POR: EFRAÍN PIAMBA GÓMEZ
Este ilustre músico y compositor nació en Bolívar, Cauca. Sus estudios primarios como secundarios los realizó en su tierra natal. Finalizando la década de los 30, del siglo inmediatamente anterior, ingresa a la Banda de músicos Nuestra Señora de Lourdes; esta agrupación pertenecía a la parroquia Santísima Trinidad, de Bolívar. El párroco, Monseñor Gustavo Vallecilla Dueñas, oficiaba como director general, por su parte, el músico nariñense Pedro Antonio García, por aquella época, era el director musical.
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Comenzando la década de los 50 viajó a la ciudad de Cali, en esta capital, tiene la oportunidad de enriquecer sus destrezas en el arte musical, ingresa al Conservatorio Antonio María Valencia y obtiene el título de especialista en la ejecución del saxo y clarinete.
Una vez culminados sus estudios, se traslada a la capital de la República. Bogotá se convirtió en su fortín musical, hizo parte de grandes orquestas y conjuntos que deleitaba a los “rolos”, propios y adoptivos, de la urbe Santafereña. Promediando los años 60, se trasladó de nuevo a la “sucursal del Cielo”. En la capital del Valle, continúo con su trabajo armónico que le trajo muchas satisfacciones de índole personal y profesional.
El instrumentista y arreglista Luis Carlos Erazo, en una de sus pocas visitas a su terruño entre los años 80 y 90, en casa de su hermana Tulia Erazo, además de deleitar a la familia con las notas armoniosas de su clarinete, adecuaba las partituras de sus innumerables trabajos inéditos, entre ellos un himno a Bolívar, el pueblo que lo vio nacer. El maestro de la polifonía se jactaba, con modestia, al exhibir recortes de prensa y de revistas de farándula, de los lugares donde había animado fiestas y reuniones sociales con los diferentes grupos orquestales que lo tenían en su nómina titular. En esa residencia familiar, entregó algunos detalles de su carrera profesional que se expresa a continuación:
La ciudad de Bogotá la consideró como el punto de partida de su trayectoria musical, a inicios de los 50, del siglo pasado, dirigió la Banda Nacional de Músicos. En esta ciudad conoció al arreglista y compositor argentino Américo Belloto Varoni, quien lo integró a su orquesta ‘DON AMÉRICO Y SUS CARIBES’. Con esta agrupación grabaron para la disquera Odeón y, en diversas presentaciones acompañaron a boleristas de fama internacional como: Leo Marini, Hugo Romani, Marión Inclán, Fernando Torres, Gregorio Barrios, Alfonso Ortiz Tirado, Genaro Salinas, Fernando Albuerne, entre otros.
El hijo del municipio El Carmen de Bolívar, Luis Eduardo Bermúdez Acosta, llamó al músico caucano para que sirviera en la agrupación de Lucho Bermúdez. Con él, interpretaron alegres ritmos de la costa norte de Colombia.
En esa misma época, se relacionó con el músico bogotano Alex Tovar García quien, según el maestro Luis Carlos Erazo, era un gran artista pero muy bohemio y no disponía de buenos recursos económicos. Para pagarle una deuda al empresario Antioqueño Francisco Echeverry, lo acompañó en la grabación del disco Pachito E’ Ché. Tiempo después, este tema sirvió de parodia para el himno del Club Deportivo Cali.
A la fría capital llegó el calor del folclor del Pacífico colombiano, lo trajo Segundo Leonidas Castillo Garcés conocido como ‘Caballito’, un canta autor nacido en Tumaco. El instrumentalista bolivarense lo acompañó en varias presentaciones haciendo el solo de clarinete en los temas fiesteros de fin de año, ‘La muy indigna’ y ‘La mujer de Roberto’.
En la agrupación del tulueño Edmundo Arias Valencia, un músico y compositor de cumbias, gaitas, porros, fox y boleros, el artista bolsiverde, hizo parte de su orquesta.
En la ciudad de Cali, fue director de la Banda de Músicos de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez. En 1971 con ocasión de los VI Juegos Panamericanos, en los actos protocolarios, adoptó algunos temas del folclor nacional que se estrenaron en los desfiles militares. Cadetes y Alféreces de la FAC, marcharon al ritmo de la ‘Piragua’, ‘Mi Cali Bella’, entre otros.
Con una orquesta de base, a inicios de los 70, en la capital del Valle del Cauca, acompañó una presentación del artista venezolano José Luis Rodríguez ‘El Puma’.
Al cumplir su ciclo en la FAC, obtiene la pensión y organiza sus propias agrupaciones, entre ellas, una “papayera” que deleitaba a los visitantes al Centro Comercial la 14 del barrio Calima, al norte de Cali.
Sus familiares con residencia en Cali y en otras ciudades del país, conservan como reliquia artística sus documentos, registros fotográficos, partituras, composiciones, menciones y reconocimientos. Esos archivos los estaremos compartiendo en otra oportunidad.
Para recordar, en una visita fugaz que realizó el maestro Luis Carlos a su terruño, tuvo la oportunidad de intercambiar experiencias con otro avezado del clarinete, su coterráneo, Arturo Daza Zúñiga.
En otra oportunidad, asistió a una versión de los tradicionales carnavales y, con algunos familiares y amigos conformaron un conjunto que animó el desfile de carrozas.
A comienzos de este milenio, el maestro Luis Carlos Erazo Samboni,
Ingresa al coro celestial dejando un legado a las nuevas generaciones: trabajo, constancia y sacrificio, pues esta rama de las bellas artes, implica amor a la música que lleva implícito el aprendizaje teórico-práctico.