MI TATARATATARA TIO EL PINTOR

Inspirado en la película “El loco de pelo rojo” con Kirk Douglas como Van Gogh.

Por: Felipe Solarte Nates

-Gracias amigo por invitarme a ver la película sobre la vida de mi tataratatara tío Vincent… con el poder que tiene el cine me ayudó a imaginarme lo que pudo haber sido el tormento cotidiano que consumió a mi pariente… magnifica la actuación del actor…

-Kirk Douglas, el papá de Michael… en esa época estaba por ahí de 35 años, al igual que Anthony Quinn quien hace de Gauguin… unos papeles los verracos, la cinta debe haber sido filmada ser por ahí, a finales de los 50-

– Muy buenos actores y ambientada de maravilla… ¿Quién iba a pensar que la vería en Popayán? Después de tantos años errando por el mundo y ahora, que llevo unos meses cambiando de clima en esta ciudad pequeña y acogedora para quienes estamos cansados del ajetreo diario en las metrópolis.

-Me cuenta Pedro que eres descendiente de Van Gogh, el pintor y viéndolo bien te pareces por el pelo color zanahoria que se ve en los autorretratos-

-En realidad, por mi forma de enfrentar la vida poco me interesó lo relacionado con la familia-

-Pero con un pintor tan famoso es mucho descuido-

-Hermano, desde temprano preferí lanzarme a enfrentar al mundo rechazando el estilo deshumanizado de esta sociedad, caníbal y depredadora que marcha sin barreras a destruir lo que resta de vida en este planeta único… Me gustaba la música dura, anduve por las orillas… ligero de equipaje. Eso sí, siempre leí y sobre todo literatura, aunque ahora lo hago con mayor frecuencia que cuando estaba joven y alborotado por gozarme la vida sin control-.

-No jodas, no te creo que nunca te interesara por averiguar sobre la vida de tu pariente lejano van Gogh… un man tan virtuoso y trágico-

-En realidad desde niño y adolescente viví encerrado en mi mundo. Hace poco a medida que maduré, me interesé por conocer la historia del pariente, porque con la experiencia de los años encontré vasos comunicantes entre nuestras almas… sobre todo, en la transgresión de las ideas y comportamientos en relación a las sociedades donde nos tocó vivir.

Claro que yo no soy un gran artista, -pues me dedico a vivir de las artesanías, collares y adornos que elaboró con los hilos, fibras, semillas, plumas y demás bellezas que nos brinda la tierra- pero también sobrevivo al día y en los extramuros de la sociedad… como tampoco lo fue reconocido en vida mi tataratatara tío Van Gogh… eso se aprecia en la película… dedicado noche y día a garabatear sus bocetos… buscando perfeccionar la técnica y desentrañar la esencia, los efectos de la luz en los paisajes, colores vitales, las sombras, en los gestos y actividades cotidianas de los mineros, campesinos, aldeanos y personajes que encontró en los campos y cafés de Arles, Bretaña, en Paris, mientras sobrevivía con estrechez, gracias a la ayuda de su hermano Theo… ni podía vender sus pinturas, que no eran del gusto de la época… eso fue lo cruel, ya hablé bastante ¿Cómo te pareció la película?

– Hum… bueno que te puedo decir… Me gustó, con la propiedad que tiene el cine y una buena cinta, me complementó la lectura de artículos y libros, pues el teatro, el cine y la televisión, gracias a un buen texto o guión asimilado en esencia por un director capaz y bien interpretado por verdaderos actores que estudien y asuman la personalidad de sus personajes, nos acercan más a ellos en sus dichas y miserias cotidianas… en sus pensamientos y en el caso de los artistas en las profundas motivaciones y dioses y demonios interiores que los consumen y emergen en sus obras y en el caso de Vincent, en la explosión de amarillos y rojos encarnados en sus girasoles y flores que eran una proyección del magma interno… de ese volcán en actividad permanente que era su alma mística… apasionada, desbordando en sermones intensos y revolucionarios para la época, que con aire de fanático les dirigía a los mineros del carbón, como se ve en esas escenas inolvidables… estos no lo comprendieron y terminaron dejándolo sólo… hablándoles a las paredes de los socavones, como predicador fracasado…

-Perdona que te interrumpa… me llamaron la atención las escenas en que se muestra el amor salvaje que sintió por su hermosa prima viuda, con un pequeño hijo… ella lo rechazó por la vehemencia que brotaba de sus ojos y la cara de loco que mostraba cuando intentó besarla a la fuerza y con fervor le expresó su adoración invitándola a casarse, sin dinero en el bolsillo y sin tener donde vivir fuera de la casa de sus padres, que ya no lo aguantaban, al igual que su avergonzada hermana menor, en edad de casarse… preocupada por los cuchicheos de sus amigos y vecinos al dejar de visitarla debido al raro comportamiento de poseso de su hermano él pintor, mirado raro por su presentación personal…

