Vendieron Saludcoop-Cafesalud

SIGIFREDO TURGA ÁVILA

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Antes de que existiera la Ley 100 de la seguridad social, las entidades gubernamentales atendían LOS SERVICIOS (léase bien LOS SERVICIOS) de seguridad social a través de las cajas de Previsión Social. Por medio del INSTITUTO DE LOS SEGUROS SOCIALES ISS las entidades privadas atendían esas responsabilidades a sus trabajadores. En ambos casos se dirigía la solución a dos frentes principales, Salud y Pensión.

En salud la demás población no vinculada a contratos laborales, tenía a su servicio los centros barriales o veredales de salud, donde incluso había atención de vacunación y distribución gratuita de alimentos. También estaban a disposición los hospitales y clínicas oficiales para atención de todos los ciudadanos sin discriminación.

Los hospitales y clínicas privados cumplían sirviendo especialmente a quienes tenían cómo pagarse sus servicios.

Cuando a alguien le daban ingreso como paciente de un hospital o clínica del estado, trabajador o no, le atendían el tratamiento que fuese, sin las tales talanqueras y peajes de las llamadas órdenes de apoyo que se agravan cuando no está vigente el tal contrato con el médico o servicio de laboratorio.

Pero todo ello fue mandado al traste. Todo el sistema de atención a los servicios de salud se pervirtió porque con la ley 100 quedó legalizado que NO se trata de la prestación del servicio, sino de la OPERACIÓN DE UN NEGOCIO o de muchos negocios.

La aparición de las tales EPS e IPS no son más que formas del famoso LIBRE MERCADO, en donde la libre competencia dio como resultado el establecimiento de una especie de tiendas de garaje repartidas alrededor de los tradicionales hospitales, como el San José de Popayán, hoy totalmente diezmado y sin verdaderos dolientes que saquen la cara por él.

Previo a esta macabra situación, en los comienzos de los años 70 del siglo anterior, una corriente económica dirigida a la solución y no al negocio del mercado, el cooperativismo, fundó la Cooperativa La Equidad Seguros, para entregarle a las cooperativas de Colombia estos servicios evitando sobrecostos que identificaban en el mercado vigente, además aplicando cierto tipo de seguros que faltaban y le eran útiles al sector cooperativo. Este concepto solidario fue acogido masivamente por las cooperativas y Seguros la Equidad rápidamente logró la vinculación a su sistema de servicios, de un enorme número de asociados de las cooperativas que superaban los 6 millones de colombianos.

Cuando se volvió necesidad aplicar la Ley 100, La Equidad gozaba de tener como ninguna otra entidad, la confianza muy merecida de esos millones de personas convertidas en potenciales usuarios para una EPS del sector cooperativo y por ello nació tan grande SALUDCOOP en el seno de Seguros La Equidad.

Nació SALUDCOOP como una alternativa, mirando más como servicio que como negocio, y siendo ente jurídico sin ánimo de lucro con un perfil solidario de servicios, que generaba total confianza para varios millones de atendidos en Seguros La Equidad.

Esa inmensa población captada, previo a ser fundada SALUDCOOP, no podía conseguirse a la vuelta de la esquina y necesariamente causaba envidia a otros “industriales de la salud”. Algún día tendrían que quedarse con este mercado, como acaba de ocurrir, y sin que exista ahora contraparte que contraste con políticas más hacia el servicio que hacia el negocio.

Lamentablemente SALUDCOOP fue administrada sin participación democrática de los usuarios del servicio y posteriormente ello dio para que aparecieran errores en procedimientos y algunos todavía no demostrados malos manejos, posibles de resolver sin liquidarla. ¿Por qué no quiso el gobierno?

Conclusión, Más humildad y realismo Cooperativistas, solo la amplia participación democrática impondrá la cara amable de la economía.