La crisis del establecimiento y el avance de Colombia Humana

NELSON PAZ ANAYA

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Hay desigualdades que vienen desde la época de la colonia y aun desde la conquista, la republica nació en la incertidumbre, razón básica a la confusión política hasta finales del siglo XIX y las crisis institucionales del siglo XX, más violento que racional, y los primeros años de esta nueva centuria, reproduciendo un esquema de inequidad, de ineficiencia, de protegidos, que dio paso al poder del narcotráfico sobre la pedagogía de que aquí se impone la fuerza independientemente de su grado de legalidad.

El Estado, no ha podido tomar un rumbo cierto de seguridad y de justicia, como las sanciones se hacen arriba, solo se aplican a los de abajo. La justicia acomodada en vericuetos jurídicos da paso a la impunidad de quienes detentan el poder del estado o tienen medios para lograr su sometimiento, así lo hizo Pablo Escobar y lo aprendieron muchos, como los del cartel de la toga.

Las democracias se activan por la opinión que encausan los partidos, pero se quedaron sin atractivos, porque la mermelada pudo más que las ideologías y el liderazgo se perdió en la menudencia de la coima y de la burocracia, peor aún, en la participación oculta en empresas con las que se contrataron muchos servicios antes prestados por el estado y ahora por recaudadoras de jugosas ganancias.

Se ha llegado tan lejos, en la perdida de la decencia, que un exministro, el de agro-ingreso seguro, prófugo de la justicia, tuvo la desfachatez, de pedir al candidato de su partido no recibir en sus filas, a la señora ex fiscal de la Nación, porque había osado abrir investigaciones penales por violaciones al Código Penal. Qué vergüenza, pobre pueblo Colombiano.

En el Cauca, así no se haya dado resultado por parte de las entidades encargadas de investigar los múltiples señalamientos de corrupción, no importa; lo que salva al departamento es la presencia de inconformidad y rechazo a las formas de hacer actividad política, soportada en la danza millonaria de recursos de dudosa procedencia y en el uso inquisidor con que se presiona a los funcionarios públicos para que actúen al servicio de campaña de personajes, que le quedaron debiendo su gestión a la región.

No son otras las razones, que tienen enardecida la población, así se trate de crear distractores para ocultar las razones que acompañan a las gentes en su posición de insumisión y de rabia. Hay agotamiento de la paciencia, nadie aguanta la presión de los impuestos, de los costos de la canasta familiar, de las tarifas de los servicios públicos, mientras el robo de lo público es descarado.

La catástrofe de Hidroituango, cobija a toda Colombia, la vida que están en riesgo, el daño ambiental, el trabajo y el esfuerzo allí invertido, concita el sentimiento de patria, pero se advierte que los recursos perdidos se socializaran entre todos los ciudadanos, porque la filosofía imperante reparte a todos las perdidas y los fracasos, pero los proyectos rentables son de unos pocos privilegiados.

El pueblo colombiano está en una etapa de polarización, que ya nadie niega, entre unos sectores que consideran protegidos sus intereses en el candidato uribista del Centro Democrático, y otros en un candidato que está más allá de los partidos políticos y que suma la expectativa de la mayoría.

Los sectores liberales independientes, la clase media, populares, campesinos, profesionales, estudiantes, amas de casa, todos quienes tiene un afán por el futuro del Cauca y de Colombia, encuentran en Colombia Humana de Gustavo Petro, la Esperanza del mensaje del Santo Papa de América.

Colombia Humana, nos es un partido político, es el sentimiento del alma de la nación, que vibra; que sabe a café, a panela y chocolate; que baila bambuco, cumbia, sotareño y tambor; que madruga con el trabajo, el agua y el sol, es insumisión, cultura, existencia.

Es esperanza para que la vida sea primero, el dinero después, es la recuperación de la salud como derecho fundamental, el ambiente conservación de la casa de todos, la educación cultura colectiva, la tierra principio de equidad, el impuesto motivación a la producción, el trabajo acción dignificante del hombre.

Fácil entender porque Gustavo Petro, encarna el sentimiento de un País que no volverá a ser como antes, que se cansó del engaño, porque encontró la modernidad antes perdida. Gustavo Petro Presidente. Colombia Humana.