FERNANDO SANTACRUZ CAICEDO
El ascenso de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. (2017-2021) estuvo viciado por maquinaciones electorales -Estado de Florida; injerencia electrónica (¿?) rusa; superación de Hillary Clinton sobre su contendor por más de 4 millones de sufragios individuales; e, inapelable decisión del Colegio Electoral. ¡Fraude democrático! Características del “ungido”: homúnculo con penacho engominado, prepotencia exagerada, gestualidad grotesca, lenguaje lunfardo e infantilismo ostensible. Imputaciones: evasión de impuestos, abuso sexual, megalómano, segregacionista, xenófobo, chauvinista, homofóbo, embustero, traidor, etc. Convido a los lectores a repasar el DRAE, a fin de confirmar la significación exacta de los epítetos empleados.
Apoltronado en The White House, el emperadorcito inició una interminable secuencia de cretinadas: bloqueos contra Cuba y Venezuela; amenazas de intervención armada por doquier; maniobras militares internacionales; desplantes a sus “similares” tercermundistas; maltrato a los pueblos del mundo –“shit-countries”; abrogación de pactos mundiales: atómico, medio ambiente, salud, cambio climático, etc.; persecución a migrantes; muro fronterizo con México; “sanciones” comerciales contra China; condicionamientos a la “ayuda” norteamericana; aspersión obligatoria con glifosato. En el plano interno, liquidó los programas de justicia social implantados por Obama -trabajo, salud, educación, vivienda, etc.; estimuló la violencia racial; incrementó el desempleo; exoneró de impuestos a los ricos; persiguió a documentados e indocumentados; subestimó el Covid 19 –“gripita curable con detergente inyectado”- y mintió con respecto al “descubrimiento” de la vacuna. El cerebro es el órgano del comportamiento y, el de Trump, exhibe ¡graves psicopatías, ignorancia superlativa, fanfarronería y arrogancia extremas!
¿Qué razones inducen a los electores estadounidenses a elegir como su “presidente” a personajes colmados de tantas “virtudes”? Durante los último 28 años (1989-2016) designaron a tres mandatarios mediocres, con probadas deficiencias mentales: Reagan (1989-93), actor anodino, patrocinador del affaire CIA-IRÁN-CONTRAS en Nicaragua, ejecutor del neoliberalismo; Bush, Jr. (2009-17), beodo perpetuo, artífice del derribamiento de Las Torres Gemelas; Trump, ricachón lumpen-burgués, campeón del Corona Virus. El ciudadano medio norteamericano es políticamente manipulable, ignorante e inconsciente. Empresarios, mass media, partidos políticos e iglesias, constituyen las principales fuentes alienatorias de los votantes. El sistema electoral de la Unión Americana es complejo. Es una Democracia Indirecta en la que el Voto Popular cuenta menos que el Voto Electoral, emanadodel Colegio Electoral, entidad que nombra al Presidente. Antes de realizarse las elecciones del 03-11-2020, Trump advertía a sus seguidores sobre “fraude electoral”, desconocimiento a una eventual victoria de su contendiente, trasmisión No Pacífica del mando y permanencia indefinida en la casa de gobierno. Realizados los comicios se proclamó vencedor, impugnó los resultados, interpuso recursos ante las cortes estatales y niega la victoria de su contrincante, quien obtuvo 306 votos electorales sobre un total de 538. El Colegio Electoral reconocerá a JOE BIDEN como Presidente de EE.UU. 2021-25.
Claro debemos tener los latinoamericanos que los presidentes gringos, republicanos o demócratas, representan los intereses exclusivistas del imperialismo. Sin embargo, la elección de Biden-Harris podría resultar favorable para Colombia -pese a que el subpresidente Duque a través de su embajador en Washington, de congresistas del Centro antiDemocrático y de calanchines civiles, apoyó abiertamente la reelección de Trump-, por cuanto Biden conoce de cerca nuestra realidad -visitas al país como vicepresidente de Obama, codiseñador del Plan Colombia, observador del Convenio de la Habana -Proceso de Paz-, enemigo del intervencionismo armado, defensor de los Derechos Humanos y el DIH, ambientalista, objetor del cambio climático, del uso de armas nucleares y el armamentismo, divulgador de la equidad de género, antirracista, institucionalista, etc.-, posiciones “democráticas” que posibilitarían implementar una acertada política internacional de colaboración con nuestro país, presidido actualmente por un gobierno autoritario, opresor, racista, antipopular, pro-oligárquico, militarista y disociador de la unidad latinoamericana. Ha caído un politiquero desprestigiado. Le quedan dos meses para culminar sus ruindades. ¡CUALQUIER SEMEJANZA CON COLOMBIA, NO ES OBRA DEL AZAR!