Basuras de Popayán ¿Dónde irán a parar?

Con la medida preventiva de suspensión de la actividad de disposición final de los residuos sólidos en el relleno sanitario ‘Los Picachos’, impuesta por la CRC; y la negación de Interaseo S.A. E.S.P, operador del relleno en Yotoco, no hay una respuesta inmediata para saber dónde se depositarán las basuras de Popayán y 14 municipios más a los que Serviaseo les presta el servicio. El paro cívico en La Yunga se levantó en la noche del viernes.

Por: Olga Portilla Dorado

@olguitapd

Seis días completa la ciudad sin que se haga recolección de las basuras. Otros municipios que también hacen uso de ‘Los Picachos’, han llevado sus basuras hasta otros rellenos sanitarios. /Fotografía: Eduardo Cajas

La Alcaldía de Popayán, Serviaseo y la Corporación Autonóma Regional del Cauca (CRC), así como los habitantes de El Charco, El Tablón, La Yunga y Río Hondo protagonizaron esta semana la noticia más importante de la ciudad: el cierre del relleno sanitario y la no recolección ni disposición de las basuras de este y 14 municipios más del Cauca en ‘Los Picachos’, relleno que inició su funcionamiento desde 2014.

Esta es la resolución por la cual la CRC impuso una ‘medida preventiva y ordenó el inicio de un procedimiento sancionatorio ambiental’ contra la empresa Serviaseo Popayán SA ESP. /Fotografías: Suministradas

Un tire y afloje de las responsabilidades e incumplimientos de acuerdos pactados, así como de solicitudes y actuaciones cobijadas por la ley, se evidenciaron esta semana. Lo último que se conoció, es que la Corporación Autónoma Regional del Cauca (CRC) expidió la resolución 00168 del 14 de febrero por la cual impuso una ‘medida preventiva y ordenó el inicio de un procedimiento sancionatorio ambiental’ contra la empresa Serviaseo Popayán (ver foto 1), por contaminación de un cuerpo de agua con lixiviados; lo cual significa que en el relleno sanitario ‘Los Picachos’ –así se levante el bloqueo de la vía- no podrán depositarse los residuos hasta que Serviaseo solucione la problemática que dio origen a la suspensión.

De otro lado, una vez conocida esta situación, Serviaseo a través de su gerente Mario Romero, envío una ‘solicitud de disposición final de los residuos sólidos domiciliarios’, a la empresa Interaseo SAS ESP (operador del relleno sanitario en Yotoco), quien a través de un documento firmado por su gerente Juan Manuel Gómez Mejía, afirmó no poder recibir las toneladas de basura que referencia Serviaseo, debido a que en Yotoco no se cuenta con la capacidad para atender estas toneladas (ver foto 2).

Esta es la respuesta de Interaseo a Serviaseo frente a la solicitud de la disposición final de los residuos sólidos domiciliarios en Yotoco.

Así mismo, el pasado jueves, también se conoció que la Administración municipal, a través de su alcalde encargado Héctor Gil Walteros, y debido a la persistencia del problema en la recolección de basuras en Popayán, solicitó a la Superintendencia De Servicios Públicos iniciar todos los trámites administrativos correspondientes para intervenir y tomar posesión de Serviaseo (ver foto 3).

Por lo que, hasta el cierre de esta edición, la problemática continuaba y Serviaseo había presentado su “plan c” para hacer la disposición final de los recursos sólidos de la ciudad, ni había dado inicio, al menos, a la recolección de las basuras por las calles de Popayán, que como es evidente están a punto de generar una emergencia sanitaria.

Así le respondió la empresa que opera el relleno sanitario en Yotoco a la empresa Serviaseo, no pueden aceptarle recibir las basuras de la ciudad.

¿Una protesta justa?  

A través de la resolución 5031 del 28 de marzo de 2014, la Corporación Autónoma Regional del Cauca (CRC) otorgó la licencia ambiental para la ‘construcción y operación del relleno sanitario ‘Los Picachos’ a la empresa Serviaseo Popayán S.A E.S.P; el cual entraría a funcionar a finales de ese año, luego de que se cerrara definitivamente ‘El Ojito’, relleno que funcionó por más de 30 años en la ciudad.

El tema del relleno sanitario en Popayán siempre ha sido álgido, tanto cuando existía El Ojito como cuando arrancó la disposición de los residuos en ‘Los Picachos’, pues para las comunidades aledañas los compromisos pactados con las autoridades locales y la empresa Serviaseo, no se han cumplido, y sumado a ello, se denuncian afectaciones ambientales graves.

Dichas afectaciones ambientales son la principal razón por la que habitantes de por lo menos cuatro veredas, desde el pasado martes, cerraron la vía impidiendo que los carros recolectores ingresen hacia el relleno.

