El proyecto Esperanza Sin Fronteras, busca mejorar la protección de la niñez y las condiciones de alojamiento de los migrantes venezolanos más vulnerables, bajo la dirección de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado de los Estados Unidos (PRM) y World Vision.
En las rutas con destino al interior de Colombia, a diario se sigue presenciando el tránsito de población desplazada y migrante que va en búsqueda de una oportunidad para ellos y sus familias. Donde cientos de los caminantes tienen a cargo menores de edad entre los 0 a 5 años, como lo indica un informe de monitoreo realizado por World Vision, y donde registra que el 19% son niñas y un 31% son niños que transitan las vías entre Cali e Ipiales.
Infantes que viven en situación de emergencia por los riesgos de sufrir algún daño como explotación, abuso, negligencia y/o violencia, acorde lo reportado por el Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos (GIFMM). Todo esto en el contexto por el anhelo de sus familias para encontrar una mejor calidad de vida. En búsqueda de mitigar los constantes peligros que pueden llegar a dejar secuelas en las niñas, niños y adolescentes migrantes, se creó el proyecto Esperanza Sin Fronteras, que prioriza la protección de los niños caminantes en riesgo, brindándoles acceso a servicios de atención y protección como los Espacios Amigables para la Niñez (EAN). Los cuales cuentan con el apoyo de la Pastoral Social de Pasto e Ipiales, la Alcaldía de Piendamó, la Fundación casa humanitaria SEPAZ, y albergues e instituciones articuladas con el proyecto.