Gorgona: ¿santuario natural? o “subestación militar”

Columna de opinión

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Por FERNANDO SANTACRUZ CAICEDO

Político-administrativamente, la isla GORGONA pertenece al municipio de Guapi –Cauca-, situada a 28 Km de sus costas. Su longitud es 9 Km. y el ancho 2.5 Km. La máxima altura es el cerro La Trinidad -338 mts-. Vestigios arqueológicos –Castaño, 1984; Dupuy, 2014-, prueban que fue habitada -1300 a.n.e.- por aborígenes precolombinos Sindaguas, provenientes de Nariño y Cauca. Desde la conquista hasta la independencia fue centro de abastecimiento de agua dulce para las embarcaciones que transitaban entre Panamá-Perú. En la década de 1820 Simón Bolívar le concedió la isla al sargento de la Legión Británica Federico D´Croz, en pago por sus servicios a la causa libertadora.  Entre 1960-84 fue convertida en isla-prisión. Las diferentes ocupaciones modificaron la biodiversidad insular –aniquilamiento de aves, roedores, serpientes, lagartos; afectación del 80% de selva húmeda y fuentes de agua-. En 1983 fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad y en 1984 Reserva Natural por el gobierno nacional, con fines de “investigación científica”.  

El PNN La Gorgona abarca 61.688 Has. –territorio insular, 2.4%; área marina, 97.6%-. Contiene los 12 bancos coralinos más extensos y diversos del Pacífico Oriental Tropical, 10 especies de tiburones, 237 de moluscos y 46 de gusanos marinos, rayas, tortugas, lagartos, cangrejos. Los mamíferos incluyen 17 variedades. Su vegetación exhibe multiplicidad de plantas: 430 con flores, 74 tipos de helechos, 89 de briófitos y 5 formaciones selváticas y boscosas. La avifauna reporta 155 familias. Hay 41 grupos de reptiles, 18 de serpientes, 7 de anfibios. Su alta pluviosidad originó 2 lagunas -Tunapurí y Ayantuna-, hábitat de babillas -caimán chiapasius-. Cuenta con 25 arroyos de aguas limpias –época normal- y 75 en tiempos de lluvia. Sobresalen grupos marinos de marsopas, delfines, cachalotes y yubartas -ballenas jorobadas-. Por sus riquezas naturales, selva húmeda tropical, arrecifes coralinos, sistema marino e insular, es considerada un SANTUARIO DE FAUNA Y FLORA.   

El programa de gobierno del Pacto Histórico –“1.1. Mares y Costas Revitalizadas”-, establece la recuperación, protección y reavivamiento de mares y costas, reconociendo la diversidad biológica y cultural. Defensa de los ecosistemas marinos y las áreas territoriales. Economía inclusiva con industrias pesquera y turística. Eliminación de riesgos asociados al cambio climático, contaminación y ocupación de playas, destrucción de manglares y arrecifes coralinos, desplazamiento de fauna marina y empobrecimiento de pescadores y comunidades costeras. En noviembre de 2022 el presidente Petro sancionó el acuerdo de Escazú, instrumento jurídico para proteger los ecosistemas amenazados o vulnerados y a sus defensores. Recientemente la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza –UICN- incluyó “aguas colombianas importantes para los mamíferos marinos”, delimitaciones para preservar la fauna afectada por la navegación y atrapamiento industrial ilegales, contaminación, choque con los animales, sin detrimento de la pesca, tránsito de embarcaciones, ni el turismo. 

Hace 35 años se implementan en la Gorgona procesos de salvamento y rescate ambiental. Sin embargo, la Armada Nacional pretende construir una “SUBESTACIÓN MILITAR” -muelle, radar de vigilancia, tanque de almacenamiento para 7.000 Gls. de combustible y tres edificios militares- financiada por la Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos de EE.UU., profanación que ¡arruinaría el esfuerzo realizado en restaurar los ecosistemas de la isla!, VIOLANDO FLAGRANTEMENTE LOS COMPROMISOS DEL GOBIERNO EN LA CONSERVACIÓN MEDIOAMBIENTAL y frustrando procesos que han transformado la isla en un “laboratorio viviente”, llamado “Isla Verde” por la UICN. 

La Agencia Nacional de Licencias Ambientales –ANLA- otorgó ilegalmente permiso para construir la “pequeña subestación” en la Gorgona -2015-, quebrantando sus procedimientos, ignorando las recomendaciones para restaurarla, desestimado los impactos ambientales y su vulnerabilidad –87% de sus ecosistemas en recuperación-. La subestación devendrá en GRAN BASE MILITAR NORTEAMERICANA, ¡determinada por su voracidad imperialista! –dominio total del Pacífico-, irreconciliable con las prioridades colombianas de preservación, investigación, enseñanza y ecoturismo vigilado. Además de la soberanía nacional corren peligro la recuperación de la isla, selva, flora y fauna. EXIJAMOS RESUELTAMENTE AL GOBIERNO EL CUMPLIMIENTO DE SU PROGRAMA Y DE LOS COMPROMISOS INTERNACIONALES. ¡DEFENDAMOS FÉRREAMENTE EL PNN LA GORGONA!

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