Por Alexander Paloma Reportero Gráfico El Nuevo Liberal
El trabajo, la falta de recursos, la angustia, las responsabilidades familiares, el pago de arriendo, los recibos de servicios, las deudas adquiridas, el exceso de confianza, la rebeldía, el inconformismo, la alegría, el festejo y otras palabras más pueden resumir las emociones, necesidades y acciones de las personas en las últimas semanas.
No se puede impedir sentir en medio de la pandemia, los seres humanos como seres reflexivos tienen emociones que fueron inculcadas durante su crecimiento en un contexto cultural, las tradiciones son más fuertes, máxime si las sociedades adquirieron conductas arraigadas durante varias generaciones que luego se convirtieron en importantes e inaplazables.
No se pudo dejar para después la alegría de compartir, de festejar, algo tenía que pasar, algunas fechas no podían pasar como si nada; el 2020 que deja marcada la vida de esta generación, el cambio de año fue la oportunidad perfecta para quitarse la mala racha que representó para muchos el año pasado, el problema es que eso conllevó a que todo se complicara más.