FERNANDO SANTACRUZ CAICEDO
Los resultados de las encuestas señalan, hasta hoy, a Gustavo Petro como el próximo Presidente de Colombia, pese a que no goza de la popularidad de Xiomara Castro –Honduras-, ni de Gabriel Boric –Chile-, políticos de izquierda moderada. Sin embargo, la certeza de los sondeos suele chocarse con la tozudez de los hechos –fraude electoral, escrutinios contraevidentes, dineros sucios, fake news, redes sociales, iglesias, coacción armada, etc.
El furibismo y su “candidato” Zuluaga carecen de perspectivas de triunfo, luego de veinte años de hegemonía. El ultraderechista Equipo Colombia se consolida diariamente sin fraccionamientos visibles, cuenta con el ilegítimo apoyo gubernamental, utiliza la maquinaria partidista tradicional, tiene recursos económicos suficientes y respaldos extralegales –transnacionales y paramilitares. En la enclenque Coalición de la Esperanza sus precandidatos se atropellan mutuamente –Colisión Desesperanzada-, mientras transcurre el tiempo sin articular un programa de gobierno. El Pacto Histórico robustece, desde 2012, su proyecto de país –Colombia Humana- y promueve alianzas non sanctas buscando sumar votos, conducta desviada que le acarrea deserciones y pérdida de sufragios vacilantes que exigen denuncias concluyentes y acciones congruentes, para decidirse. Los demás participantes electorales, son intrascendentes.
Colombia, se ahoga en un mar de espinosos problemas estructurales (estanflación –estancamiento, inflación, desempleo-, déficit fiscal, deuda externa impagable, crecimiento ralentizado, obsolescencia del modelo económico; covid-19, miseria, desigualdad, inmigración descontrolada; desequilibrios regionales, narcotráfico, violencia, cambio climático, etc.) y los precandidatos, despistados, proponen soluciones tangenciales (educación, seguridad, corruptela, etc.), tendentes a conservar el orden económico, las pétreas estructuras clasistas y el stablishment político imperantes. ¡NO les cabe el país en sus “cerebros!
La coalición Pacto Histórico “Colombia Puede”, liderada por Petro, aglutina partidos políticos, movimientos sociales de izquierda y progresistas variopintos: Colombia Humana, Polo Democrático Alternativo, Unión Patriótica, Movimiento Alternativo Indígena y Social, Partido Comunista Colombiano, Comunes, Autoridades Indígenas de Colombia y otras quince agrupaciones que, aliadas con ciertos politiqueros, participarán en la consulta que elegirá al candidato que los represente y compita por la Presidencia de la República. Dos son sus objetivos estratégicos: i) vencer en las elecciones legislativas del 13 de marzo de 2022, logrando 141 curules en el Congreso -55 senadores y 86 representantes-, a fin de impulsar una “Propuesta Alternativa de Gobierno” focalizada en la Justicia Social y la Paz, mediante reformas impulsadas desde el Legislativo. Y, ii) ganar las elecciones presidenciales en primera ronda (29 de mayo de 2022) y/o, subsidiariamente, en segunda vuelta (19 de junio de 2022).
El Programa de Gobierno del Pacto Histórico no está definitivamente estructurado, por tratarse de una elaboración colectiva de las bases de los grupos coligados, pero sus ejes si están claramente establecidos: empleo y productividad; oportunidades económicosociales y existencia digna garantizada; sostenibilidad del medio ambiente y crisis climática; democracia, vida y paz, fundamentos sobre los cuales pretende resolver cuestiones esenciales: reforma rural integral y soberanía alimentaria; soluciones políticas concertadas; saneamiento básico, servicios públicos y vivienda social decorosa; régimen laboral; política externa autónoma y solidaridad latinoamericana-caribeña. Evidentemente, el Ideario Político por excelencia es el promulgado por la coalición Pacto Histórico, porque condensa las más sentidas aspiraciones populares y coloca en posición parigual a mujeres y hombres para realizarlo.
La obsesión de Petro por alcanzar la Presidencia es inocultable. Tiene una dilatada trayectoria política que puede guiarlo en la acertada conducción del Estado colombiano. Debe deshacerse de su pedantería, escuchar y aprender de aquellos que han investigado y planteado soluciones viables a nuestra problemática. Materializar los Convenios de La Habana, generar empleo productivo formal, corregir los yerros del modelo económico aperturista (1990-2022) y reorganizar la institucionalidad, ¡SON LOS BASAMENTOS PARA TRIUNFAR! La Unión Política entre el Pacto Histórico y la Coalición Centro Esperanza, cimentada en los más elevados intereses comunes es posible, si todos sus dirigentes se sacuden el yugo egolátrico de sus prejuicios pequeñoburgueses, si derrotan la “petite polítique”, si aúnan energías y bríos para CONSTRUIR UNA NACIÓN EN PAZ, DESARROLLADA, PODEROSA, GRANDE, JUSTA Y ECUÁNIME.