiene en agonía, qué decir entonces de entidades como la CRC, la cual merece capítulo aparte.
El Cauca mayoritariamente votó contra esa tradición politiquera, ahora los nuevos «Petristas» al cambiarse de vestido, pretenden usar el gobierno regional que les fue encomendado en las urnas, para seguir alimentando sus apetitos personales para dichos visires. Llas ciudadanías libres estaremos atentas al devenir del gobierno departamental con el sol a cuestas.
Los vientos del sur traen esperanza, pero mientras sigan las prácticas corruptas, seguiremos en el ojo del huracán.