Editorial: Gracias Laurentino. Periodismo en épocas difíciles

El periodismo es una de las actividades y/o profesiones modernas de capital importancia en el fortalecimiento de un Estado Social de Derecho y, de manera particular, en la consolidación de la democracia, ya que su ejercicio se fundamenta en el respecto a la libertad de pensamiento, el buen criterio y la objetividad, a través del registro diario de hechos que se dan en la sociedad, centrado en la imparcialidad, el respeto a las fuentes, la ponderación en la información, así como en la generación de espacios de reflexión y debate del acontecer cotidiano y de los más disímiles aspectos que se generan en el día a día.

El periodismo coadyuba a la construcción de la sociedad por el registro histórico que hace de los hechos, lo que le permite a las futuras generaciones e historiadores tomar sus productos como fuentes de consulta sobre la sociedad en determinadas épocas, bien mediante la palabra escrita, o a través de las imágenes de la televisión o con la memoria sonora de la radio, el internet y una variedad de medios digitales, el periodismo aporta elementos que, a pesar de sus limitaciones en exactitud, en análisis o en enfoque, pero con el indeclinable propósito de realizar una labor profesional, contribuyendo a la conservación de la memoria colectiva.

Pero una razón, quizá de mayor peso en la importancia del periodismo en nuestro tiempo la describió magistralmente Gabriel García Márquez al plantear que ‘la importancia del periodismo está en servir como canal de expresión de la sociedad, impulsa cambios en la historia. Cada una de sus informaciones tiene un potencial de cambio que, al activarse, le imprime una dinámica de desarrollo a la vida social; es decir, coadyuvar a cambiar algo todos los días’. El Gabo remata afirmando: ‘La sociedad necesita del periodismo tanto como el cuerpo humano de sus órganos de los sentidos’.

A esta escuela de periodismo le apuntó Laurentino Tello Narváez, a quien cariñosamente se le conoce en el medio periodístico como ‘Tino’, lo que le permitió graduarse como Comunicador Social de la Universidad del Valle, quien desde muy temprano se vinculó al Periódico Occidente de Santiago de Cali, para posteriormente trasladarse a la ciudad de Popayán, en donde se desempeño como periodista en varios medios de comunicación, enfocándose en el periodismo deportivo. Su profesionalismo y compromiso con un periodismo independiente, lo llevó a vincularse al periódico El Liberal, por encontrar en este medio un fuerte compromiso con el ideario y el pensamiento liberales, que le imprimieron sus fundadores en 1936, llegando a ocupar el cargo de Jefe de Redacción hasta el 24 de diciembre de 2012, cuando este patrimonio editorial de Popayán y del Cauca, ante la aguda crisis económica que traía de tiempo atrás se liquidó. En su condición Laurentino Tello, en su última editorial escrita para el periódico El Liberal, titulada: “Una despedida” expresó: “Durante más de 74 años y con 24.013 ediciones, el diario El Liberal brindó el necesario servicio de información a todos los payaneses y caucanos….”.

Cuando el periódico renace de las cenizas el 13 de marzo de 2013, gracias a un importante concurso de varios ciudadanos que no concebían a Popayán sin periódico, crearon La Sociedad la Imprenta del Cauca S.A. y le dieron vida a El Nuevo Liberal, siendo llamado Laurentino por su espíritu altruista y de compromiso a hacer parte de esta Casa Editorial, retomando la Jefatura del Área de Redacción, hasta el día de hoy, 21 de mayo de 2022, ante su decisión de buscar nuevos horizontes, después de haber tenido ‘las botas puestas’ para sortear todo tipo de dificultades, las económicas que ha padecido el periódico hasta hoy, así como las propias del ejercicio periodístico en una región en la que la polarización política, la agudización de los conflictos sociales, el manejo ‘político’ de la pauta publicitaria y la existencia de diversos actores desestabilizadores de la tranquilidad ciudadana han incidido fuertemente en el ejercicio periodístico, situaciones que no fueron óbice para adelantar su labor periodística desde su convicción de adelantar un periodismo comprometido, por lo que siempre habrá de parte del periódico y de los lectores un justo reconocimiento a su labor en los dos momentos del periódico, fueron más de dos décadas de servicio a la sociedad a través del ejercicio periodístico y de formación de jóvenes periodistas.

Para Laurentino, para Yolima su esposa y para su hija Sarita, muchas gracias por haber dedicado todos estos años a engrandecer al periódico El Liberal y en El Nuevo Liberal, en épocas difíciles para hacer un periodismo objetivo e independiente.

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