LUCY AMPARO BASTIDAS PASSOS
Unicauca cumplirá 200 años en 2027. Siempre con Rectores varones. El 6 de abril de 2022 se elegirá para el período 2022-2027 a otro Rector, ¿o Rectora?, ¿será varón o se romperá el patriarcado de 200 años? Un cambio resultaría acorde con tiempos en que la mujer se ha formado y ha comprendido sus derechos y deberes en la sociedad. No es cambiar en la Rectoría con una mujer por ser mujer, no. Tiene que ser una Rectora con talento, que haya demostrado logros en lo administrativo, en ejecuciones, en lo cultural, en humanismo y liderazgo. La candidata es: Paloma Muñoz.
Y no es que los tres candidatos varones que se presentan no tengan méritos. Los tienen. A dos los conozco y son buenos candidatos. Pero Unicauca puede mostrar antes de cumplir 200 años, que cree en la mujer, mujer que ha formado la misma universidad, como Paloma Muñoz. Vinculada desde hace 23 años a Unicauca. Licenciada en Música, Especialista en Gerencia y Gestión Cultural, Magister en Educación y Desarrollo Humano, y Doctora en Antropología. Es profesora, y ha sido Vice Rectora y Rectora encargada, entre otros cargos.
Paloma además pinta sus cuadros, escribe con pinceladas los violines negros del Patía, canta, toca la guitarra y borda ajuares de colores. Es hora de que el Alma Mater, también goce del color y la luz de una mujer como ella, seguros de que sabrá ungir el Alma de Unicauca con la misma luz y sabiduría que lo hace en su arte.
En el paisaje masculino de candidatos, Paloma surge con su risa y sus ropas amarillas, verdes, rojas, como símbolo de poder y atrevimiento. Emerge con voz propia y presencia femenina poderosa, que promueve equipo con las y los jóvenes, con experimentados maestros y maestras de visión amplia y moderna, que darán el ethos, la identidad que exige una educación contemporánea.
Ella conserva tradiciones al tiempo que es original, ofreciendo cosas nuevas. Propone: “Una universidad bicentenaria por la educación, ciencia, cultura y región”. Que lo traduce entre otros, en investigación con proyectos transversales formativos, que transiten a la reconstrucción del tejido social y la equidad de saberes colectivos.
Hay un desafío educativo, continúa Paloma, “para ponernos de acuerdo y que lleguemos a un nivel en el que tengamos la capacidad de transformar la vida”… “¿Hacemos investigación solo para responder a parámetros asignados? ¿O nos importa la inequidad social en la región o problemas de violencia, entre tantos? Lo anterior considerando que los índices educativos en el Cauca son los más bajos del país, con tasas de analfabetismo del 12.1%, remontadas en la Costa Pacífica caucana al 39%”, concluye.
Unicauca está integrada entre profesores, administrativos y estudiantes por 18.510 personas aproximadamente. Elegir a Paloma sería un acto de alta carga simbólica como reconocimiento además a la casi mitad de mujeres que componen los 18.510 integrantes de Unicauca, y que han sido artífices junto a los varones de su calificación de alta calidad. Es hora de que el Alma Mater despeje la sombra que no permite ver a mujeres valiosas para dirigir su destino, como lo hacen otras Rectoras en universidades colombianas. Sería muy significativo para la sociedad entera, que caiga esa barrera de privilegio masculino en la Rectoría, y que sea una mujer talentosa quien regente el bicentenario de su fundación. Aún más cuando Paloma quiere posicionarla como Universidad Nacional conforme a la Ley 65 de 1964 que le otorgó tal distinción.
Paloma encaja en lo que dice la escritora Irene Vallejo: las mujeres a lo largo de la historia, a la vez que piensan: tejen alegrías, bordan tradiciones, zurcen problemas, tiñen de colores la monotonía… asimismo, los viejos mitos hablan de la tela de Penélope, el hilo de Ariadna, del tapiz mágico de Sherezade…Sin embargo como dice Irene, en 2000 años las cuidadoras del conocimiento en los libros: las bibliotecarias, fueron las grandes olvidadas. Ahora, como heredera de las mujeres que en 200 años han sido olvidadas en Unicauca para la Rectoría, vuela la magia de Paloma.