Editorial: Se viene ‘El Niño’. ¿Estamos preparados?

El ministro del Medio Ambiente advirtió que en poco tiempo, cuando atravesemos la temporada de pocas lluvias o “verano”, que comenzará en unas semanas, el país enfrentará nuevamente el fenómeno de ‘El Niño’ y, como todo lo señala, más de 300 municipios del territorio nacional tendrán problemas para dotar de agua a sus habitantes, pues es conocido que tienen insuficiencias en materia de agua potable.

Lo que entraña ello es bastante grave y pese a que repetidamente se ha expresado que esa falencia debe solucionarse y se han destinado dineros estatales para tratar de remediarla, como ha ocurrido en muchos municipios donde se intentan construir acueductos, las malas administraciones y la corrupción han podido más que los esfuerzos del Estado central, y otra vez en muchos territorios la sed y las necesidades estarán a la orden del día.

Para Popayán esto tiene implicaciones importantes, aunque una de las que más preocuparía, el suministro de agua potable, está cubierto por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado con mucho margen de confianza, como hemos mencionado aquí en varias ocasiones, dada la capacidad de sus complejos de acueducto que maneja a lo largo y ancho de la ciudad, que hasta ahora han demostrado eficiencia hasta en los peores veranos.

No se puede decir lo mismo para algunas municipalidades del Cauca en donde los sistemas de acueducto son muy ineficientes sobre todo en lo que se refiere a caudales y acumulación de agua. Así que es hora de prepararse para evitar que el fenómeno atmosférico los sorprenda.

Ante la eventual afectación climática, todos los caucanos debemos tomar conciencia de que hay que incorporar hábitos de uso eficiente del agua y tener un verdadero compromiso ambiental. Baños cortos, cierre de goteos de llaves, reutilización de aguas en riego y muchas otras medidas que todos conocemos, pero que olvidamos con facilidad, son la clave para la preservación del llamado líquido vital.

La sed estará, así, pronto a la orden del día en buen número de municipios caucanos, lo que deteriorará la calidad de vida de millares de personas y ello es consecuencia del punible ayuntamiento que hay entre políticos, contratistas y administradores de la ‘cosa pública’ a nivel municipal, ese que se ha “apropiado” de muchas administraciones municipales y departamentales.

El Estado ha invertido dinero para que se solucione el problema de acueducto en muchos municipios, pero han podido más las roscas y las camarillas que han corrompido la contratación estatal.

Asimismo, también hay que pensar en las zonas rurales, en donde un El Niño casi siempre le hace mucho daño. Allí se secan los jagüeyes en los que bebe el ganado, además de que se resecan los pastos, lo que no solo crea una crisis de producción de leche, sino de carne, ya que los ganados enflaquecen, algunos hasta morir o tener que ser sacrificados antes de que esto sea una posibilidad cercana.

Los agricultores también pasarían grandes dificultades durante un El Niño, por lo que las autoridades deben informarse de cómo está cada cultivo desde ahora, para no tener sorpresas ni correndillas dentro de unos meses.

El tema es serio, los ríos, los bosques y las reservas de agua no las vamos a poder comprar en los grandes almacenes ni en la tienda de la esquina.