Columna de Opinión
Por: Jorge Eliecer Ortiz Fernández
@jeliecerortiz
Pasados unos cuantos días de la posesión del Presidente de los y las Colombianas, el Señor Gustavo Preto, aún se siente la resaca que generó la amplia celebración de ver en el solio presidencial a un luchador perenne por las causas populares.
Un compromiso que ha retomado en las diversas apariciones, ya con la envestidura de Presidente, que ha efectuado, entre otras, con el sector empresarial del país, donde claramente advierte la mecánica de trabajo que se instaurara para los próximos años, que no es otra cosa, que la simbiosis lógica estado-sector productivo, para que desde ese enfoque político económico se inicie la transformación del país, apostándole, a generar equidad social bajando a un digito la pobreza multidimensional, que por lustros a campeado en zonas urbanas y rurales de la patria.
Y así como con los empresarios, ha desarrollado encuentros con diversos sectores del país, para citar: altas cortes, fiscalía general de la república, fuerzas militares y de policía, con líderes políticos no precisamente afines a su ideario, en fin, con la Colombia que debe jugar un papel preponderante , en lo que se ha dado por llamar el CAMBIO, incluso, con los colombianos y colombianas que históricamente han adoptado la posición facilista de que otros tomen decisiones por ellos, como son los abstencionistas, que de manera inexplicable renuncian, con su desplante electoral, a cambiar las formas políticas del país, permitiendo que sean las minorías de siempre, las que marquen la ruta del país, afortunadamente, en el último proceso eleccionario, marco la diferencia, y con escasa diferencia, se dio inicio a la apuesta de incluir en los beneficios del estado al 46,7% de compatriotas que pasan por la línea de la pobreza y al 17% que hoy día viven en la penumbra de la mendicidad.
El reto es grande, y me uno al criterio de observar, que para el logro de una paz justa y verdadera, los más de 50 millones de colombianos tendremos que hacer nuestro aporte, que iniciará con el conocimiento y estudio de lo que será la reforma tributaria, que incansablemente explico en campaña, el entonces candidato y hoy presidente Petro, acá, no podemos llamarnos a engaños y decir que se está faltando a la verdad y que se traiciono al electorado que lo eligió, de ninguna manera, de pronto, se vaciló en cifras totales de la reforma, pero claramente, se observó que los 4000 colombianos que hoy ostentan una posición económica estable tendrían que hacer un esfuerzo tributario, haciendo énfasis, no sobre sus empresas productivas, sino sobre sus activos improductivos: dividendos, transferencias al extranjero, paraísos fiscales.
Otro tema que es de preocupación latente para millares de asalariados, es pertinente subrayar lo manifestado por el ministro Campo “Que se refiere a los beneficios que hoy permiten la exención del 25% del ingreso que tienen los asalariados y que están consagrados en el artículo 206 del Estatuto Tributario. Al respecto, el nuevo ministro aseguró que “no hemos aún entrado en esos detalles… Estamos mirando si ese beneficio de asalariados se va a mantener en los de más bajos ingresos y se quita en los más altos”; son píldoras para evaluar y no dejarnos confundir por los cantos de sirena que tendremos que escuchar en los próximos cuatro años, de manera especial por parte de quienes se han declarado en oposición al gobierno.