La rigurosidad del periodista caucano que ganó el premio Simón Bolívar

Dos publicaciones que le costaron amenazas de muerte y su salida del Cauca, lo hicieron merecedor del premio esta semana. Edinson A. Bolaños A., exjefe de redacción y editor de El Nuevo Liberal, habló para este medio.

Fabrit Cruz

Redacción Fin de Semana

 

Con 27 años de edad, Edinson Arley Bolaños Angulo, ganó el premio Simón Bolívar. En menos de seis años, (cuando aún era estudiante), pasó de escuchar, ver y anhelar estar en la ceremonia para convertirse en una de los galardonados. Días antes de la entrega, en una de las estaciones de Transmilenio,  Sonia Fernanda Cifuentes, quien ha trabajado con él, se enteró de la noticia. Le llamó la atención la frialdad como se lo dijo.

Sus padres viajaron más de 10 horas desde el Cauca para acompañarlo en la entrega del reconocimiento, la noche del jueves anterior, 3 de noviembre, en el Teatro Julio Mario Santo Domingo de Bogotá. Sonia Fernanda, quien también estuvo allí, dice que ellos fueron los más consentidos. “Todos los periodistas y editores de El Espectador, se acercaban a felicitarlos”. Era el logro del hijo que se negó a estudiar Derecho; el mismo que desde los cinco años jugaba a ser periodista.

El Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar que hace reconocimientos en diferentes categorías, otorgó la distinción al periodista caucano, en la modalidad de periodismo investigativo – prensa, por la publicación de dos artículos denominados, El antifaz de los mineros ilegales parte I y ll, en los diarios  El Nuevo Liberal de Popayán y El Espectador de Bogotá.

Los textos desmantelan las irregularidades en la explotación y comercialización del oro en el norte del Cauca; según el veredicto de los jurados: “El trabajo refleja la agudeza de Edinson Arley Bolaños para conectar hechos, develar las redes de esta actividad con el poder local y hallar evidencias en el terreno sobre cómo una empresa de otra región del país se apropió de la minería artesanal en una zona de ese departamento”.

Un premio que generó amenazas

En la semana en la que salió la primera entrega periodística, para el mes de noviembre del año anterior, dice el periodista Alejandro Córdoba, que Bolaños lo llamó y le dijo: “hermano me amenazaron. Que si sigo hablando así me  va a traer consecuencias”. Días después, Edinson salió hacia Bogotá y asumió la página de Economía de El Espectador.

 “Cuando se fue, supe que nos iba a hacer mucha falta porque estaba pendiente de esos casos que muchos otros colegas no se atreven a investigar”, rememora, Ferney Meneses, corresponsal de El Tiempo en el Cauca y quien trabajó con él, en la Unidad Investigativa, de El Nuevo Liberal.

Fueron días complicados. Edinson Arley es un periodista de trabajo de campo. Le encanta rastrear los temas, y tener conversación directa con las comunidades. Debido a las amenazas, de un momento a otro tuvo que abandonar las montañas del Cauca para adaptarse al ritmo de la ‘selva de cemento’ de la capital.

Acostumbrarse a tener protección, luego de las amenazas,  fue algo complejo para el periodista nacido en Mercaderes. “Fue dura la escena de llegar a su apartamento y verlo con un escolta protegiéndole la vida”, reconoce Alejandro Córdoba.

Editor de El Nuevo Liberal

Como jefe de redacción y editor de El Nuevo Liberal, durante más de dos años, dejó muchas enseñanzas. “Siempre en cada tema quería saber más. Nunca se quedaba con las dos o tres preguntas que todos miran. Incluso para la investigación sobre minería en el norte del Cauca, compró un papelógrafo para hacer mapas y cadenas de los Giraldo y Duque, y de esa manera tratar de entender el emporio que se montaron en Buenos Aires”, afirma Olga Portilla, periodista de este medio.

Una de las primeras medidas que tomó fue armar la unidad investigativa del diario. Fueron semanas enteras en las que se encargaba de organizar, revisar  y definir la publicación dominical. “A veces llegaban los que recogían el periódico a las 4 de la mañana  y nosotros seguíamos allí. Era un compromiso no solo por el oficio sino por cambiarle la cara el periódico y demostrar que se podía hacer buen periodismo”, recuerda Córdoba.

