Jugando con candela

Columna de opinión

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Por HAROLD MOSQUERA RIVAS

El asesinato de la joven Valentina Trespalacios, al parecer a manos de su esposo, ha conmocionado al país entero. Refieren las noticias que la joven, a través de las redes sociales, utilizando alguna página cuyo propósito es juntar parejas en cualquier parte del mundo, para constituir relaciones afectivas, consiguió su media naranja, un ciudadano norteamericano, con quien se enamoró de manera virtual y decidieron organizarse para pasar juntos el resto de sus vidas. 

En nuestros tiempos, ya pasados, solo era posible conseguir una pareja a través de la relación y el contacto físico, que permite en el día a día el florecimiento de los sentimientos que sustentan la constitución de una pareja, un hogar y una familia. Pero con el paso de los años y el desarrollo de las tecnologías, se hizo posible que una persona en cualquier lugar del mundo, pudiera conseguir amigos e iniciar relaciones con personas residentes en países lejanos. 

Esta posibilidad ha generado en muchas personas, en especial en países como el nuestro, donde se suele magnificar la posibilidad de cambiar las condiciones de vida si se consigue una pareja norteamericana o europea, que no solo garanticen la posibilidad de trasladarse a vivir con ella en su país y disfrutar del sueño americano o europeo con cómodas condiciones económicas. 

De lo que no se ha creado conciencia en nuestros países, es que si una persona norteamericana o europea, no tiene la capacidad o la posibilidad de conseguir e su entorno habitacional, una pareja con la cual se entienda y pueda organizarse, debe presumirse que estamos ante personas con problemas de convivencia o de relación,  con quienes es casi seguro que las cosas no van a terminar bien, en particular cuando se conoce en la vida real, todos aquellos comportamientos o aberraciones que esa persona tiene y que podrían hacer imposible la convivencia con ellos. 

Las mismas que no es posible percibir o conocer en el ámbito de las redes sociales, por la facilidad que existe para disfrazar las personalidades a través de la virtualidad. Es lamentable que una persona joven, profesional y exitosa como Valentina, por haber decidido jugar con candela, haya terminado perdiendo la vida, en apenas un día de convivencia con su compañero virtual. 

Ahora, una vez capturado el presunto responsable del homicidio, se iniciará un proceso  judicial y mediático, donde el origen gringo del autor y su poder económico, nos van a mostrar versiones en las que el hombre es inocente y debe dársele libertad para que regrese a su país. Los abogados mediáticos se harán presentes para cobrar jugosos honorarios por la defensa del capturado y aparecerán hasta testigos falsos en favor de la inocencia del gringo. 

Es casi seguro que este serán una nueva versión del caso Colmenares, que después de tantos años terminó en nada, con la decisión final de que el muchacho se suicido y todas las personas acusadas eran inocentes. Aunque todo el país cree que lo asesinaron.

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