Aforismos y violondrinas (4)

VÍCTOR PAZ OTERO

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1. Los espejos no le conceden profundidad a nadie pero si le pueden agregar mucha malignidad.
2. Creo que todo ser humano debe proponerse conquistar el infinito que se merece.
3. El ser que amamos tiene que encarnar la transparencia del mundo.
4. Que estupidez no haber sido felices sabiendo que un día moriremos.
5. Para merecer la lucidez hay que perder la razón.
6. El mito es la prosa con la cual escriben los dioses.
7. La distancia que nos separa de nosotros mismos es la que casi nunca recorremos.
8. Los médicos son un tanto ingenuos cuando imaginan que la muerte es el cadáver.
9. La muerte no es probable. Siempre es posible.

Le interesa leer… ‘Aforismos y violondrinas (3)’

• ¿Si la piedra se llamara rosa sería rosa la piedra?
• Regala más libertad no saber lo que se quiere que saberlo.
• Es extraño aquello de que siempre estamos muriendo pero nunca estamos muertos.
• Me tiene totalmente sin cuidado saber que dos y dos sean cuatro.
• El lenguaje es el que hace existir las cosas que no existen.
• Pregunta interesante es aquella que no tiene respuesta.
• La enfermedad es un intento de la muerte por enamorarse de la vida.
• El sonido más profundo es el que se engendra en el silencio.
• Lo que es inexplicable no necesariamente es incomprensible.
• A muchas mujeres más que el alma las inquieta el almanaque.
• Cuando estudio la historia siempre me asalta el deseo de desinfectarla.
• El tiempo es una ficción. Pero una ficción que nos devora.
• ¿Somos tiempo que se transforma en vida o vida que se disuelve en tiempo?
• Si al sonido de tu nombre si se expresa en el sentido de tu alma.
• Solo el arte mitiga el hedor de la historia.
• Es imperativo conquistar la interioridad para soportar un mundo habitado por la miseria y el vacío.
• Goya Vislumbró el futuro: El sueño de la razón produce monstruos.
• Sería bueno implorar el retorno de los dioses para sustituir la trivialidad de los fetiches.
• Ahora que todo tiene precio parece que todo ha perdido su valor.
• El ser racional ha sacrificado al ser espiritual. De ahí la indigencia del ser humano contemporáneo.
• El superhombre que pudiese surgir de la sociedad tecnocrática solo podría ser un robot.
• La barbarie tecnocrática que posibilitó la razón ha configurado la sociedad y el infierno irracional que ahora prevalece.
• La cultura contemporánea es una avasallante y mezquina “utopía de lo inmediato” donde la felicidad ha sido suplantada por la comodidad.
• ¿Y en estos tiempos que grandes motivos puede ofrecer la historia para dignificar la vida?
• La poesía como el amor también tienen verdades que la razón no comprende.
• No al sonido de tu nombre cuando no expresa el sentido de tu alma.
• La angustia suele ser una realidad más contundente que la vida.
• El mundo y el hombre naufragan entre el universo de las cosas. Pero la respuesta es hacer y tener más cosas.
• Solo hay un instante que perdura siempre: Aquel donde fuimos lo que somos.
• Arrancarle las palabras al lenguaje para que vayan más allá de su sentido.
• Cuando no se tiene nada que decir lo mejor es decirlo.
• Solo los seres que han amado al morir dejan de ser materia para transformarse en luz.