Esa disciplina trajo sus frutos. Hace dos años, Edinson Bolaños y Alejandro Córdoba, ganaron “Premio de Periodismo Caucano 2014”, con el reportaje ‘El príncipe de la contratación en Piendamó’, publicado en el diario El Nuevo Liberal. La distinción fue otorgada por la Universidad del Cauca y la Compañía Energética de Occidente.

Dedicación y esfuerzo

No es la primera vez que Bolaños Angulo recibe un premio nacional por su trabajo investigativo. Desde la época de estudiante se acostumbró “a caminar la palabra” como él mismo dice, y detrás de su rigurosidad, han llegado los reconocimientos.

De hecho, el boleto de ingreso a El Espectador como corresponsal, fue el resultado de una riguroso reportaje, ‘El último rastro de la masacre del Naya’, con el cual obtuvo el premio ‘Guillermo Cano’ para Jóvenes Promesas del Periodismo, en la categoría Judicial, organizado por ese mismo diario.  Para entonces apenas era estudiante de Comunicación Social de la Universidad del Cauca. A la fecha van tres premios nacionales, y uno regional.

Las estatuillas, diplomas y publicaciones reposan en la sala de la casa de los padres, quienes se han encargado de armar un recinto especial, donde guardan las evidencias de los logros de Edinson Arley Bolaños Angulo, quien con 27 años de edad, ya obtuvo el premio más codiciado en el mundo periodístico.

ENTREVISTA

Fabrit Cruz: ¿Cómo asume el premio Edinson Arley Bolaños?

Edinson Arley Bolaños: Lo recibo como un espaldarazo para poder seguir investigando el tema de la Minería en el país. Este es un tema central en el posconflicto.

ENL: ¿Cuál es su meta con esta línea?

EAB: Busco contribuir a que se mejore la política minero – energética o, de alguna manera, ayudar a que las comunidades vivan tranquilas en sus territorios y evitar que no se crezca el enano.

¿Hábleme de las publicaciones con las que le otorgan el premio Simón Bolívar?

EAB: La primera entrega muestra cómo utilizan una cooperativa para legalizar oro ilegal en Buenos Aires. La esclavitud de los negros y cómo al final la cooperativa termina dividiéndose.

La segunda entrega, avanzamos más en esa línea delgada entre la minería ilegal y la legal. Allí mostramos cómo se ha desdibujado esa línea. En  Inzá, por ejemplo, había reporte de media tonelada de oro pero luego el mismo Ingeominas, (hoy denominado, Servicio Geológico Colombiano o SGC), se da cuenta posteriormente de que hay rastro de minería en ese municipio. Entonces, se prestó el alcalde, el secretario de gobierno, el secretario de planeación de la época, para legalizar el oro a los empresarios.

¿Hay una tercera entrega?

EAB: Yo tengo la intención de sacar una tercera entrega, pero está en juego mi seguridad y de las fuentes en Buenos Aires y en Suárez que han sido amenazadas y no conocemos quién.

ENL: ¿Desde cuándo viene trabajando el tema?

EAB: Desde el año 2012. Publiqué informes en tres o cuatro entregas de un recorrido por Timbiqui, Buenos Aires, Suárez, en la costa pacífica.  Luego, Santa Rosa y la Sierra, en el Macizo Colombiano.

ENL: ¿Qué ha pasado con su seguridad y la de su familia?

EAB: A mí me reforzaron el esquema de seguridad. Ahora, hay un antecedente, hace tres meses se le metieron a la casa a mis padres, por la parte de atrás. Nunca se llevaron nada pero dejaban tornillos y machetes tirados en el piso. En el lavadero encontraron un cuchillo con varios tornillos. Es algo que preocupa.

¿Más allá del premio, entendiendo todo este panorama, ha valido la pena este esfuerzo?

EAB: Sí. Es que hay que averiguar quién está más allá de las máquinas. Es lo que reconoce el jurado con este premio.