HABLEMOS DE CINE: Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha (1970)

“…inquietantes temas de actualidad: la corrupción, la impunidad de que pueden llegar a gozar destacados personajes de la vida pública, el servilismo de los subalternos en la jerarquía burocrática; la complicidad de los mandos superiores en esa misma jerarquía, que en aras de proteger los más “altos valores de la democracia, la patria, la libertad y la civilización”, su vista se hace gorda frente a la delincuencia que opera en sus filas.”

Por: Hernán del C. Bonilla Herrera

Dirección: Elio Petri

Guión: Elio Petri, Hugo Pirro

Fotografía: Luigi Kuveiller

Música: Ennio Morricone

Fecha de estreno: 1970, Roma

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Empieza con la imagen de un hombre maduro, que casi de espaldas a la cámara camina frente a una reja de hierro, se detiene un instante y se vuelve en actitud cauta y vigilante; mientras tanto, desde una de las ventanas de un edificio de apartamentos, detrás de los danzarines velos de la cortina, una mujer le mira con “ojos de alcoba”.

Cruza la reja principal a toda prisa; en procura siempre de pasar inadvertido abre la segunda reja e ingresa por las escaleras al apartamento en donde le espera con un abrazo la hermosura tan particular y exótica de Florinda Bolkan. Cuando ella cierra sus brazos alrededor del cuello de él, le pregunta “_ ¿Y esta vez cómo me matarás?”. “_Degollándote”, responde. Se quita la ropa y se mete en la cama con una cuchilla de afeitar entre sus dientes. Se rebujan las telas del lecho.

En la erótica lucha de sus cuerpos, ella salta encima de él; están debajo de las sábanas, de espaldas a la cámara. Así transcurren los minutos; hasta que la música, compuesta por el Maestro Ennio Morricone_ que ha acompañado desde el primer instante estas secuencias_, se detiene de pronto… No, no se detiene, porque queda grabada para siempre en la memoria musical de los espectadores que, estupefactos, continuamos viendo la espalda desnuda de Florinda Bolkan salir de entre las sábanas, y desplomarse con lentitud sobre el cuerpo del hombre, al tiempo que un breve gemido de dolor sale de su garganta. La ha degollado.

INVESTIGACION SOBRE UN CIUDADANO LIBRE DE TODA SOSPECHA" MOVIE POSTER - "INDAGINE SU UN CITTADINO AL DI SOPRA DI OGNI SOSPETTO" MOVIE POSTER

Salta de la cama; limpia su pecho con las sábanas, se lava y se viste. Poco a poco, nos sorprende la pregunta acerca de ¿Quién es este hombre que después de asesinar a su amante, en la más completa serenidad, recrea la “escena del crimen” en procura de dejar el mayor número posible de evidencias materiales que lo inculpen como autor del asesinato de su amante?

Porque las acciones que hace a continuación son varias y todas van en ese sentido: extrae con cuidado un hilo de su corbata y lo amarra a la uña del dedo índice de su víctima; va al refrigerador, saca de él una botella de vino, la abraza con la palma de sus manos, bebe de una copa; mancha la zuela de sus zapatos con la sangre derramada sobre el piso y camina con tranquilidad por el apartamento; abre el cajón que guarda las joyas y el dinero y se los lleva al bolsillo de su saco; se toma su tiempo y con total parsimonia, levanta el teléfono para llamar al comando de Policía y reportar con enfática voz el asesinato de Augusta Terzi, ocurrido en la Vía del Tempio, piso 1. finalmente, con igual frescura, sale por donde entró, llevando en la mano un par de botellas de champagne, extraídas del refrigerador de la difunta.

Ese hombre es Il Dottore (El Doctor, interpretado con sumo carácter y buen gusto por Gean María Volonté) jefe del Departamento de Homicidios de la Policía, quien a partir de ese mismo día dejará de serlo para asumir un nuevo cargo en lo que viene a ser la Jefatura del Servicio de Inteligencia, cuya misión es la de perseguir a dirigentes de las diferentes expresiones políticas de una izquierda que se “amotina” a diario en permanentes manifestaciones, no exentas de atentados y violencia. En suma, es un hombre libre, siempre libre, de sospecha alguna que pueda dar lugar a dudas acerca su proceder, siempre legítimo.