El alcalde (e) Héctor Andrés Gil Walteros, solicitó a la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios inicie todos los trámites administrativos correspondientes para la intervenir y tomar posesión Serviaseo, debido a la “inoperancia del programa de contingencia que la debe tener previsto para estas situaciones y por la necesidad imperiosa de garantizar la normalidad de este importante servicio público en aras de salvaguardar la salud pública de los payaneses, y evitar perjuicios graves e indebidos a los ciudadanos de la capital caucana”.

…“Se evidencia plenamente la ocurrencia de una conducta que presuntamente constituye una infracción ambiental, toda vez que, a partir de los resultados obtenidos a través del análisis de laboratorio, de las muestras tomadas en monitoreo realizado el 5 de diciembre de 2018, se pudo evidenciar que las aguas que afloran por debajo del sistema de impermeabilización, las cuales se recogen a través de una caja de concreto para luego vértelos a la quebrada Picachos, fueron contaminadas con lixiviados”…señala la CRC en la resolución expedida el pasado 14 de febrero.

Lo cual a todas luces, es un incumplimiento al literal 13 del artículo 4 de la resolución 05031 por medio de la cual se le dio la licencia para este relleno sanitario a Serviaseo, donde se señala “no se permite verter aguas residuales sin su debido tratamiento a cuerpos de agua o al suelo”.

Incumplimientos desde el inicio 

Pese a que la Corporación Autónoma Regional del Cauca (CRC) notificó el 6 de febrero de 2014 a Serviaseo, encargada en la ciudad de operar el servicio de recolección, transporte y disposición final de residuos sólidos, para que cerrara definitivamente el relleno sanitario El Ojito, este sólo se cerró hasta el 11 de septiembre de ese año.

“Es el final de una lucha. Agradecemos a la comunidad de las Comunas 8 y 9, a la CRC, al Concejo Municipal y a todos los que participaron en el proceso de lograr hacer realidad  el cierre del relleno sanitario El Ojito y  la apertura del nuevo en el sector de ‘Los Picachos’”, dijo en ese momento el mandatario de la época Francisco Fuentes.

Por otro lado, desde finales de 2013 ya se hablaba de que La Yunga sería el lugar donde se instalaría el nuevo relleno sanitario, pero solo hasta mediados de enero del 2014 el mandatario municipal confirmaba que en esa vereda, ubicada al suroccidente de la ciudad se “adelantaban obras de adecuación para en este sitio hacer la disposición de las basuras”, eso sin tener en cuenta que solo hasta marzo la CRC emitió la resolución que otorgaba la licencia ambiental a Serviaseo para la ‘construcción y operación del relleno sanitario ‘Los Picachos’’.

En medio de las socializaciones que se hicieron con la comunidad antes de entrar en operación el relleno sanitario ‘Los Picachos’, ya se habían adquirido unos compromisos con las comunidades, especialmente en obras de infraestructura que respondían a necesidades primarias que ellos tenían, como vías, vivienda, transporte y educación; pero desde ese año (2014) con tan solo meses de operación del relleno, a los habitantes ya se les incumplía y eso ocasionó que se organizaran las primeras vías de hecho.

En diciembre de 2014 hubo un ‘paro cívico’, por primera vez (desde que el relleno llegó a La Yunga) protestaban debido al incumplimiento de acuerdos, en ese caso el arreglo de la vía que estaba en mal estado. El bloqueo impedía que los carros recolectores ingresaran al relleno sanitario e incumplieran su horario de recolección en la ciudad.

Al año siguiente las inconformidades de la comunidad continuaron, y en agosto, nuevamente se realizó un bloqueo, el cual duró varios días y donde tampoco se prestó el servicio de recolección de basuras en la ciudad y en los otros 14 municipios a los que Serviaseo les presta el servicio.

El 28 de agosto de 2015, y tras diversas jornadas de concertación, que incluso tuvieron la intervención del entonces Gobernador Temístocles Ortega, llegaron a un acuerdo las autoridades locales y los entes de control con la comunidad para que se levantara el bloqueo y nuevamente se reactivara la recolección y el depósito de residuos sólidos en el relleno sanitario ‘Los Picachos’.

En ese momento, además de la pavimentación de la vía, la exigencia de las comunidades era la construcción de la planta de tratamiento de lixiviados, y el “control exhaustivo” del relleno sanitario para evitar el deterioro del terreno. Desde ese día quedó pactada la conformación de la veeduría ciudadana para hacerle seguimiento al plan de trabajo.

Pasaría menos de un año para que nuevamente en La Yunga, los moradores levantaran su voz de protesta frente al nuevo incumplimiento por parte de las autoridades municipales y la empresa de aseo. Nuevamente se puso en jaque la situación sanitaria de la ciudad.

