Peralta, la gloria del fútbol que nació en Popayán

El importante trabajo de Mario Peralta en el fútbol profesional lo ha llevado a grandes equipos nacionales e internacionales.

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Por: Leidy Capote López

ario Andrés Peralta Balanta Nació en Popayán, vivía en la zona norte, más exactamente en el barrio San Ignacio. Cuenta que su madre nació en Popayán, sin embargo, se crió en la zona del Patía y Santander de Quilichao, mientras que su padre es oriundo de Capellanias, en el Patía, pero como cosas del destino llegó desde muy joven a vivir a la ‘Ciudad Blanca’, hizo sus estudios en el colegio INEM “Francisco José de Caldas” y poco después conoció a la mujer con quien formaría su hogar. 

Mario tiene dos hermanos, Heidi Peralta, quien ejerce como fisioterapeuta profesional y su hermano Adrián Peralta, licenciado en educación física, también se dedicó al fútbol e hizo parte de Codeporcauca, sin embargo, tiempo después decidió dedicarse a la universidad.

Desde muy joven Mario Peralta formó parte del equipo América de Cali, donde consiguió varios triunfos. /Fotos: Suministradas.
Con su destreza y habilidad en el fútbol logró llegar a clubes internacionales donde también logró brillar.

Sus acercamientos con el deporte del balompié

Corrían los años 80, Mario Andrés contaba con nueve años de edad aproximadamente, estudiaba en la Julián Uribe Uribe, una humilde escuela ubicada en el sector El Placer, al norte de Popayán. Fue precisamente ahí donde comenzó a conocer del fútbol, ese deporte en el que no existían limitantes para ejercerlo, era simple; una cancha improvisada y un balón que resistiera cada puntapié de los pequeños jovencitos, que veían inalcanzable el sueño de, algún día, pisar una cancha tan grande como la que alcanzaban a ver en la televisión.    

“Jugaba fútbol en mi colegio y nos tocaba ir a jugar con el colegio Los Andes, fuimos y, pues se ven los niveles económicos, el colegio de nosotros era más humilde, me acuerdo tanto que los chicos de ese colegio me preguntaron si quería jugar en ese equipo con ellos, yo no entendía, entonces el profe me dijo: -es que ellos quieren que juegues acá y te vamos a dar una beca en el colegio-, entonces fue ahí cuando yo empecé a sentir que jugaba bien”, recuerda Mario Peralta.

“Tiempo después me fui a estudiar al colegio Liceo Nacional Alejandro de Humboldt, donde hice solamente sexto y séptimo de bachillerato, porque dentro de ese tiempo llegue a las filas de Alberto ‘Tico’ Balcázar y Carlos Julián Burbano, a una escuela que se llamaba Codeporcauca, la cual era patrocinada por la Lotería del Cauca, donde estaban los mejores chicos que jugaban al fútbol de todo el departamento del Cauca y de la ciudad de Popayán”.

Cuenta que, estando en Codeporcauca se le dio la oportunidad de ingresar a las filas del América, uno de los clubes más grandes de Colombia, con Pedro Antonio Zape. Más o menos, en el año 1987 llegó a las inferiores para seguir sus estudios y vincularse al gran América de Cali, contando con tan sólo 14 años de edad.

“Nosotros habíamos jugado en las canchas del Sena, un partido contra la pre juvenil de Pedro Antonio Zape y me fue bien, me acuerdo que él habló con Tico Balcázar y le dijo que me quería para un torneo internacional de clubes que había en Venezuela, pero en ese tiempo mis papás no tenían conocimiento de ese tema del fútbol, del tener que irse a jugar a otra ciudad a un equipo como América y mi familia no era tan futbolera, ahora sí les gusta el fútbol por nosotros. Entonces esa oportunidad no la tomé”. 

Sin embargo, tiempo después, se construye el complejo de la Villa Olímpica, las canchas, y el profesor Tico Balcázar regresa a realizar un partido, otra vez con el América y ya no era la Pre Juvenil sino la  Juvenil. “Cuando jugamos en el Sena les empatamos 4 – 4 y cuando jugamos en la inauguración de las canchas de la Villa Olímpica quedamos 3 – 3, fue ahí donde el profe Pedro Antonio Zape me dijo que cuándo me iba para Cali, -te queremos allá-. Hablé con mi mamá, pues le dije que ya me habían hablado dos veces y que yo me quería ir para Cali, entonces ella se preocupó más por la parte académica, pero habló con mi abuela, quien en ese momento vivía en Cali, y ella se hizo cargo de mí, allá”. 

Una vez en Cali, logró ingresar a un colegio que le buscaron sus tías, pudo terminar el bachillerato y se vinculó al América. “Fue muy duro jugar y estudiar, porque América es una exigencia muy fuerte, tienes que entrenar casi todos los días, entonces estudiar y jugar al fútbol era duro, lo periodos de tiempo para almorzar e ir al sur a entrenar era complejo, pero gracias a Dios lo asumí de la mejor manera  con el apoyo de mi familia”.