La investigación penal comprende el grueso del argumento y se desarrolla de tal manera que los “elementos materiales de prueba” que a ella se aportan conducen a un único “sospechoso”, quien en un primer momento la inicia, luego se apartará de ella para cumplir con sus nuevas funciones; pero, se mantendrá no solamente al tanto de su desarrollo, sino que sembrará hipótesis de investigación de toda índole, entre las que el estudiante que lo vio salir del edificio la mañana del homicidio, resulta señalado como sospechoso.

Luego este estudiante es detenido en una manifestación y es Il Dottore quien lo interroga para hacerlo hablar acerca de un atentado con explosivos colocado en el edificio de la Policía; el estudiante lo reconoce como el hombre que asesinó a Augusta Terzi y pasa de “acusado” a “acusador”. Queda derrotado, mientras que el estudiante sale victorioso y en libertad. Ese es el punto de quiebre en que su doble moral no resiste un instante más. Entonces, de la mano de su “mala conciencia”, se “revienta” y confiesa, avergonzado y descompuesto a sus superiores que es el autor del asesinato. Pero poco peso encuentran ellos en su autoinculpación: “aquí no ha pasado nada”, la institucionalidad precisa de hombres como él… “Necesita un descanso, unas vacaciones remuneradas le caerán muy bien…” es la respuesta que recibe de su vergonzante declaración de culpabilidad.

Es, por supuesto, una película de época (1968-1971) pero que trasciende más allá al plantear inquietantes temas de actualidad: la corrupción, la impunidad de que pueden llegar a gozar destacados personajes de la vida pública, el servilismo de los subalternos en la jerarquía burocrática; la complicidad de los mandos superiores en esa misma jerarquía, que en aras de proteger los más “altos valores de la democracia, la patria, la libertad y la civilización”, su vista se hace gorda frente a la delincuencia que opera en sus filas.

Son esos los mensajes_ nada subliminales, por cierto_ que esta divertida película deja. Pero también, es importante señalarlo, nos desvela la personalidad íntima y oculta del “hombre macho” y con poder: las escenas de alcoba, recreadas mediante flash-backs, muestran al Dottore humillado ante el permanente desafío erótico de Augusta: ella lo domina, le da látigo, y despierta en él fantasías relacionadas con los crímenes a los que se enfrenta diariamente como el policía que es. Hay una personalidad oculta tras la mascarada social y personal del poder en el hombre que lo ejerce, es un “tigre de papel” que en la intimidad resulta débil, psíquicamente inmaduro, cae presa de los celos que despiertan las historias, ciertas o falsas, que ella le narra de sus aventuras con un joven revolucionario y que no es un “impotente”, como lo sindica a él, en actitud de burla ante su presumida masculinidad.

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1971: Nominada al Oscar: Mejor guión original

1970: Oscar: Mejor película de habla no inglesa

1970: Globos de oro: Nominada Mejor película extranjera

1970: Festival de Cannes: Gran Premio del Jurado, Premio FIPRESCI

1970: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a mejor guión

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Filmografía (parcial) de Elio Petri

El asesino (1961). La víctima número diez (1965). Un lugar tranquilo en el campo (1968). La clase obrera va al paraíso (1971). El amargo deseo de la propiedad (1973). Buenas noticias (1979)

Filmografía (parcial) de Gian María Volonté

Por un puñado de dólares (1964). Bajo el signo de escorpión (1969). Giordano Bruno – El Hereje (1971). La clase obrera va al paraíso (1971). Sacco y Vanzetti (1971). El caso Matei (1972). Cristo se detuvo en Éboli (1976). Las actas de Marusia (1976). El caso Moro (1986). Tirano banderas (1993). Funes, un gran amor (1993)