Desde que inició el paro, muchos conductores de camiones han tenido que dejar guardado su vehículo, porque no hay tránsito intermunicipal porque el bloqueo en las vías se los impide. Por ello, cuando hay corredor humanitario es la oportunidad para volver a las labores. Así nos lo contó un conductor de camión, quien salió el jueves 20 de mayo a las cuatro de la mañana rumbo a Cali y pudo retornar con su carga el mismo 20 a media noche.
“En días normales, uno puede ir varias veces a Cali a cargar, dependiendo de la carga, pero con el paro y todas las barricadas y la cantidad de vehículos represados que hay, ya es ganancia poder volver el mismo día”, indicó el conductor, quine prefirió reservarse su nombre.
El corre corre empezó el día anterior, alistar el carro, papeles, gasolina y ayudante y la jornada del día 20 empezó antes de las cuatro de la mañana.
“Había que madrugar para ir a sacar el carro, pero antes mi esposa me empacó el fiambre, porque como están las cosas no es posible encontrar comida en el camino y si hay es muy poca o muy cara, por eso el arroz con atún en el vianda y café en el termo, salieron conmigo en una maleta, con una chaqueta, una cobija pequeña por si había que dormir en el camino, pero con tanto trajín, poder comer tranquilamente fue un problema, y dormir ni pensarlo”.
Las largas colas fueron solo un pequeño problema para este conductor, en comparación de los bloqueos que había que esquivar.
“Las vías están llenas de palos, piedras, llantas, y una cantidad de cosas, que solo fueron orilladas en el camino. El carro en el que yo ando es grande, pero no tanto en comparación a las tractomulas. Yo creo que desde el aire se puede ver los malabares que hay que hacer para pasar sin ir a dañar los carros o sin que se dañe la carga, eso sumado a que en una gran mayoría toca decir para dónde va, qué lleva, qué va a traer. Pasado el mediodía llegué a Cali”.
La salida de Popayán ya fue difícil en esos términos, ahora el ingreso a Cali y el regreso, fueron más agotadores.
“La seguridad es un tema que nos preocupa a la hora de viajar a traer carga, porque con la situación actual, la inseguridad se ha aumentado. Y el miedo es siempre que le salgan a uno a robarle o dañarle el carrito, la herramienta de trabajo que uno tiene. En Cali tocó voltear bastante, la dueña de la mercancía contaba que iba a encontrar con todo en un solo lugar, pero no, me tocó voltear y una vez cargado el carro, a buscar punto de regreso”.
A pesar de ser un corredor humanitario, los conductores no tienen garantías y sus vehículos son asaltados.
“De regreso en un bloqueo no nos querían dejar pasar, nos tocó echar reversa y meternos por los Ingenios, en uno de ellos nos dejaron pasar pagando en uno de los lados y dada la urgencia toca. Nos daba miedo, porque me han dicho que a algunos conductores los han golpeado y les han dañado los carros por buscar caminos alternos, pero por fortuna al ser corredor humanitario, no nos encontramos con nadie que nos amenazara, eso si nos pasamos en caravana un grupo grande de vehículos”.
El cansancio de pasar muchas horas sentados en los vehículos y lo lento del recorrido, hace que se vuelva desgastante tomar parte del corredor.
“En Santander y en Piendamó es donde más tiempo pase parado. Es que las colas son largas por un solo carril, uno de ida y uno de regreso a paso lento. Llegue a medianoche a casa, agradecido con Dios por haber podido regresar. Durante el día de ayer descargamos mercancía y bueno, ya hay dinero para comprar mercado y las cosas más necesarias para la familia y la casa”.
El corredor humanitario irá hasta el día domingo, donde cientos de conductores aprovecharan para generar ingresos con estos vehículos de carga.