“Hoy en día uno dice, elegí bien, le agradezco a mi familia por el apoyo para seguir estudiando y eso es lo que los chicos deben de complementar; el estudio con la parte deportiva, yo pienso que fue muy importante terminar mis estudios, pues cuando llegué al colegio estudié con chicos de Boca, Cali, Sarmiento, pero algunos no terminaron sus estudios y años después, por muchas cosas se les acabó su carrera en el fútbol, entonces uno ve que prepararse en la parte académica y en lo deportivo es muy importante”.

Llegó a vivir a la Casa Club del América, donde convivió con jugadores como Jhon Viáfara, Robinson Zapata, Fabián Vargas, Kilian Virviescas, Andrés Pérez, entre otros.
Un deportista payanés que se hizo a pulso en el fútbol.

 

Cambios Importantes 

Después de pasar por las ligas menores del América, ser goleador en campeonatos de la Liga Valle Élite, por encima de jugadores que se consagraron en el fútbol colombiano, llegó a vivir a la Casa Club del América, donde convivió con jugadores como Jhon Viáfara, Robinson Zapata, Fabián Vargas, Kilian Virviescas, Andrés Pérez, entre otros. 

“Recibimos el apoyo del América desde la parte interdisciplinaria, con buenos  psicólogos, nutricionistas, teníamos todo para triunfar. Siempre  las nóminas eran muy fuertes, no era como el América de hoy en día que, es un América fuerte, pero en el tiempo de nosotros habían muchas estrellas, demasiadas, entonces llegar al primer equipo no era tan fácil, pero estar en la segunda división de América era un privilegio porque estaban los mejores jugadores a nivel nacional. Tuve la fortuna de estar en Segunda División, después de estar en pre juvenil B, pre juvenil A, juvenil B y juvenil A,  2 años en la Segunda División con Jaime De la Pava y con Nelson Abadía, hoy actualmente técnico de la Selección Femenina de Mayores”. 

De esta manera, Mario Peralta tuvo un recorrido muy importante, en ese tiempo disputaban dos finales de primera C, en la que se ganaba la ficha para la primera B, algo que quitó el fútbol colombiano actualmente y que según Peralta es un tema controversial, debido a que, ha hecho retrasar al fútbol colombiano, pues antes se ascendía a la B y ahora ya no hay descenso. “Eso es lo que están peleando que vuelva el ascenso de la C, donde nosotros fuimos campeones y sub campeones”.

Estando en segunda división conoció a la madre de su hija, Laura Marcela quien actualmente cuenta con 22 años de edad, “pienso que los hijos son bendición, pero ese no era el momento, entonces empieza acelerarme la vida, yo estaba en Segunda División, ganaba un poco de dinero, pero las exigencias económicas iban aumentando. Tuve la oportunidad de ir al fútbol de Suiza, por medio de un representante, pero no me dejaron, después tuve la oportunidad de ir al Quindío, pero tampoco se pudo. Después, tuve la oportunidad de ir al deportivo Pasto, Félix Quiñones y el profe, ‘el matemático’ Otero”. 

“Luego, se me da la oportunidad, por primera vez, de ir al exterior a Trinidad y Tobago al equipo Joe Public, ya tenía un salario en dólares, en ese tiempo mi primer sueldo fue 750 dólares, que era mucho más de lo que me ganaba en Colombia”.

Regreso a Colombia

“Llegué a Colombia con la ilusión de poder irme a otro fútbol y se me dio la oportunidad de irme a Argentina a un equipo que se llamaba Chacarita (Club atlético Chacarita Juniors) y por medio de un directivo de América se me dio esa posibilidad. Estuve con una familia del Ordenato Damiani, ellos se hacen cargo de mí y de mis gastos. Después me fui a Bogotá y empecé a entrenar con La Equidad, que hoy en día está en el fútbol profesional,  en ese tiempo estaba en la C. Me había preparado muy bien para viajar al fútbol argentino y faltando tres días  tengo una lesión de esguince de segundo grado, y no puedo viajar a Argentina”. “Luego de un tiempo me recupero y me quedo en un equipo del Santa Fe, el equipo Cóndor, ahí me encuentro con grandes  jugadores como Aldo Leao Ramírez, Necoclí Martínez  y se arma un equipo importante de la B. Se dio una oportunidad para irme a Bucaramanga estando en el Deportivo Cóndor, en ese tiempo estaba el profe Barrabás Gómez, de la selección de Italia, el Bolillo Gómez y Pacho Maturana”.

Su paso por Costa Rica

Después de un largo proceso profesional en el fútbol, Peralta es convocado por el Club Sport Herediano, un equipo de los grandes en Costa Rica, ha quedado 21 veces campeón y con mucha historia deportiva, su Estadio queda dentro de la ciudad y cuenta con una gran hinchada roja amarilla. 

“Es un equipo muy poderoso, después contratan a los colombianos Carlos Asprilla y Jorge Salcedo, entonces eso era un equipazo. En Costa Rica jugué en Heredia, en Carmelita, en Águilas Guanacastecas y ese fue mi recorrido durante 5 años, dejé muchas amistades, puertas abiertas, es un país muy bonito”.

Se desempeñó como entrenador del Sena, durante 9 años, destacándose con cada uno de los equipos que tuvo.

