WhatsApp en la portería del cielo

Columna de opinión

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Por: Silvio E. Avendaño C.

Tres noticias llegaron al portal del cielo: una de El Osservatore Romano daba cuenta de la llegada de un Papa, una segunda del Correio do Brasil con el funeral de un Papa, y la tercera, del fallecimiento de un nadaísta. 

Así que el portero se dispuso a recibir a cada uno de los personajes. 

Pronto, el recién llegado, pontífice de noventa y cinco años, quien retrasaba su muerte por el temor que tenía de llega a rendir cuentas, al señor de los cielos, al dueño del parque celestial. No tardó en llegar Benedicto. Pero cual no sería su sorpresa cuando se encuentra una manifestación de muchachos quienes protestaban por encubrimiento del jerarca de los casos de pederastia muchos antes de ocupar la silla de san Pedro. No pudo entrar al edén y entonces caminó al purgatorio donde se evaluó la hoja de vida y se consideró que no era conveniente alojar a tal personaje. Y cómo era justo en el infierno no se le admitió dada su condición de teólogo. Así Benedicto tuvo que ser enterrado en las Grutas del Vaticano debajo de la Basílica de San Pedro, con los zapatos negros con los cuales había caminado por los diferentes senderos del cielo, el purgatorio y el infierno.

 El Correio do Brasil lleno de desconcierto al portero del cielo, pero su confusión no disminuyó cuando se le dijo que era el Papa Negro, pues no pudo imaginar que fuera tal personaje anunciado por Nostradamus. Pronto un arcángel le explicó que se trataba del Rey del Fútbol. Entonces vino a la cabeza Pedro del portero, el campeonato mundial de fútbol, cuando Pele cursaba los 16 años para convertirse en la promesa del balón pie. En Chile, a pesar de los inconvenientes y una lesión, pudo llegar al podio. Pero fue en 1966 cuando sin pena ni gloria fue eliminada “la canarinha”. Mas fue en México, 1970, cuando alcanzó la gloria junto con Tostao y Garrincha. Así que la hoja de vida parecía impoluta. Pero pronto al voltear la página apareció un silencio pues su habilidad con la pelota ayudó a la dominación política, con el dictador Castelo Branco. Varías fotos se encontraron en el expediente. Como conclusión no pudo entrar al cielo sino que se le envió a varios años de purga para que su figura estuviese purificada por el fuego.

Y en cuanto al tercer WhatsApp se quedaron a la espera del poeta nadaísta. Incluso salieron del portal y miraron el ascenso, no vieron al personaje, porque Jotamario no ha muerto. Al leer el curriculum vitae se sabe que quiso asustar a la godarria y a la zurda. Lanzó dardos contra Vargas Vila, participó en la quema de María, la novela de Jorge Isaac, mas igual que los compañeros no pudo escribir un relato que superara el Paraíso. Y a la espera del cielo prometido, cansado de hacer desplantes, cae sin pena ni gloría, en la nada de El Tiempo.

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