La Universidad del Cauca implementa cátedra de música del Pacífico, estudiantes y egresados hacen parte de un proyecto que exalta la marimba de chonta y la diversidad cultural de los sonidos colombianos.
Por: ANGÉLICA ALEY
El Nuevo Liberal
La cátedra de música del Pacífico, es una iniciativa del vicerrector académico, César Alfaro, quien implementó la materia como una electiva para todos los estudiantes del departamento de música, y aprobó la compra de instrumentos con la Fundación Palma de Chonta, que son fabricantes de instrumentos típicos de la región pacífico.
La cátedra inició en febrero con la coordinación de Salomé Gómez, una jóven marimbera de Guachicono, Bolívar, quien hace poco culminó sus estudios de música en la Universidada del Cauca. Hoy es la encargada de dirigir la cátedra con sabores musicales del pacífico. Salomé comenta que iniciaron el proyecto con ocho talleres que contaron con la participación de maestros del río Telembí, con el maestro Hugo Candelario, Enrique Riascos de la agrupación Herencia de Timbiquí, Fabián Molano, Lady Riascos, entre otros cantautores. Tras culminar los talleres se instauró esta cátedra como electiva artística en la Facultad de Música.
Hoy, como docente, Salomé Gómez dice que la electiva ha tenido un éxito rotundo, el ensamble cuenta con treinta y ocho personas que han logrado crear una atmósfera que permite a sus integrantes sensibilizarse con otras músicas; músicas propias que pueden interpretarse en un espacio como la academia. Lo conforman guasá, bombos y marimbas de chonta. Alex Zora, estudiante de Música de la Universidad del Cauca, menciona que traer la marimba a la universidad es maravilloso, porque permite que se interesen más por esta música. “He sido músico desde muy pequeño y he traído la tradición por mucho tiempo, pero pienso que ahora ensamblar la academia con todo lo tradicional que traigo, ha hecho que crezca muchísimo más, es un paso perfecto para mi carrera musical.”, agrega.
Juan Felipe Molano toca una de las marimbas y canta fragmentos de las piezas musicales que interpreta dentro del ensamble. Para él, esos espacios musicales son de mucha entrega, son momentos espirituales. “Son momentos para generar música de ritual, música para sentirse conectado con uno mismo y con Dios por medio de la música”, añade que esto es también un impulso de la música popular para la improvisación, que ellos están logrando otras formas de hacer vibrar la música, que puede convertirse en algo académico sin perder lo tradicional.
El ensamble hará su clausura el próximo 28 de julio, en el Paraninfo Francisco José de Caldas, a las seis de la tarde con su cátedra de músicas del Pacífico. Convergerá la pasión musical de intérpretes y asistentes, donde se exaltará la diversidad cultural. “Hay pianistas, chelistas, guitarristas, bajistas, todos ellos tocando marimba, hay cantantes de agrupaciones reconocidas, gente con mucho recorrido, otros que son del Pacífico, otros que no. Es muy bonito porque cada quien asimila la música de manera distinta, de acuerdo a su experiencia, pero hay una característica y es que cuando estábamos haciendo la música, empezamos a hacer uno solo”, concluye Salomé Gómez.