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Cuando estamos a pocas horas de una fecha para motivar el uso de la bicicleta con la jornada llamada ‘Día del peatón, el ciclista y el medio ambiente’, reflexionamos desde esta venta de opinión sobre el mal uso de los carriles exclusivos para bicicletas.
Desde hace más de dos años, los payaneses no se hubieran imaginado que su ciudad contaría con al menos un carril exclusivo para el tránsito de bicicletas. Hoy, y desde hace más de un año, aquello es una realidad, con una ciclobanda que atraviesa gran parte del centro histórico, uniéndolo con puntos viales importantes en la periferia; además, parte de la carrera sexta en su paso por el barrio Bolívar, se destinó parte de la avenida para un carril exclusivo para los ciclistas. Sin duda alguna, todos estos nuevos elementos viales que facilitan el recorrido para quienes conducen bicicletas, son necesarios, para una ciudad de por sí, sobresaturada de carros y motos, y en donde el transporte alternativo, al parecer, pudiera ser una solución a mediano plazo.
Sin embargo, aquellas buenas intenciones, pensadas desde la actual administración municipal, no han tenido el auge ni el impacto planificado, por cuenta, especialmente, de la falta de civismo y cultura ciudadana, así como del mal comportamiento de conductores y motociclistas.
En principio tenemos que decir que la ciclobanda es poco respetada. A lo largo de este trayecto son muchos los automotores que la bloquean, ya sea parqueando o transitando alegremente sobre ella sin restricción ni control alguno.
Ahora, del nuevo carril que va por la carrera sexta desde la plaza de mercado y conecta con la ya existente cicloruta, es visible a simple vista el irrespeto que hacen de ese trayecto, con reiteradas invasiones por parte de motos, carros y hasta camiones. Es un recorrido tan caótico, agravado por el desorden vial y comercial, que ha decir verdad, es poco utilizado por ciudadanos que transita en sus bicicletas.
Aquello de entrada, hace dicha obra poca atractiva, carente de recursos paisajísticos y ambientales, al igual que el tipo de negocios que allí se encuentran, máxime cuando la idea es descontaminar la ciudad y el ambiente, cosa que pareciera difícil con tanto vehículo de motor (de todos los tamaños) que por allí transitan.
Se viene entonces todo un reto para la administración de César Cristian Gómez Castro: el volver funcionales estos pasos exclusivos para las bicicletas, pensando igualmente en construir más ciclorrutas o espacios viales destinados a la movilidad en bicicleta.
El llamado es a que de la mano de estas iniciativas se promueva el desarrollo de una ciudad apta para ejecutarlas, lo cual implica la vinculación desde la administración municipal, pero también el actuar de las autoridades de tránsito en hacer cumplir tanto las normas para ciclistas como para quienes van al volante de otros vehículos a motor.
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