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Redacción El Nuevo Liberal
isminuir las afectaciones medioambientales a través de la implementación de procesos circulares e íntegros donde se tenga en el centro la administración asertiva de los recursos naturales, renovables y ambientales, es la labor que buscan desempeñar los negocios y emprendimientos que para ser sostenibles y sustentables. Esta labor encomendada a los empresarios y emprendedores para disminuir el impacto negativo de su accionar, es una necesidad que poco a poco ha recobrado relevancia dentro del mundo empresarial.
Bajo el lema, Producir conservando y conservar produciendo, la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), desde hace varios años, ha buscado acompañar el tránsito de las economías locales hacia los negocios verdes y sostenibles, los cuales generan impactos ambientales positivos, además de incorporar buenas prácticas ambientales, sociales y económicas con un enfoque de ciclo de vida holístico que propende por procesos orgánicos.
Esta iniciativa, que responde al Plan Nacional de Negocios Verdes, es un proceso de acreditación, donde se le brinda un sello verde a los comerciantes y productores que cumplan con más del 51% de los requisitos establecidos por el mencionado Plan (viabilidad económica, no uso de materias peligrosas, uso eficiente de recursos, responsabilidad social y ambiental, entre otros), cuyo objetivos es garantizar el desarrollo y fortalecimiento de una economía amigable con el medio ambiente. Además de ser un factor diferenciador en el mercado, las actividades económicas en las que se ofertan bienes y servicios que incorporan prácticas sostenibles, se convierten en constructores de un ambiente que soporta el desarrollo del territorio, sin que esto comprometa los recursos del mismo a mediano o largo plazo.
La CAS es encargada de otorgar dicha acreditación a través de la Ventanilla, una oficina adscrita a los programas Regionales de Negocios Verdes que cada vez van tomando más fuerza en los municipios. De acuerdo a la norma, estos negocios son categorizados de acuerdo a su evolución en el camino hacia la producción de bienes y servicios amigables con el ambiente, el aprovechamiento de la biodiversidad en el marco de la sostenibilidad y sus apuestas frente a la economía regional, nacional e internacional.
Los negocios que pueden apostar por esta innovadora transformación son aquellos productores agrícolas con enfoque hacia lo orgánico, los sistemas productivos de biocomercio, negocios para la restauración, ecoproductos industriales y mercados de carbono.