Editorial: Suicidios en el Cauca: desgarradora realidad


Preocupantes son las cifras de intentos de suicidios y de suicidios consumados en el Cauca durante el año 2018. Según Sandra Patricia Caldas Orozco, gestora de la Dimensión Tres – Convivencia social y salud mental de la Secretaría de Salud Departamental, de enero a diciembre del año pasado se presentaron 616 intentos de
suicidios, siendo los niños, adolescentes y jóvenes los más proclives a esta dolorosa práctica para sus familias y frustración para la sociedad.

De los 616 intentos de suicidios en esta zona del país, 67 personas han consumado la intención, poniéndole termino, de manera autónoma, a la vida, siendo Popayán y Santander de Quilichao los municipios en donde mayor se presenta esta situación, curioso siendo estas dos entidades territoriales las que mejores indicadores de desarrollo tienen en el departamento. 

Según la gestora, los factores de riesgo de este fenómeno son la baja satisfacción de logros, presencia de maltrato verbal (principalmente mujeres), bajos niveles de cohesión familiar, profundas diferencias, en el campo de los principios y valores, con el resto del
núcleo familiar, establecimiento no claro y definitivo de las reglas de convivencia claras y definitivas en el entorno familiar, vivir solo (a), discusiones severas y agresivas con la pareja, tener una persona nueva en la casa, la enfermedad grave de un integrante de la familia o una enfermedad física personal y tener problemas legales; casos que en su mayoría se presentan más en las mujeres que en los hombres.

Ante esta situación, la Secretaría cuenta con un plan de acción y de prevención donde incluye a los padres de familia, estudiantes, niños, adolescentes, jóvenes y comunidad en general, donde a través de varias actividades de fortalecimiento familiar y de comunicación buscan prevenir estos casos. Entre estas estrategias se encuentra el programa de Familias fuertes amor y límites, Acciones de convivencia social y Dispositivos comunitarios, entre otras iniciativas.

Lamentablemente, el Departamento Cauca no ha podido salir de este flagelo, por el contrario las cifras son cada vez más numerosas y desgarradoras, éstas demuestran que la región tiene una amenaza latente en cuanto a esta situación, en donde la mayoría de los adolescentes y jóvenes que toman esta decisión lo hacen luego de alguna decepción amorosa, lo que indica que hay graves problemas de descomposición familiar y grandes vacíos personales y de formación con respecto al profundo significado de la vida en toda su dimensión, lo cual no les permite ver más allá de una encrucijada amorosa y de pérdida de perspectiva de futuro, como si la vida solo correspondiera al amor de pareja, negándose a comprender que la vida es más que eso y que ésta tiene mayor sentido cuando está asociado al servicio de sus semejantes.

La vida es una oportunidad que tenemos todas las personas desde el momento de nacer, es un trayecto para andarlo, sin tregua ni descanso, para alcanzar todo lo que uno se propone al lado de sus seres queridos y familiares, a hacer todo aquello que lo hace feliz  
le da felicidad a los demás. Es decir: Vivir con sentido.

Que mejor, para relievar el sentido de la vida, la frase que navega muy recurrentemente por las redes sociales y que a la letra dice: “La vida es una obra de teatro que no permite ensayos, por eso canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos”.

El significado profundo de la vida está en la trascendencia. Niños, jóvenes y adolescentes llegamos a este mundo a ser felices, a dejar huellas y gestos de amor y paz… viva la vida, vívala que se va y no vuelve.