Tradiciones culinarias de más de 100 años son preparadas para el deleite de propios y foráneos en la ciudad de Popayán.
#ellentedepaloma
Por Alexander Paloma
Reportero Gráfico El Nuevo Liberal
A mediados del siglo pasado la plaza de mercado de Popayán quedaba en el espacio en que luego construyeron el hoy destruido centro comercial Anarkos, allí se concentraba todas las cosechas que se traían desde la parte rural de Popayán y sus alrededores y por supuesto lo que llegaba de otros departamentos, las tradiciones culinarias en su mayoría eran netamente de la región y en Popayán quienes hacían la preparación de las comidas eran personas que iban heredando la sazón de sus antepasados, por eso hay platos que al pasar los años han sido mejorados y hay otros que han conservado la preparación tradicional.
Las personas que trabajaban en la plaza de mercado del centro fueron traslados a la que sería la nueva plaza de mercado del barrio Bolívar, los conocimientos y la sabiduría en la preparación de los alimentos lo llevaron en su mente las cocineras tradicionales, nada de esos conocimientos se perdieron, es más, se fueron puliendo y mejorando en la preparación de los productos alimenticios hasta consolidarse como uno de los lugares a visitar cuando se trata de conocer la comita típica de Popayán y la región.
Uno de los platos típicos de Popayán es el ternero, también se puede encontrar al interior de la las cocinas tradicionales de la plaza de mercado del barrio Bolívar, Yaneth Muñoz es quien ha heredado de su madre la tradición en la preparación de este producto típico; la abuela le enseñó a su madre a prepararlo como un sudado, después su madre fue construyendo la receta que lo posicionaría como el producto estrella que es hoy. Son más de cien años en los que han participado cuatro generaciones de mujeres en la cocina de esta familia consolidando un alimento que contribuyó en el reconocimiento a Popayán como la primera ciudad de la gastronomía de Unesco en el año 2005 dentro de la red de ciudades creativas del mundo.
En las cocinas tradicionales del barrio Bolívar se encuentran variedad de productos preparados para todos los gustos y presupuestos, la fuerza laboral claramente está en manos de las mujeres quienes con su esfuerzo y dedicación han sabido darle un reconocimiento a su labor, constituyéndose en unas profesionales y maestras de la cocina, cada espacio en el que se encuentra una cocina hay un producto digno de consumir, hay una historia, un recorrido, una memoria, pero sobre todo hay seres humanos que se han capacitado para dar lo mejor de sí.