Después de Costa Rica jugó en Uruguay, en Colombia en equipos de la B, en Atlético Popayán, en el Tanque Siley, en Girardot Fútbol Club, en el fútbol Africano.  Grandes experiencias y grandes glorias le dio al fútbol nacional e internacional, Peralta sin duda fue uno de los grandes exponentes del fútbol colombiano e hizo historia en cada uno de los equipos a los que perteneció.

Su paso al costado en el Fútbol

“Me retiro del fútbol y se me presenta la oportunidad de estudiar, me dedico a seguir preparándome como Técnico en Recreación y Deporte, Tecnólogo en Trabajo Deportivo y directivos del Sena me dan la posibilidad de trabajar ahí, donde permanecí durante 9 años. El Sena es mi casa también, me quieren mucho estuve en muchos procesos deportivos, ahí me hice como entrenador, venía trabajando con niños de 5, 10, 12, 14  años, sub 16, con Liga Deportiva Popayán, con Águilas FC, con Nuevo Águilas y después cree mi escuela con mi apellido: Peralta Fútbol Club”.

Su llegada al equipo Ñañas de Ecuador

“Yo vengo a pasar vacaciones a Ecuador con mi pareja actual, Leidy Carolina Muñoz, siempre vamos a diferentes lugares, pero escogimos este porque ella trabaja acá en este país. El primer mes estuve tranquilo, pero llega una semana donde me ásaro y le digo a ella que me devuelvo para Colombia, yo no puedo estar así, a mí me hace falta estar trabajando, entrenando, estudiando, porque igual sigo estudiando sacando las licencias de fútbol. Entonces me acerco al Ministerio de Deporte en Ecuador y les comenté que quería dejar mi hoja de vida para ver qué vinculación podía tener acá en fútbol, pues mi pasión es ser entrenador siempre”.

“Me presenté con el profe Francisco y le comenté de toda mi carrera, la trayectoria que he tenido y le gustó, pero me dijo que necesitaba un preparador físico y no un entrenador, porque el entrenador es él y el asistente ya estaba, entonces le dije que lo podía hacer y después de una serie de pruebas que tuve que presentar, me gané ese puesto”.

“Firmé contrato, conocí a los directivos, la gente contenta con el trabajo que venía realizando, hice una buena pretemporada con el equipo. Yo manejo la parte física del equipo, todo lo que es la parte de espacio reducido, trabajos tácticos, lo que concierne hoy en día a ser un modelo de juego. Me sigo preparando y al lado del profe me he seguido potenciando más, por lo tanto se ha logrado que el equipo esté bien y logremos ratificarlo”. 

La final de la Copa Libertadores, uno de los mejores logros de Ñañas  

“Nosotros en la fase del grupo, fuimos segundos, atrás de Independiente del Valle con quien nos tocó jugar la final el pasado domingo a las 3:00 pm, en el Estadio del Banco de Guayaquil. Terminamos la fase de grupos, segundos y nos toca los primeros play off, contra la Liga de Quito”.

“Ñañas es un equipo que viene luchando desde hace 6 años, no tiene cancha propia para entrenar, es alquilada, no tiene Estadio propio para jugar, es alquilado, pero es un equipo que viene con un proceso serio con buenas  jugadoras, con un gran proceso técnico que le ha dado la identidad de juego para estar donde está. Jugamos los play off con el equipo liga e íbamos de visitantes; quedamos 3 – 0 un partido increíble, nuestras jugadoras hicieron un excelente juego. Después, fuimos de local quedando 0 – 0 y pasamos esa fase eliminando a Liga de Quito. Luego nos fuimos a enfrentar al Barcelona que es un equipo históricamente estructurado, jugamos el primer partido de local contra Barcelona y ganamos 4 – 0 en casa, una tarde de ensueño, porque salió todo muy bien”. 

El pasado domingo Ñañas alzó la Copa como campeonas de la Copa Libertadores en Ecuador, un logro más de la mano de Peralta.

“Fuimos a jugar de visitantes a Guayaquil y empezamos ganando 1 – 0 pero, después, nos empataron 1 – 1 y se metió el equipo enzima faltando 25 minutos, pero bueno, con 10 jugadoras logramos el 1 – 1 y este partido con Barcelona nos dio el pase a la final de la Copa Libertadores, uno de los torneos más importantes a nivel mundial”

Cabe destacar que, el pasado domingo Ñañas alzó la Copa, siendo la primera vez que este club femenino se corona campeón, ganándo la final a las Dragonas del Independiente del Valles. El club Ñañas, por ser campeón del fútbol ecuatoriano será parte del Grupo B, junto a Defensor Sporting (Uru), Boca Juniors (Arg) y Ferroviária (Bra).

De esta manera, el Nuevo Liberal resalta la labor del futbolista y ahora preparador físico, Mario Peralta Balanta, una trayectoria que no ha sido fácil y precisamente por ello se hace aún más valiosa. Hoy, este orgullo payanés cosecha triunfos en Ecuador y deja en alto el nombre, no sólo del país, sino del departamento Caucano y la ‘Ciudad Blanca’ de Colombia.