Profesionales y comunidad trabajan en proyecto de agricultura urbana

07:07 pm 30-abril

Con la actual problemática, principalmente para las personas vulnerables del municipio de Popayán, un grupo de profesionales egresados de la Universidad del Cauca trabaja en un proyecto de agricultura orgánica urbana a mediano plazo, mientras avanzan, realizan ayuda humanitaria a personas más necesitadas.

Es un grupo de ingenieros agropecuarios, biólogos, técnicos ambientales, qué tienen experiencia en agricultura urbana, orgánica y regenerativa, además del trabajo comunitario. El Nuevo Liberal habló con Doricel Osorio, una de las profesionales que impulsa esta iniciativa, dice que “con el ánimo de que el trabajo se replique en toda la zona urbana, se empezó el proceso comunitario utilizando un terreno que es del municipio de Popayán y de la comunidad, destinado a un proyecto de tipo deportivo (complejo de campos deportivos y demás espacios de entretenimiento) y por ello, el proyecto tiene en ese lugar un carácter temporal”.

Pero mientras sigue la emergencia humanitaria y sanitaria, se acordó con la Junta de acción comunal del barrio la Paz, el desarrollo de esta actividad productiva de carácter comunitario. No obstante, la aspiración es darle continuidad al proceso en el tiempo, buscando -en su momento- obtener otros espacios, así como el desarrollo de la agricultura urbana en patios, solares, terrazas u otros lugares de las casas.

En la coyuntura, este proyecto está enfocado en el carácter humanitario mediante “la recolección de alimentos para ayudar a familias que ya han sacado los ‘trapos rojos’ (no tienen comida), y además, la organización de una ‘olla comunitaria’ para alimentar a quienes asisten al trabajo diario y ofrecer un plato de comida a algunos adultos mayores en circunstancias de abandono o soledad que requieren de nuestra solidaridad”.

Simultáneamente, se promueve entre la población la práctica de la agricultura urbana orgánica (individual y colectiva) con cultivos de rápido crecimiento como leguminosas y hortalizas, dentro de un proceso de construcción de economías colaborativas y regenerativas.

“Se busca que la gente aprenda a cultivar sus alimentos en los espacios con los que cuente, respetando el medio ambiente, flora y fauna, evitando el uso de insumos externos agroquímicos, enseñarles las diferentes prácticas de agricultura que existen para recuperar los suelos, mirando la tierra como un ser vivo y cuando hablamos de regeneración no solo hablamos del suelo o del medio ambiente sino de nosotros como sociedad”, explica Osorio.

Asimismo, el grupo de profesionales busca incentivar un proceso de organización comunitaria permanente, amplia, incluyente y de ayuda recíproca.  Desarrollar actividades de educación sanitaria en medio de la pandemia Covid-19, con acento en la prevención y la práctica sistemática del distanciamiento social y, si es necesario, abordar las cuarentenas de una forma consciente y organizada, cuando las circunstancias generales de expansión del virus Sars-CoV-2, obliguen a la sociedad y a los gobiernos a decretarlas y ordenarlas.

 

Los primeros resultados

Hoy por hoy, buscan el apoyo de todas las personas e instituciones que puedan difundir este proceso a fin de fortalecerlo tanto en lo organizativo, teórico, técnico, material y económico,  y contribuir  para que dicho esfuerzo se mantenga en el tiempo y se convierta en un ejemplo de la búsqueda de alternativas diferentes “al espíritu mendicante y dependiente que el Estado promueve entre los pobladores que han sufrido desplazamiento por efecto de la violencia o que viven en circunstancias de exclusión, injusticia e inequidad social y económica por causas estructurales del sistema económico y social predominante”.

En ese sentido, se ha recurrido al apoyo de la misma población vecina y se ha obtenido una primera colaboración con 30 mercados de la Cooperativa del Sur del Cauca Cosurca (organización campesina del sur del departamento del Cauca). Dichos mercados se están entregando en el terreno de trabajo.

Según Doricel, cada vez ven el interés de las personas, y las ganas  por aprender para replicarlos en sus espacios. La gente se va enterando poco a poco, y ve que están en esa construcción, en este momento estamos en la preparación del terreno que es la parte más difícil. “Limpiar el terreno, acondicionarlo, buscar mano de obra, le estamos metiendo las ganas y seguimos llamando a la comunidad”.

El martes un grupo de mujeres en su mayoría cabezas de familia, les interesó el proyecto e iniciaron con su apoyo en el terreno, motivadas porque quieren que esto haga parte de su vida, para su familia, aprender a comer sano, a saber de dónde vienen los alimentos, cómo cultivarlos.