La alta explotación del camarón munchillá en la costa Pacífica colombiana y la minería ilegal ha afectado la reproducción natural de la especie lo que la mantiene en peligro de extinción. La desaparición de este camarón representaría la pérdida de expresiones culturales propias del Pacífico.
REDACCIÓN EL NUEVO LIBERAL
El munchillá es un camarón de agua dulce de gran importancia económica y comercial en la pesca artesanal en los ríos del Pacífico. Posee un gran tamaño y una buena calidad en su carne. Hace unos 20 años, esta especie era abundante, en el río Guapi, los pescadores con tranquilidad y paciencia conseguían el sustento de su trabajo diario, comercializando en la galería para las diferentes preparaciones en los restaurantes.
Hoy, este camarón se encuentra en peligro de extinción. Dice Teófila Betancourt, cocinera tradicional de Guapi, Cauca, que su escasez se debe a que esta especie se da en corrientes dulces y se alimenta de larvas y todo lo que corre en el río. Cuenta que las aguas del río son su hábitat y que, cuando estas se calientan, están contaminadas o están sufriendo la presencia de elementos que no son propios de ese espacio, el munchillá lo siente.
“La verdad es que ha sido altamente el nivel de escasez de este producto. Es muy poco lo que se consigue, casi nada y es por el alto nivel de contaminación del río. Además, también hay gente que lo está pescando o capturando con prácticas que son muy nocivas para él, no son prácticas tradicionales que permiten capturar lo necesario y dejar que siga la reproducción”, aseguró.
Teófila Betancourt es cocinera tradicional, nació en el municipio de Guapi, Cauca, en la vereda de Sansón. Llegó a ser cocinera tradicional porque desde muy pequeña, su madre la indujo a la práctica. Además, asegura, a ella le gustaba, entonces, jugaba a ser cocinera y de esa forma, en compañía de su abuela, Sofía Piedrahíta, una comadrona y médica tradicional, fue aprendiendo de sus tradiciones. Para ella, la cocina es un arte y una forma de construir nuevas posibilidades.
Betancourt tiene un restaurante llamado: Raíces. Este lugar es un referente de la gastronomía del Pacífico. Desde ahí, hoy crece la incertidumbre porque es cada vez menos que el munchillá se encuentra, lo que podría ocasionar una gran pérdida cultural para esta región caucana.
“La verdad es un producto que nos hace mucha falta y hoy vemos con tristeza que está en vía extinción debido a la alta contaminación que tiene nuestro río por los productos que utilizan en la minería industrial o la minería ilegal, también por la caza o la pesca de manera indiscriminada con aparatejos que no son tradicionales y que son nocivos para él”, comentó la cocinera tradicional.
En ese sentido, un equipo de productores audiovisuales de Popayán, ganadores de la Convocatoria ‘Abre Cámara’ del Ministerio de las Tic, para el Canal TV Rosas, trabajan en una serie documental que busca visibilizar este grave problema ambiental que amenaza la seguridad alimentaria y el trabajo de los lugareños que narran cómo la contaminación generada por la minería ilegal amenaza el camarón de río.
Lo que está sucediendo en la costa Pacífica de Guapi, hará parte de uno de los tres capítulos de 25 minutos de esta serie documental, que se estrenará el próximo año en los canales de interés público a nivel nacional. Aquí, el antropólogo Carlos Humberto Illera, también docente universitario, cocinero e investigador en la antropología de la alimentación, será el protagonista, quien guiará todas las historias.
En el recorrido del proyecto audiovisual los documentalistas se internarán en la vereda Temuey, ubicada a una hora en lancha de la cabecera municipal Guapi, lugar donde los cultivadores de arroz, mostrarán la preparación del arroz con munchillá, un plato emblemático en la cocina ancestral del Pacífico.
Cuenta esta sabedora ancestral, que el munchillá es un camarón de río que se podía coger fácilmente. Dice que se da en las corrientes del río Guapi, el río Napi, el río San Francisco, todos los ríos. Asegura que es muy bueno porque al coger dos o tres munchillá se puede hacer una comida para cinco o diez personas porque tiene una sustancia muy fuerte. Con él se hace caldo, quebrado, encocado, arroz atollado, sudado y, dice, es delicioso en cualquiera de sus presentaciones.
En esa línea se encuentra la Fundación Chiyangua, una organización de base, que apuesta por trabajar por la reivindicación étnica y de género de la mujer afrodescendiente en la costa Pacífica caucana. En este lugar trabajan la recuperación, fortalecimiento y posicionamiento de prácticas y saberes tradicionales desarrollados por mujeres afro que fortalecen la identidad étnica.
“Hoy desde este componente hemos podido abrirnos espacios como lo es la etnoeducación, el trabajo por la erradicación de la violencia basada en género en el marco del conflicto, intrafamiliar, la comunicación como estrategia para la promoción de los derechos humanos y la prevención de la violencia basada en género”, cuenta Betancourt y añade, que también se está trabajando con los habitantes de la región para conservar el munchillá, el camarón de río, amenazado por la falta de políticas de gobierno para su conservación y los efectos mortales de los químicos que deja la minería ilegal en el río Guapi.
Finalmente concluye diciendo que: “si el camarón está en peligro de extinción y se acaba, con él se terminan muchas expresiones culturales que realizamos las mujeres y los hombres alrededor de la cocina tradicional, además, el munchillá también construía vecindad porque la pesca y la recolección se hacía de manera colectiva, había unión y tradición”.