Blancos, indios y negros

Editorial

Por: Marco Antonio Valencia Calle

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Twitter: @valenciacalle

La cantante Marbelle se vio obligada por un juez –y la presión ciudadana–, a declarar públicamente que sus palabras descalificadoras contra la candidata a vicepresidente de la república, Francia Márquez, fueron racistas; algo que además de ser políticamente incorrecto en el mundo actual, da cuenta de una educación deplorable

Pero siendo sinceros, el racismo aún existe como  ideología y el  sentir de mucha gente en un mundo analfabeto socialmente; a pesar de los esfuerzos para erradicar un fenómeno que dice más de la ignorancia del racista… que lo que  dice de la víctima.

El racismo viene desapareciendo del planeta Tierra, después de miles de luchas (con muertos incluidos), de millones de personas pidiendo ser tratadas como seres humanos iguales unos a otros, porque la ciencia así lo confirma.

Por otra parte, el racismo se dio en tiempos sombríos de la ignorancia mental y cultural de los pueblos, donde los blancos se creían hijos únicos de Dios. En pueblos de montañeros donde se pensaba que otras razas diferentes a los blancos de piel, eran inferiores y estaban destinadas al servicio doméstico o simplemente,

La esclavitud de hombres negros e indígenas se dio, entre otros factores, por el racismo. Algunos esclavistas pensaban de buena fe que los negros e indígenas eran inferiores mental y espiritualmente y no tenían condiciones para liderar o ser dirigentes de nada. La historia ha demostrado todo lo contrario.

Nelson Mandela, por ejemplo, quien sufrió en carne viva los oprobios de la raza blanca contra los negros de Sudáfrica cuando logró a través de las urnas un cambio de rumbo en su país, y la terminación de lo que se llamó el apartheid –que no era más que la legalización del racismo a través de leyes obtusas–, escribió: “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”.

Al crearse un sistema educativo, el hombre comenzó a generar soluciones a las miles de preguntas que tenía, a dar respuesta a sus necesidades, pero al mismo tiempo, se dio la oportunidad de pensar y reflexionar científicamente asuntos socioculturales como el racismo y la xenofobia.

El desarrollo y la transformación de los pueblos se lograron con educación. Las sociedades más avanzadas son la que dedican más recursos y tiempo a educar a sus pobladores. Y no es gratis que hoy hablemos de “progresismo” como una corriente social que busca que naciones en vías de desarrollo se pongan a tono moral, intelectual y espiritualmente a los países desarrollados.

En ese sentido, hay que decir que el himno del departamento del Cauca, de donde es oriunda la hoy vicepresidenta de Colombia Francia Márquez, tiene una de las letras colombianas más bellas por la contundencia de sus mensajes en contra del racismo; un mensaje tan poderoso que en todo el país debería cantarse o por lo menos analizarse.

El poema de Gustavo Wilchex Chaux convertido en himno, dice en su IV estrofa:

Blancos, indios y negros
una sola ilusión
Hijos de la misma tierra
Frutos de la misma flor.

Coletilla: Trabajemos todos para erradicar el racismo de nuestra sociedad.

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