Los alcances de la ciberguerra

MIGUEL CERÓN HURTADO

[email protected]

En lo que va corrido de este siglo XXI, el ciberespacio se ha convertido en otro campo de operaciones bélicas, donde se concentran ataques y defensas, ya no con tanques de guerra o aviones bombarderos, sino con tropas de hackers y mecanismos informáticos sustentados en los avances de las TICS. Se han visto acciones de espionaje industrial, de saboteos a instalaciones y diversos tipos de ciberataques de carácter económico, lo cual es “normal” en un sistema de mercado donde la competencia desleal y la guerra de la mercadotecnia es válida; pero ahora se torna preocupante, desde el punto de vista sociológico, la extensión del fenómeno al terreno político y los efectos en el funcionamiento del régimen y los sistemas que enlazan a la sociedad con el Estado.

Ya se observó en la pasada campaña electoral por la presidencia de Estados Unidos, según se deduce de los informes de prensa donde se denuncia interferencias de Rusia que influenciaron a los electores. Y más claro y más cercano, lo que fue la campaña a la presidencia de Colombia, donde la guerra sucia y la propaganda negra contra uno de los candidatos, fueron factores determinantes de los resultados electorales.

Ejércitos completos con bases de operación y la suficiente dotación tecnológica, es ahora el instrumento con que los centros de poder mundial, que se concentran en los países poderosos como Estados Unidos, Rusia y China, utilizan para influenciar a los demás e imponer su dominación sobre los países dependientes y lograr que en estos se realice la voluntad de los fuertes. Tanto es así, que el Secretario General de la ONU ha dicho “Ya existen episodios de guerra cibernética entre Estados. Y lo peor es que no hay un esquema reglamentario para este tipo de guerra, no está claro si ahí se aplica la Convención de Ginebra o el Derecho Internacional pueden aplicarse en estos casos“.

Se realizan ataques con virus, se hackean las cuentas, se crean cuentas falsas en las redes sociales como Facebook o twitter y a partir de ahí, se generan noticias falsas, se expanden memes con mensaje subliminales que alteran la conducta psicológica de la gente, dañan la imagen de alguna persona, calumnian, generan opinión y en general, todo tipo de conductas que distorsionan el comportamiento limpio y transparente de los ciudadanos.

Es un nuevo fenómeno político que se introduce en las relaciones Estado-Sociedad y que genera preocupación por el fortalecimiento de la capacidad de dominación de los grupos globales y los nacionales que tienen la facilidad de comprar o pagar la tecnología necesaria para estos procesos, creándose así en el terreno de la política, un nuevo y peligroso espacio dentro de los alcances de la ciberguerra.