Por Alexander Paloma
Reportero Gráfico El Nuevo Liberal
La obsolescencia de teatro Anarkos fue marcada por el paso del tiempo y la llegada de nuevas tecnologías a las que no se pudo adaptar el último de los teatros más grandes de la ciudad; después de la desaparición del teatro Popayán, el que mantenía la cartelera de cine en la ciudad era el teatro Anarkos, algunos estrenos convocaron a los cinéfilos, pero la llegada del Betamax y el VHS fue quitándole clientela a las salas de cine, haciéndolo insostenible, marcando de alguna manera su fin.
Hasta antes del cierre del centro comercial Anarkos el teatro ya había perdido sus sillas y servía de refugio para algunas personas en condición de calle que se daban sus mañas para ingresar, hoy ya no queda ni el techo, ni siquiera las vigas de hierro que lo sostenía, pues las están tumbando por su valor ya que una de estas cuesta alrededor de un millón y medio de pesos, aspecto que le arreglo la navidad a muchas personas que encontraron la oportunidad en la edificación abandonada.