… Una cosa es con violín… y otra con guitarra…

NELSON EDUARDO PAZ ANAYA

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Ya hace parte de los mensajes de las redes sociales, un cartel con algunos nombres de presuntos candidatos a la Gobernación del Cauca, según los entendidos no son todos los que están, ni son los que aparecen; algunos sobran, a la vez faltan según las mismas fuentes, otras personas que en el querer de diversos círculos amplían el listado.

Nancy Muñoz Barona, Juan José Fernández, Jesús Enrique Piñacué, Eduardo Grijalva, Mauricio Medina, Ary Aragón, Francisco Paz, el director de Quilichao, y con seguridad en el transcurso del tiempo aparecerán otros nombres, que se presume se incluirán a estas primeras listas.

Esta situación debe mirarse con visión positiva, por varias razones; es el más claro reflejo de la nueva visión política que asiste al Cauca, quedan atrás los tiempos, en los cuales, los gamonales de los partidos políticos hacían sus encerronas y disponían según sus propias convenciones y conveniencias de cómo se manejaría la “opinión”, muy entre comillas de la población.

Las últimas elecciones, más allá de las tendencias o preferencias, sin considerar las tendencias nacionales, dieron una lectura clara y contundente, hay cansancio, agotamiento, desesperanza, los modelos de convocatoria anteriores perdieron su eficacia, la opinión conoce que las artimañas de hacer la vieja política producen daños irreparables a la sociedad.

 El significativo listado de candidatos, debe servir al departamento ya que el tiempo lo permite, para conocer las competencias que los acompañan, someter sus hojas de vida al libre incursionar ciudadano, consentir como en la mayoría de las democracias del mundo, se conozcan sus virtudes y sus escondidos.

El Cauca, como todos los departamentos del País, requiere directores de alta competencia, por lo tanto, es prioritario conocer y evaluar las acciones y actitudes del discurrir en el escenario de lo público y de lo privado.

Así como se superaron las viejas manías de las convenciones, se observa también quedan muy atrás, las costumbres relacionadas con el ejercicio de los amiguismos y los compadrazgos, los yo te doy, tú me das, el cobro del servicio o la oferta del puesto o del contrato, todo parece queda atrás, – de pronto no muy atrás, – pero bueno, algo se ha avanzado, lo que sucede es que algunos, lo dicen sotto voce, a media voz, por si el viento mueve los espantapájaros.

Pero bien, el escenario esta dado, la población urbana y rural, de todos los estratos, de los diversos partidos, de los gremios, de las organizaciones sociales, de los religiosos o no, han demostrado su alta capacidad de discernir y formar su propia opinión, es la gran posibilidad para construir otra expectativa que convoque a otro sueño.

Si se parte de reconocer que los candidatos tienen las capacidades necesarias, corresponde escucharlos, para saber que tanto conocen de sus pobladores, sus inquietudes, sus proyectos de vida, si son capaces de motivar el entusiasmo, la confianza, la fuerza para encender la ilusión.

Pero sobre todo, cual es la visión, respecto a asuntos de la mayor trascendencia, la violación de los Derechos Humanos en estos territorios, la calificada de alarmante situación del sector agropecuario, en el informe de la Cámara de Comercio, el estancamiento en general de todos los sectores, pese al esfuerzo de algunas empresas, y la poca participación comparada con los estándares nacionales.

Interpretar la realidad, demanda equilibrados procesos de discernimiento, tener actitudes justas, hacer una total membrecía con los caucanos, para con este capital social, poder aprovechar los recursos humanos y materiales en la pretensión de una existencia común, con mejores oportunidades.

Es posible parezca utópico, pretender se piensen siquiera estas posibilidades, pero corresponde a todos hacer el esfuerzo, acaso no ha sido esa la expresión contundente de los últimos tiempos, y como desconocer los graves daños que ocasionan a la región las realidades de una violencia que azota el sector rural, que agrava la situación de desplazamiento y de inseguridad en Popayan y otras cabeceras de municipios, por la desocupación?

No será fácil para los candidatos, tan engorrosa tarea, en escenarios de cierta manera difusos, la organización gremial no tiene la fortaleza que requiere para aglutinar los diversos sectores hacia metas definidas; las organizaciones sociales, en muchos casos han perdido la razón de su presencia y se pierden en los intereses personales, faltan rituales o audiencias de la verdad, para superar mucho engaño.

Más que cualquier programa de propuestas de soluciones, lo que la opinión espera, es la recuperación de la confianza, entender y aceptar que somos diferentes, económicamente desiguales, pero sobre todo caminar hacia actitudes francas, transparentes, en donde lo público y lo privado se conjuguen, para crecer y hacer desarrollo, superando la amenaza, de serlo, como instrumento de retaliación y de venganza. Vamos Cauca.