“Dios es gay”

Columna de opinión

 Por: Nicolás Escobar Bejarano

 Cerca de 1986, un joven estadounidense fue detenido por la policía local, luego de ser sorprendido profanando una iglesia bautista en Aberdeen. Al parecer el adolescente inconforme con la realidad social y, en símbolo de protesta, decidió pintar un grafiti en la fachada del recinto, la frase que podía leerse era: “Dios es gay”.

Se trata de una de las tantas anécdotas sobre la vida del gran Kurt Cobain, fundador y compositor de la banda de grunge llamada Nirvana, quien desde sus primeros años demostraba una lectura diferente de la realidad. Cobain rechazaba totalmente el concepto socialmente establecido de la “virilidad”, pues el género masculino de su momento no podía ser sensible ni tolerar la diversidad que existe en las personas, es decir, si no entrabas al equipo de fútbol o no te ejercitabas, entonces eras un “homosexual”.

La lucha de Kurt Cobain contra la homofobia se difundió por el mundo entero, incluso años después, decidió repetir la frase del grafiti como un colérico remate en la canción de “Stay Away”, del mítico álbum Nevermind, lo anterior, generó una gran preocupación en sus detractores quienes buscaron censurarlo y acusarlo de ser homosexual.

Actualmente, el capitalismo nos hace creer que las causas por las que luchan las minorías son políticamente correctas y, por ende, son rentables, por tal motivo se han creado nuevos estereotipos, es decir, las personas con determinada orientación sexual deben escuchar cierto tipo de música y deben vestirse de determinada manera; si lo anterior no ocurre entonces son vistos como seres anormales incluso dentro de su misma comunidad.

Tal vez, en los tiempos modernos Dios ya no es gay sino más bien, políticamente correcto.

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Adenda: El pasado 13 de agosto se conmemoraron veintitrés años del asesinato de Jaime Garzón Forero, a quien la historia se ha encargado de denominar como “un humorista”, sin embargo, más allá del humor su labor siempre fue pedagógica pues nos enseñó a ser críticos con nuestra dura realidad colombiana.

Sus palabras fueron silenciadas porque estaba despertando la voz crítica en los jóvenes, “cuestionen todo, no les crean a sus profesores, investiguen y no paren de aprender”, sin duda se trata un hombre con una visión de país muy clara y hoy se ve expuesta la verdad que trataba de mostrar pues somos un país donde todos se creen gringos o europeos y ninguno colombiano, un país corrupto, sin salud, sin pensión, sin trabajo y sin educación. Termino esta columna de opinión con una frase su autoría: “No sé porque sé ríen, si lo que digo es serio, entre risas, obvio.”

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