Hoy es el día de las personas mayores

Editorial

Por: Marco Antonio Valencia

“Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes.”

–William Shakespeare–

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e alguna manera, hoy es el Día Nacional de los Abuelos, de los viejos, de la senectud, de las personas que cruzan el camino de la edad dorada.

Es bueno que existan días nacionales o internacionales para sensibilizar a la sociedad y a los gobiernos acerca de ciertos temas cruciales de nuestro mundo actual. En este caso en particular, celebramos y tomamos más conciencia frente al cuidado, la inclusión y el respeto que se merecen las personas con edad y experiencia en la vida.

Es bueno tener una fecha especial para que, quienes hemos tenido la oportunidad de vivir muchos años, agradezcamos y brindemos por ello. Y claro, una oportunidad para recordarnos que tenemos un gran compromiso con nosotros mismos y con la sociedad. Ya lo dicen los expertos: la prevención y el cuidado personal es más importante que el cuidado médico.

Que la prensa hoy ponga de manifiesto –de forma clara y contundente ­– que no queremos ser ni somos una carga, y que, por el contrario, invite a muchos adultos mayores a convertirse en fuentes de historia, de conocimiento y de experiencia! Se vive largo cuando se tienen hábitos saludables, un secreto que estamos dispuestos a compartir.

Si bien existen campañas para el cuidado de la salud y el bienestar en la vejez, es necesario que en los hogares se realicen actividades para organizar entornos de protección y apoyo para los abuelos y mayores de 60 años. La actitud positiva, la felicidad y el optimismo en la vejez requieren compañía.

La mayoría de los casos de maltrato hacia los abuelos está dada por la negligencia en su cuidado, o porque algunas personas se niegan a escuchar sus demandas y necesidades.

Incluso, hay violencia física y psicológica por la falta de paciencia y tolerancia por parte de cuidadores que, desesperados, terminan gritándoles y tratándolos como niños. Por ende, cualquier persona que pretenda cuidar a un anciano debe capacitarse e instruirse sobre el tema. No por nada existe la geriatría como especialidad de servicio en salud.

Es triste saber que en muchos lugares la experiencia, los conocimientos y los aportes intelectuales y espirituales de los adultos mayores no son tenidos en cuenta, y se convierten en patrimonio invisible y desatendido. Sabemos que el error de muchos adultos mayores es  juzgar el mundo de hoy con los ojos y los criterios de ayer, negándose a dialogar con el presente para poder aprender otras maneras de hacer, vivir y pensar, y creyendo que, necesariamente, todo tiempo pasado fue mejor; pero siempre hay caminos de entendimiento e intercambio de sabidurías, cuando se quiere.

En el siglo XXI tendremos más “jóvenes de la tercera edad” que en ninguna otra etapa de la historia, y ello implica demandas de protección, bienes y servicios que los favorezcan; se tiene que invertir más en temas de salud y gerontología, en pensiones y protección social, y en programas sociales que le permitan a los adultos vivir con calidad y aportando a su contexto vital integral.

Como colofón de esta editorial, reproducimos tres ideas claves para la reflexión en el momento de pensar en la edad dorada:

“La vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza”.

 –Proverbio Hindu

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“Saber envejecer es la obra maestra de la vida, y una de las cosas más difíciles en el arte dificilísimo de la vida”.

 –Amiel

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“El elixir de la eterna juventud está escondido en el único lugar en donde a nadie se le ocurre buscar, en nuestro interior”.

–F. Javier González Martín