CARLOS E. CAÑAR SARRIA
Primera. Se veía llegar. A esta altura de la campaña presidencial, continúa la campaña de desprestigio contra Gustavo Petro, el más serio aspirante de llegar a la Casa de Nariño. Algunos medios, lejos de ser imparciales, entrevistan y publicitan personajes con posturas desesperadas, improperios por todos lados, gritos destemplados tratando de hacer eco en los potenciales electores, por si acaso logran milagrosamente su cometido. Hasta personajes de la farándula despotricando de Petro, que saben más de gastronomía, que de política; piensan y opinan barbaridades, creyendo equivocadamente, que pueden persuadir a incautos electores, cuando la verdad es que sólo producen risa. Lo mismo sucede con la utilización de las redes sociales, donde personajillos, sin ningún rigor científico, crean encuestas y hacen predicciones, pero sólo demuestran ignorancia y ordinariez.
La verdad es que toda empresa de importancia tiene sus enemigos y detractores. De ello son conscientes Petro y sus millones de seguidores, quienes no se amilanan; por el contrario, continúan erguidos con la exposición de programas y propuestas, como argumentos válidos en la aspiración presidencial.
Sobre las fórmulas vicepresidenciales, hasta el momento conocidas, Francia Márquez, funge como inquebrantable, desdibuja a sus contendores, a quienes les falta el carisma y la trascendencia nacional e internacional, ganadora de un premio ambientalista a nivel de los premios Nobel.
Segunda. Definitivamente, el Partido Liberal en manos del ex presidente César Gaviria está tocando fondo. Su decisión de suspender los diálogos con el Pacto Histórico, en los intentos de una posible adhesión para la próxima contienda presidencial es cuestionable; lo cual no deja de demostrar que lo que queda de esta agrupación política sólo le es posible sobrevivir a punta de politiquería y clientelismo, en donde no han sido ajenos los apetitos personales de Gaviria. Por eso se espera, que Gaviria recapacite, o en su defecto, congresistas de esa colectividad den el salto al Pacto Histórico como ya lo han hecho importantes miembros, como el senador Luis Fernando Velasco Chaves, quien ha tenido el carácter de ser crítico del papel político del liberalismo,
que sin renunciar al Partido Liberal y a los principios liberales, apoya con ahínco a Gustavo Petro.
Gaviria no puede ser el único que decida y que, no obstante, congresistas que se dicen liberales, lo obedezcan ciegamente. Es lamentable, que el Partido Liberal, en el pasado con periodos hegemónicos, encaminando al país por los caminos de la modernización y la modernidad, hace inconcebible que en los últimos años, venga aliándose a los sectores más retardatarios de la sociedad colombiana, lo cual contrasta con los ejes programáticos y la fundamentación filosófica que en el pasado hizo del liberalismo un partido histórico, época que hoy recordamos con nostalgia, quienes hemos sido partidarios de las ideas liberales.
La fundamentación filosófica y programática liberal relacionadas con el Pacto Histórico, encuentran más semejanzas que diferencias; por eso insistimos en que lo más cercano al liberalismo es la izquierda democrática y viceversa.
Tercera. Rodrigo Lara Sánchez , fórmula vicepresidencial de Fico, comienza la campaña con un discurso de unidad nacional, según su criterio, por encima de los partidos, sin odios, es decir, todo lo contrario de lo que caracteriza a Fico; a no ser, que ya bien aconsejado, éste le merme el tono a su agresividad y se dedique a exponer programas y propuestas novedosas y atractivas a un electorado que pide a gritos verdaderos cambios, algo muy difícil, porque el país ya sabe que es un riesgo votar por Fico, porque implicaría la prolongación del uribismo y de Duque, convertido en el sepulturero de su partido, el Centro Democrático, en decadencia por el mal gobierno, por la carencia de legitimidad registrada en las encuestas, por el inconformismo generalizado y por los resultados electorales de la pasada jornada del pasado 13 de marzo.
Cuarta. Sergio Fajardo cuya candidatura no emociona, no porque no sea un personaje interesante en la política nacional, sino porque sus posturas tibias del pasado le pasan una cuenta de cobro onerosa en la actualidad; ahora que comienza hablar más claro y contundente pocos le creen, algo inmerecido; si lo comparamos con Fico, Fajardo es mejor candidato para enfrentar a Petro.
Rodolfo Hernández insiste en no recurrir a alianzas, pues afirma que interesa el pueblo como único aliado y continúa en campaña con argumentos y con optimismo. Al observarlo y escucharlo con atención puede dar sorpresas, tiene un tono tajante que a muchos gusta.
Quinta. Quienes por ignorancia o mala intención no consideran consecuente el apoyo del senador caucano, Temístocles Ortega Narváez al Pacto Histórico, están bien equivocados. El senador Ortega en 2018 respaldó a Gustavo Petro en su aspiración presidencial. Y así Ortega no haya sido reelegido en las pasadas elecciones legislativas, el apoyo al Pacto Histórico es valioso, muchas personas le dan la bienvenida al senador Ortega Narváez al Pacto Histórico.