La tiranía del “Like”

Columna de opinión

Por: Javier Orlando Muñoz Bastidas

S

e debe sonreír siempre, aunque no haya motivos e, incluso, aunque las circunstancias no sean meritorias de una sonrisa. Sonreír siempre, tener una actitud positiva siempre, saludar efusivamente, preguntarle al otro por su vida, aunque no nos importe, sólo preguntar porque esa es la actitud adecuada para que recibas un buen puntaje. Si algo te disgusta debes callar, es más: no puede ser posible que algo te disguste. Lo único que puedes hacer es evadir y, de nuevo, callar. Todos te califican y tú calificas a todos. Si das un puntaje alto es porque también esperas recibir un puntaje alto; si das un puntaje bajo, debes esperar lo mismo. Pero, ¿cuál es el sentido de los puntajes bajos? ¿son la expresión de un disentir? ¡No! Hay al menos tres sentidos de los puntajes bajos: una acción equívoca y culposa, una transgresión a las normas de comportamiento y la del impacto de los individuos básicos.

Nos estamos refiriendo, por supuesto, al episodio “Caída en picada” de la serie Black mirror, dirigida por Charlie Brooken. En donde se presenta una sociedad en la que los desarrollos tecnológicos permiten lo mencionado antes. Se ha implantado un dispositivo en los ojos de los individuos, que está conectado a los equipos móviles, que permite visualizar el puntaje y toda la información de los otros individuos, en lo que podríamos denominar un panóptico tecnológico, en el que todos son mirados y vigilados por todos. Esto es importante, porque en el episodio nunca se presenta una figura de poder que controle el sistema de puntaje, sino que se genera una auto-dominación entre los mismos individuos de dicha sociedad. Por supuesto que hay figuras de autoridad, como aquel que le quita 1.0 punto a Lacie (la protagonista del episodio) durante 24 horas, o como los que la sacan de la fiesta de boda de su “amiga”. Incluso cuando Lacie pierde todos los puntos, es encerrada también por unas figuras de autoridad en una prisión institucional. Las formas de poder institucional, tal como las estudió Foucault, funcionan. Pero la gran diferencia es que en esta sociedad no hay un poder que controle y regule el intercambio de puntos entre los individuos, de hecho: no es necesario ese poder.

No es que ese poder no exista, lo que sucede es que no necesita evidenciarse. La auto-dominación que los individuos ejercen unos sobre otros, no es una afirmación de la autonomía, sino que es un sometimiento esclavizante del individuo mismo. El poder al no ser evidente, al ser invisible e inmanente se hace más eficaz. Ya no son necesarias las instituciones, ni los discursos: lo que somete al individuo es el puntaje que le asigna continuamente el otro. La tiranía del Like y del Click.

Por supuesto que lo anterior debe llevarnos a pensar el mundo contemporáneo, que no está nada lejos de lo que se presenta en Black mirror. Los individuos actuales también tienen un puntaje, sólo que invisible. Tienen un puntaje que sólo lo sabe el Big Data: dispositivo de inteligencia artificial que almacena toda la información del individuo, para ofrecerle productos a la medida (microtargeting) y para influir sobre sus deseos y pensamientos, al punto de configurarlos. Para Byung Chul Han las redes sociales son la nueva forma de controlar y someter al individuo, sólo que de forma seductora. La inteligencia artificial tiene la capacidad de interpretar la información del individuo, pero también tiene la capacidad de crear perfiles de individualidad e imponerlos sobre el individuo. Podemos afirmar que la mayoría de los individuos actuales son: individuos hechos a la medida, son “individualidades” creadas que se asumen como propias.

Pero hay un punto que consideramos importante y es que el individuo permite ese sometimiento. Esto lo vemos muy bien en el episodio, cuando Lacie siente cierta angustia porque su puntaje no sube. Primero intenta lo normal: selfies felices, tiernas, prósperas, la selfie con el osito de la adolescencia fue efectiva porque hizo que su “amiga” la invitara a su boda. Pero después tuvo que recurrir a un asesor de la empresa Reputelligent, que se dedica a eso: a dar asesorías para el aumento de puntaje, donde le dieron una información y un consejo fundamentales. La información era que ella recibía puntajes altos, pero de gente básica o de bajo perfil; el consejo era que debía cambiar sus vínculos y empezar a relacionarse con personas o, mejor, con puntajes altos. Si interpretamos bien el asunto es: un 5.0 de alguien de bajo perfil, no es tan importante como un 4.5 de alguien de alto perfil.

Lo que vemos es una clara crisis de los vínculos y de los procesos empáticos. Como afirma Bauman, en el mundo contemporáneo el otro es sólo un instrumento para los fines e intereses particulares. Incluso podemos hablar de una doble instrumentalización: uno utiliza al otro, el otro se deja utilizar y también utiliza al uno, pero sin crear vínculos significativos. Un vínculo significativo implica una afirmación del otro y una responsabilidad con el otro. Lo mismo sucede con la empatía, que es la capacidad de sentir el dolor del otro. En la crisis de vínculos actuales, la empatía se pierde en la instrumentalización del otro y en el narcisismo. La tiranía del Like tiene como fundamento, el desarrollo de los procesos narcisistas del individuo. Pero el punto problemático, lo que hace que nuestra sociedad esté en una crisis inédita, es que sin la afirmación del otro y sin la empatía, no puede darse una auténtica afirmación de sí. Por eso las selfies son una farsa: son la exhibición de un yo inflado, pero vacío y carente de sentido.

Pero aun así la intención de subir puntaje es consciente y deseada. Además, es a partir del puntaje que funciona el sistema social. Cuando Lacie, que es un 4.2, quiere ir a vivir a un barrio mejor, le dicen que los 4.5 obtienen un 20% de descuento en la renta, en algo que se llama: Programa de máximos influyentes. Lo mismo cuando va a viajar: la calidad del servicio depende del puntaje. El sistema de control y sometimiento es tan eficaz, que nos hace desearlo.

Por eso no debes gritar nunca, ni quejarte, ni disentir. No debes perder nunca la compostura. Recuerda que eres el prototipo de un individuo, al que debes hacer todo lo posible por parecerte. Nada de pensamientos negativos, aunque tu vida carezca de sentido. Enfócate y proyéctate. Comprende que todo pasa por algo y todo tiene un por qué. No critiques, aquellos que critican siempre tendrán un puntaje muy bajo. No te excedas, todo exceso te llevará a un puntaje de 0.0 y ya sabes dónde terminan los 0.0. Aliméntate bien, practica uno o varios deportes y acuéstate temprano. Recuerda que mañana tienes que sonreír.

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