El 10 de octubre de 2016, los habitantes de estas veredas aledañas al relleno retornaron a la carretera, su tercer bloqueo a la vía de acceso a Los Picachos, pero donde esta vez, la administración municipal acudió al acto administrativo de ‘amparo policivo’ para atender la situación de orden público, entonces a la zona llegó el Esmad y hubo algunos disturbios entre Fuerza Pública y comunidad.

Ese día, la administración municipal de Gómez Castro hizo presencia con varios de sus secretarios y delegados de la Personería Municipal, Defensoría del Pueblo, junto a algunos concejales para hacer un acercamiento y dialogar con la comunidad, para encontrarle solución a la problemática de la zona.

La posición de la comunidad fue que hasta que no se cumplieran los acuerdos no desbloquearían la vía, y así fue, porque solo hasta el 16 de ese mismo mes se logró un acuerdo y la recolección de basuras se normalizó.

“Los acuerdos iniciales, resumidos en un acta, contemplan la instalación de una mesa técnica para el manejo ambiental, además de analizar temas de infraestructura, educativos, de acueducto y alcantarillado, la finalización y revisión de los compromisos de la empresa Serviaseo con fechas fijas de reuniones para evaluar los procesos”, se informó en su momento.

Dichos acuerdos, más de 30, según expresaron esta semana los líderes de la zona como Héctor Ledezma, presidente de la JAC de la vereda Río Hondo, no se han cumplido en su totalidad, como por ejemplo la pavimentación de la vía, que son 14 kilómetros desde la vereda El Charco hasta la vereda Río Hondo, pero solo por el paro que hicieron en el 2015 lograron los recursos para pavimentar un kilómetro y 350 metros.

“En septiembre de este año se cumplen los cinco años que se dieron para el cumplimiento de los 33 acuerdos pactados con el acta de llegada del relleno, y como se ve, solo se han pavimentado 1350 metros. La denuncia que hacemos es la inoperancia de Serviaseo, los químicos no son suficientes para tratar los olores y las moscas. Nos arrepentimos por haber recibido el relleno, porque lo que nos pintaron con una maqueta fue otra cosa”, indicó Ledezma.

El plan de contingencia de Serviaseo

Tatiana Calderón, una de las asesoras jurídicas de la empresa Serviaseo, respondió que las afirmaciones sobre el derrame de lixiviados a la fuente de agua, son falsos.

“Se habilitó un fondaje para que esos residuos salgan allá, de hecho los últimos monitoreos ya muestran una mejoría casi en el 90%, no descartamos que la situación haya sido un posible sabotaje, porque no encontramos justificación de por qué se dio la ruptura de una parte de la membrana”, indicó Calderón.

Sobre el plan de contingencia para situaciones como esta, señaló que actualmente tienen un plan certificado por la Superintendencia de Servicios Públicos el cual contempla varias situaciones, como por ejemplo “una técnica que impida disponer los residuos sólidos en el relleno sanitario, se debe buscar un sitio alterno para disponer, pero cuando son situaciones de carácter social, como el actual, se tiene establecido uno: solicitar el amparo policivo a la autoridad municipal, y dos: se le debe solicitar declarar el estado de emergencia ambiental y sanitaria, y tres solicitar al municipio se disponga de una celda que permita la disposición transitoria de los residuos a efectos de garantizar la prestación del servicio en Popayán; eso es lo que está establecido”.

Sin embargo, la empresa no “contaba” con la sanción de la CRC, y verse en la obligación de depositar las basuras en otro lugar, y tampoco preveía que en Yotoco no se las recibirían; por lo que, además de esperar la recolección de los residuos por toda la ciudad, los payaneses, quienes pagan mensualmente por su tarifa de aseo, esperan se le dé solución pronto a esta problemática que tiene ad portas de una crisis sanitaria a la ciudad.

Lo que se quiere evitar

De acuerdo a la información que hay en el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos – PGIRS 2016 – 2027, el relleno sanitario Los Picachos tiene una vida útil de 30 años, sin embargo las peticiones que se han hecho desde 2014 por parte de la comunidad y los requerimientos de la autoridad ambiental buscan evitar lo sucedido con el antiguo relleno sanitario El Ojito.

El Ojito, terminó su vida útil el 6 de abril de 2013 mediante la resolución 2212 de 2012, como no se encontró un terreno óptimo para las basuras, se le otorgó una licencia temporal de cuatro meses, más una prórroga de igual tiempo. Con este aval, Serviaseo dispuso de El Ojito hasta enero de 2014, pero la prórroga le fue cancelada y ordenaron cerrar el relleno sanitario el 2 de septiembre de 2013.

Sin embargo, Serviaseo mediante un estudio de competitividad y capacidad del suelo, logró ampliar la utilidad del relleno por 12 meses más. Debido a la extralimitación del terreno de la que el antiguo relleno sanitario fue objeto, el daño en el suelo resultó bastante grave.