JORGE ORDÓÑEZ VALVERDE
Corría el año de 1904 en la localidad de Doddsville Mississippi, cuando una pareja de negros, Luther Holbert y su esposa, fueron linchados acusados de matar a un hacendado blanco. Fueron atados a un árbol y les cortaron los dedos y las orejas que regalaron a la muchedumbre como souvenirs, los golpearon sin misericordia, los hirieron con un sacacorchos y finalmente los arrojaron vivos a una hoguera.
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Aunque la esclavitud en Estados unidos fue abolida en 1865 después de la Guerra de secesión, la segregación racial no desapareció y ocurrió una oleada de linchamientos hasta 1950 en la que 4,400 afroamericanos fueron asesinados acusados de asesinato y violación, pero también por las razones más nimias como le pasó a Jeff Brown en Cedarbluff Mississippi en 1916, al tropezarse con una señorita blanca al tratar de abordar un tren, o por no llamar sr. a un policía como ocurrió a Jesse Thornton en Luverne Alabama en 1940.
El Movimiento por los Derechos civiles en Estados Unidos comienza en 1956 con el brutal asesinato de Emmet Till, un bello jovencito de 14 años que había coqueteado con una mujer blanca. En el velorio su ataúd permaneció abierto exhibiendo su cadáver horriblemente desfigurado, lo que movilizó más de 50.000 personas. Luego Rosa Park fue arrestada por negarse a ceder su asiento en el autobús a un pasajero blanco, lo que origino el boicot de 2 años a los autobuses de Montgomery. El Movimiento por los derechos civiles de Martin- Luther King y su No violencia, el Black Power y grupos radicales como los Panteras negras, lograron nada menos que la igualdad de derechos de ciudadanía, la derogación del apartheid y el derecho al voto. El Ku Klux Klan decayó, incluso dentro de los estados del sur, y el reconocimiento y el estatus de los negros en el deporte, el cine, la música, y la política aumentó hasta la presidencia en 2012 de Barak Obama.
Pero el racismo en Estados Unidos tiende a reavivarse. De los linchamientos se ha pasado al asesinato de jóvenes negros por policías o por fuerzas de seguridad comunitarias: Trayvon Martin era un joven negro de 17 años. De regreso de una visita a su padre la noche del 26 de febrero de 2012 entró en una tienda a comprar víveres y George Zimmerman, miembro de la vigilancia comunitaria, lo reportó como sospechoso a la policía de Sanford, (Florida). No contento con esto decidió ir a confrontarlo y Trayvon le rompió la nariz de un puñetazo, desde el suelo Zimmerman sacó su arma y le dio muerte. George Zimmerman fue absuelto por un tribunal apelando a la ley Stand your ground (manténgase firme) que permite el homicidio en defensa propia: “si la persona siente amenazada su vida”. Ley promovida en el Congreso -a propósito-, por la Asociación nacional del rifle. En su momento el capitán Beckman de los bomberos de Miami dade, escribió en su cuenta de Facebook que es a los padres “fracasados e ignorantes” a quienes hay que culpar de la muerte del joven. De otra parte, Zimmerman ha demandado a la familia de Trayvon por 100 millones de dólares.
La muerte de Trayvon Martin dio origen al movimiento Blacks lives matter. Hubo centenares de protestas y mítines en todo el país. La petición de un juicio justo recolectó 2,2 millones de firmas y el seguimiento mediático de la muerte de Martin superó a las elecciones presidenciales en ese momento. Se destacó el perfil racial de los crímenes y las leyes Manténgase firme y se volvieron populares frases como: “Manos arriba. ¡No disparen!” en referencia al caso de Michael Brown. “No puedo respirar” refiriéndose a Eric Garner. “El silencio blanco es violencia”, “Sin justicia, sin paz” y “¿Es mi hijo el siguiente?”
Como dijo el entonces presidente Barak Obama: “Yo podría haber sido Trayvon Martin hace 35 años.”