Transición a la colombiana

RODRIGO SOLARTE

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Veintinueve (29) de mayo de 2022, año, fecha y día que pasarán a la historia colombiana y América Latina de este siglo XXI. Punto de llegada transitorio hacia el progreso laborioso y esperanzador de un pueblo, que ha de continuar escribiéndola en campos y ciudades.

Las polarizaciones en tiempos de la lucha armada, reeditada hoy por diferentes intereses de los financiadores y ejecutores, continúan difundiendo el MIEDO AL CAMBIO y asesinando lideresas y líderes, tanto sociales como ambientales, y acogidos al Acuerdo de paz, a sabiendas que el PACTO HISTORICO con todas y todos para HUMANIZARNOS como sociedad, no les convendrá, por la rebeldía, principalmente juvenil y tantas más, que también irán despertando del engaño esclavizador al que han sido sometidos por la pobreza.

Quienes hemos llegado a la mayoría de edad, somos testigo de los flujos, reflujos y transiciones como esta de las últimas décadas. No todos son conscientes de ello, e incluso contrarios a los propósitos que desde 1991 con la Constitución política, y 2016 con los Acuerdos de La Habana, dieron prevalencia al diálogo y dejación de las armas para dar importancia a la historia de nuestras confrontaciones y propiciar medios humanos, civilizados con el fin de encontrar soluciones a corto, mediano y largo tiempo.

En las transiciones no habría cambios abruptos o violentos. Tratándose de SERES HUMANOS, genéticamente iguales pero diferenciados a través de la historia en clases o estratos sociales, como individuos también han vivido o están viviendo transiciones, pues todos aspiramos a mejorar las condiciones de vida, tanto material como espiritual.

El CAPITAL o dinero ha sido el valor clasificatorio, llegando hasta la mercantilización de la vida. Se originó entonces, otro tipo de esclavización de conciencias y dominio de voluntades, centradas en la cantidad del tener o no tener trabajo y dinero para comprar, más en las ciudades, y en el campo, tener o no tener donde cultivar para consumir, y vender algo para la compra de elementos procesados por los trabajadores de la industria.

 Entiéndase cómo la concentración de la tierra y el dinero en pocas personas, llegó históricamente a la conformación de las élites actuales en los diferentes continentes y países, así como las luchas de las grandes mayorías poblacionales para mejorar las condiciones económicas y propiedades, a la tierra, techo y trabajo, como ejemplos.

El despertar ciudadano a estos conocimientos partiendo de la propia experiencia individual, familiar, grupal y social, ha gestado líderes, lideresas y procesos de transición colectiva organizados, sin temores, decididos a la consecución del poder político, democráticamente, esto es, a través del voto ciudadano.

Quienes aprendimos a ver procesos individuales como el crecimiento y desarrollo integral de niñas y niños en los diferentes contextos, regiones y culturas, ampliándolos luego a las familias y condiciones de vida, entendemos y asimilamos lo estructural de los malos, regulares o mejores tratos que los adultos damos, comenzando en las familias, escuelas, demás instituciones y nosotros mismos como seres humanos.

Esta transición marcada por las elecciones para escoger presidente y vicepresidenta, es la convergencia de procesos sociales, populares, comunitarios, artísticos, culturales, económicos, científicos y políticos, no homogéneos como en cualquier otro país, en tiempos de crisis del globalismo Neoliberal, saturación de desechos e intoxicación del planeta tierra como consecuencia de ese sistema predominantemente mercantil y consumista sin prevenciones para PROTEGER LA VIDA HUMANA y de otras especies.

Lo global compromete a todos de alguna manera, y los países con sus procesos diversos, buscan corregir, mantener lo que sus comunidades consideren adecuado, mejorando lo funcional, o CAMBIAR progresivamente las peores consecuencias.

Es el PACTO HISTORICO a la colombiana que elegiremos con nuestro voto el 29 de mayo de 2022.

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