Editorial: El riesgo de ‘El Niño’

Hasta julio de 2018 había un 70 % de probabilidad del fenómeno de ENSO (El Niño Southern Oscillations), para diciembre de 2018 y enero y febrero de 2019, según el servicio meteorológico de los Estados Unidos, la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), y su National Weather Service, información que está disponible en el sitio web de la entidad. Allí también se anota, para mostrar la confiabilidad de los datos, y para darles crédito a los involucrados, que las estadísticas de este fenómeno resultan de un esfuerzo concertado entre la NOAA, su National Weather Service y sus instituciones adjuntas.

Lo anterior quiere explicar que hay bastantes probabilidades de que en Colombia sintamos los efectos de El Niño, es decir, de la sequía.

Para Popayán esto tiene implicaciones importantes, aunque una de las que más preocuparía, el suministro de agua potable, está cubierto por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado con mucho margen de confianza, como hemos mencionado aquí en varias ocasiones, dada la capacidad de sus complejos de acueducto que maneja a lo largo y ancho de la ciudad, que hasta ahora han demostrado eficiencia hasta en los peores veranos.

No se puede decir lo mismo para algunas municipalidades del Cauca en donde los sistemas de acueducto son muy ineficientes sobre todo en lo que se refiere a caudales y acumulación de agua. Así que es hora de prepararse para evitar que el fenómeno atmosférico los sorprenda.

Ante la eventual afectación climática, todos los caucanos debemos tomar conciencia de que hay que incorporar hábitos de uso eficiente del agua y tener un verdadero compromiso ambiental. Baños cortos, cierre de goteos de llaves, reutilización de aguas en riego y muchas otras medidas que todos conocemos, pero que olvidamos con facilidad, son la clave para la preservación del llamado líquido vital.

Asimismo, también hay que pensar en las zonas rurales, en donde un El Niño casi siempre le hace mucho daño. Allí se secan los jagüeyes en los que bebe el ganado, además de que se resecan los pastos, lo que no solo crea una crisis de producción de leche, sino de carne, ya que los ganados enflaquecen, algunos hasta morir o tener que ser sacrificados antes de que esto sea una posibilidad cercana.

Se podrán defender mejor aquellos ganaderos que se hayan unido para producir heno, forraje que puede ser fundamental para evitar una crisis. Sin embargo, todo esto debe hacerse con tiempo o no habrá solución posible.

Los agricultores también pasarían grandes dificultades durante un El Niño, por lo que las autoridades deben informarse de cómo está cada cultivo desde ahora, para no tener sorpresas ni correndillas dentro de unos meses.

La energía eléctrica, por su parte, depende de los embalses del país, por lo que la Compañía Energética del Cauca, CEO, tampoco puede descuidar este frente. Esperamos que las autoridades ya estén en movimiento previendo todo lo anterior.

Pero esto no debe ser solo por un momento como el actual. La conciencia ambiental debe convertirse en una parte esencial de cada uno de los hogares, y esta enseñanza debe empezar en los más pequeños para, junto a la prevención, asegurar en un futuro a largo plazo, que la naturaleza no nos siga sorprendiendo.