Totoró, sede del primer Festival regional de Bandas Sinfónicas

08:40 am 15-julio

Por: Olga Portilla Dorado

@olguitapd

 

A eso de las 7:00 de la noche del próximo viernes 20 de julio por las principales calles del municipio de Totoró desfilarán alrededor de 300 niños y jóvenes músicos, integrantes de las bandas sinfónicas de los municipios de Miranda, Toribío, Piendamó, Silvia, El Tambo, Bolívar, y por supuesto los anfitriones; será la primera aparición de estos jóvenes que participarán del ‘Festival regional de bandas sinfónicas puerta de oro del oriente caucano’, que se llevará a cabo desde ese día hasta el domingo 22.

Este Festival es organizado por la Escuela de música Sol Naciente de Totoró, que con apoyo del Ministerio de Cultura a través del Programa Nacional de Concertación, la alcaldía local e instituciones privadas han logrado confeccionar un evento ambicioso para reunir al mejor talento bandístico del Cauca, y convertirse en un referente a nivel regional y nacional.

“Este Festival nace de la necesidad de fortalecer y ampliar todos los procesos formativos musicales de las diferentes escuelas de orden municipal que hay en nuestro Departamento, estamos hablando de más de 1000 muchachos en todo el Cauca que hacen parte de todos estos procesos”, señala José Luis Urbano, director de la Escuela de música Sol Naciente.

Por eso él junto a docentes de la Escuela decidieron reunirse y buscar a las mejores bandas sinfónicas de la región, a través de una convocatoria pública poco a poco fue llegando el talento proveniente de diferentes municipios. Con agrado y satisfacción por la acogida que tuvo este llamado, encontraron y reunieron videos de más de 20 procesos musicales de todos los rincones del Cauca. El segundo paso, fue un poco más difícil: elegir solo siete bandas, que serían las afortunadas de hacer parte de este primer Festival.

“La selección de las bandas la realizó un grupo de maestros de la Universidad del Cauca, quienes eligieron a los siete mejores. La principal característica para elegirlos fue que las bandas tuvieran conformado un formato más orientado hacia la parte sinfónica, además de evaluar aspectos de la interpretación musical”, indicó Urbano.

El docente y director de Sol Naciente destaca que no desconocen la importancia de las bandas tradicionales de viento, las famosas ‘papayeras’, sino que el trabajo que vienen realizando con los diferentes semilleros de la Escuela se enfoca más en lo sinfónico, se ha orientado hacia una fundamentación técnica para que los niños sean un poco más conscientes tanto de la teoría como de la práctica musical.

Y es que toda esa riqueza musical de los totoreños se ve reflejada desde los primeros años de vida, pues los niños de 6, 7 u 8 años que llegan a la Escuela con el deseo de hacer parte de alguno de los procesos que ahí se adelantan, en sus venas y en su corazón traen melodías y el arte de cantar o interpretar algún instrumento, lo han heredado de sus padres o abuelos, un saber empírico que los hace especiales.

“La población totoreña tiene una gran capacidad receptiva y he encontrado que los niños aparte de la capacidad y calidad empírica que tienen, hacen de estos dos aspectos una mezcla que es atrayente, combinan de una excelente manera la academia y lo empírico. Son niños muy dados a aprender lo que se les enseña”, menciona Carlos Valencia, profesor de Coro.

En vista de todo ese talento, hace siete años nació esta Escuela de música que pertenece a la Casa de la Cultura del municipio, pero que es administrada por un grupo de docentes en cabeza de José Luis Urbano como director. Cuenta con tres docentes de planta y cinco monitores que se encargan de dictar las clases en horarios diferentes a los que los chicos van al colegio, para que tengan en la Escuela un espacio en qué ocupar su tiempo libre y explotar su talento.

“Hemos tratado de generar un proceso de impacto social con toda la comunidad, no solo del municipio sino de toda la región haciendo de la Escuela de música un proyecto educativo para ellos, para que padres, docentes y administrativos entren a rodear este proceso y hagan parte de él, porque a través de la música nosotros podemos transformar la sociedad”, agrega el docente.

La misión de Sol Naciente es clara: se forman personas antes que formar músicos. Actualmente son alrededor de 300 niños, niñas y jóvenes que están inscritos en la Escuela, y que día a día avanzan para seguir obteniendo músicos de calidad, así como reconocimientos a nivel local y nacional.

“Trabajamos con recursos municipales y estatales que nos llegan a través del Plan Nacional de Concertación con el Ministerio de Cultura, con ellos estamos trabajando desde hace cuatro años, ha sido un aporte muy importante porque no es desconocido que los recursos para la cultura son limitados y este es un apoyo al que le debemos parte del éxito que hemos tenido con nuestros procesos formativos”, indica Urbano.

De esos reconocimientos se destaca la participación de la Banda Sinfónica Juvenil de Totoró en diversos eventos nacionales, incluso el reconocimiento de haber ganado varios de ellos, por lo que actualmente se perfila como uno de los estandartes en formación musical en el Departamento. En sus proyectos a corto plazo (para 2019) está el convertirse en una Escuela de música referente en el Cauca, a nivel regional, nacional y por qué no en el ámbito internacional.

El primer paso para lograr esos propósitos es este Festival, donde la Escuela no solo da cuenta del potencial que tiene a través de la presentación de su banda sinfónica, sino que muestra su calidad organizativa y su capacidad de gestión para un evento de este tamaño, que tendrá más de 500 invitados por las calles de este municipio, y que pondrá a Totoró bajo la mirada de propios y visitantes no solo por ser la puerta de oro del oriente caucano, sino por ser la cuna de grandes talentos musicales.