-Ja, ja,..perdona que te corte… ese man era un loco… recuerdo esas escenas donde usaba un abrigo de cuero de oveja rústicamente curtido, que si el cine tuviera aromas, cargaría con el olor natural a orines fermentados, y al que le abrió dos huecos que le calzaban en los hombros … o cuando debió salir echado de la casa paterna y aceptó la invitación de su hermano Theo de irse a vivir a Paris, donde conoció a Degas, Pizarro, Lautrec, Renoir y demás impresionistas que le iluminaron el camino de su creación… ahí fue cuando se volvió llavería con Gauguin, quien fue el único que demostró verdadero interés por sus pinturas y a quien, meses más tarde, invitó a vivir en la casa grande que acababa de arrendar en Bretaña, cercana a la costa, donde se emborrachó de luz y color… o cuando se emberracó, con las rabietas que lo caracterizaban, al discutir y romper con Gauguin y al desistir de atacarlo con la navaja, después de la despiadada discusión que tuvieron… todos estos hechos desbordaron la agresividad contra su propio cuerpo.,,

-Perdona que te interrumpa. Sí, así no más fue viviendo con Gauguin, ¿Qué habría sido si se hubiera concretado el sueño de Vincent de fundar una colonia de pintores en la casona que arrendó en Bretaña, al lado de la costa?… ¿Qué tal las bellezas de: Tolousse Lautrec llevándose a las chicas del Molino Rojo y Cezanne, Pisano, Matisse, Renoir y Gaugin juntos y emborrachándose?… ¡¿Que no habrían hecho?!… sí, según nos da un indicio la escena de la película en la que discuten Van Gogh y Gauguin, ese par de locos viviendo en una misma casa eran una bomba de tiempo… Imagínate esos genios con la terquedad que los poseía: ¡echaban chispas!… Paul Gauguin bien bravo por el reguero de bocetos, papeles, lienzos, óleos y pínceles sin lavar que Vincent mantenía por la casa en Bretaña donde convivieron unos meses. Fuera de alegar por las miserias y apreturas de la vida cotidiana, la falta de comida… que Van Gogh no se esforzaba en conseguir por la pena que sentía de aceptar el dinero de su hermano y las pocas personas que deseaban ayudarlo…

-¿Recuerdas esa escena en la que Gauguin le saca en cara a Vincent, que nunca tuvo un hermano, ni familiar que lo mantuviera, como lo hacía Theo con él?… ¿y qué en Martinica le tocó trabajar duramente, sacándose callos en las manos abriendo zanjas para poder sobrevivir y pintar?… es que Gauguin era más de mundo: vital, enamorado, bebedor y peleador en cantinas disputándose las coperas… abandonó el empleo en el banco en Paris y a su mujer para irse a la isla Martinica, donde vivió con una nativa… Vincent tenía más espíritu de monje místico, de personaje cristiano ortodoxo al estilo de personajes de Dostoiesvky… También se trenzaban en tenaces discusiones sobre sus obras, la motivación de sus temas, el uso del color, la técnica… criticándose sin contemplaciones hasta casi irse de pelea cuando van Gogh agarró la navaja para atacar a Gaugin y para evitar tragedias decidió abandonarlo.

¡Impresionante!… definitivamente volcó sobre sí la ira y se cortó la oreja por la que casi se desangra… después de ser salvado en el hospital.

– Cuando volvió a su casa y en él pueblo los niños y parroquianos se aglomeraban frente al balcón para burlarse del pintor loco que vestía raro, se acababa de mutilar y una gasa le cubría donde estuvo la oreja… Tenía tanta frustración acumulada, tanta rebeldía contra una sociedad que no lo comprendía a través de su obra, que le rogó a Theo internarlo, en lo que hoy llamaríamos una casa de reposo en el campo, pues sentía que si no cambiaba de ambiente se podía matar… La idea lo obsesionaba cada vez más… y con la jauría de niños y aldeanos burlándose de él, gritándole. ¡Loco!, ¿Dónde dejaste la oreja?, como si fuera el Licenciado Vidriera, de Cervantes… Lo único que faltó fue que le tiraran piedras y le aventaran los perros… Allá en la cercanía del bosque, en la soledad de la naturaleza tranquila calmó temporalmente su espíritu… aunque la idea de la muerte seguía rondándole y en medio del amarillo quemante de sus campos de trigo y girasoles, pintó a los cuervos que revoloteaban sobre el campesino agachado en el surco, pocas semanas antes de pegarse el tiro que lo tuvo agonizando durante dos días-.

-¿Qué sentiría mi pariente al saber que sus girasoles que no pudo vender en vida, los acaba de comprar un multimillonario japonés por 130 millones de dólares?… Ya se habría levantado de su tumba y con más vehemencia y furia que Cristo cuando echó a los mercaderes del templo, andaría persiguiéndoles con una ametralladora y varias cargas de munición, al estilo de los gringos desesperados que al llegar a sus ciudades después de las guerras en el Vietnam, Irak o Afganistan, a cada rato hacen tremendas matanzas…

-Perdona pelirrojo… o a lo mejor se habría metido de ermitaño y estaría en el desierto del Sahara, la Tatacoa o en el Atacama, embriagándose de luz y amarillos candentes, que plasmó en sus lienzos, antes de morirse de insolación.

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