Columna de opinión
Por Mg. Carlos Horacio Gomez Quintero
La figura de Las Desviaciones Significativas es implantada en el escenario institucional colombiano, a partir del tratamiento que se le otorga a Los Servicios Públicos Domiciliarios, concretamente en lo relacionado con los temas de Facturación y Derechos de Los Usuarios. El Artículo 149 de La Ley 142 de 1994, expresamente preceptúa: “DE LA REVISIÓN PREVIA. Al preparar las facturas, es obligación de las empresas investigar las desviaciones significativas frente a consumos anteriores. Mientras se establece la causa, la factura se hará con base en la de períodos anteriores o en la de suscriptores o usuarios en circunstancias semejantes o mediante aforo individual; y al aclarar la causa de las desviaciones, las diferencias frente a los valores que se cobraron se abonarán o cargarán al suscriptor o usuario, según sea el caso”.
Cuando la situación se refiere al servicio de acueducto, se entiende que las desviaciones significativas son los aumentos o reducciones exageradas o intempestivas del consumo actual de agua, frente al consumo promedio histórico en nuestros hogares o lugares de trabajo, con respecto a los 3 períodos anteriores para facturación bimestral o, 6 períodos periodos anteriores en la facturación mensual. En materia de los consumos de energía eléctrica, se entiende este mismo concepto, bajo las mismas consideraciones y en comparación con el consumo promedio de los últimos 6 períodos de facturación.
Apelo en esta oportunidad a refrescar o dar a conocer tales conceptos, por cuanto es bien sabido y sobre todo profundamente padecido, el incremento desmesurado y arbitrario del costo del servicio de energía que, en El Cauca presta La Compañía Energética de Occidente CEO, el cual crece desmesuradamente cada mes, en abierta oposición a la expectativa creada por El Gobierno Nacional cuando anunció pomposamente, que a partir del anterior mes de Noviembre, las tarifas irían a bajar. Sin querer profundizar en este aspecto vital de la economía familiar, debo señalar en todo caso, que en esta materia particular, comúnmente se presentan vacíos jurídicos y de regulación gubernamental, que potencian las fallas administrativas, técnicas y operativas al interior de las compañías prestadoras de servicios, lo cual provoca cierta inconformidad por parte de los usuarios de las empresas que lo ofrecen, cuando expiden facturas de consumo bastante altas, generando con ello, el fenómeno de las desviaciones significativas, es decir, que el consumo baja o sube excesivamente sin la debida justificación. Este tipo de situaciones, da lugar a comportamientos atípicos, arbitrarios, que en su proceder, conllevan un carácter de ilegalidad, porque atentan contra los ingresos monetarios de la población que busca en los servicios públicos domiciliarios, calidad, eficiencia y eficacia para que se resuelvan problemas por motivos de facturación y economía.
La motivación particular para traer a colación estas necesarias referencias y para soportar el mensaje inmerso en el presente artículo de opinión, es la siguiente: Soy titular del Contrato de Condiciones Uniformes CCU o Producto número 294194653 suscrito por adhesión, para ser suscriptor del servicio público domiciliario de energía eléctrica con La CEO. Durante el período 05/10/2022 a 03/11/2022, se me facturaron 221 Kwh a razón de $861.0800, liquidación que luego de las operaciones adicionales de Contribución por Estrato, ajustes y alumbrado público se totalizó en la suma de $244.100. Para el período 04/12/2022 a 04/01/2023 (un mes después), se me facturaron 232 Kwh a razón de $859.3404, que igualmente, luego de las operaciones de facturación correspondientes cerraron el valor de la factura por $268.100. Asaltado por el razonamiento que aun no entiendo, por cuanto el consumo se incrementó en 11 Kwh, pero el valor por kwh bajó aparentemente en un 0.2%, como diablos puede crecer el valor de la factura en $24.000 en un solo mes, si la simple regla de 3 reporta un incremento solo de $10.000?. Preocupado por lo observado y mirado en la perspectiva de calcular este desfase, multiplicado potencialmente por el número total de suscriptores en El Cauca, obviamente acudí en pos del reclamo requerido y la respuesta, si bien se me ofreció gentilmente por la persona de ventanilla, no pasa de ser un documento que repite hasta el cansancio que la lectura es correcta, que ese es el costo por el servicio prestado, que se han mantenido los promedios y que si encuentro necesario, debo interponer un Recurso de Reposición, por cuanto no hay desviaciones significativas.
Convencido como estoy, de lo inocuo que sería seguir buscando se me diga lo que claramente sé, o, explicaciones al abuso o, respuestas a los enigmas matemáticos de facturación, o razones para entender los galimatías propios del berenjenal de atropellos del Gobierno (Ministerio de Minas) y la misma CEO, he decidido mejor comentar, que en mi concepto y apreciación, definitivamente el tema de Las Desviaciones Significativas, pasó de ser un mero asunto de Los Servicios Públicos Domiciliarios, para convertirse en una de las principales características del mentado Gobierno del Cambio, del cual pareciera tener razón el alocado Embajador en la tierra de Maduro cuando expresa, que hay Presidente pero que no hay Gobierno. Las desviaciones significativas en muchas de las posturas oficiales lanzadas con bombos y platillos, están motivando a un gran sector de la sociedad, incluidos muchísimos de los ciudadanos petroelectores, a reclamar mayor sensatez y aplomo en las narrativas que se expresan, pero que posteriormente deben cambiarse o modificarse por cuanto se dan cuenta que no es posible concretarlas en acciones reales de gobierno y que una cosa es hablar bonito y desabrochadamente en la oposición y otra cosa, muy distinta, es la de asumir responsabilidades del mayor calado para dirigir un Estado que se ocupe de resolver los problemas acumulados de la sociedad, los cuales efectivamente han sido hechura de todos, absolutamente todos, a lo largo de la historia. Lo cierto es que muy poco le aporta a la democracia y al mismo Gobierno, el estar cambiando intempestivamente sus propias decisiones, por cuanto ello resta seriedad y crea espacios para la incertidumbre, la falta de credibilidad y el desconcierto generalizado.
Ejemplos de lo dicho son los siguientes:
- Las declaraciones de La Minminas Vélez y El Mintrasnporte, fueron desviadas significativamente en su mayoría, por cuanto eran fuente de desatinos y contenían posturas que nadie creyó, ni cree. Para muestra, las tarifas de energía eléctrica, los incrementos mensuales en los combustibles y las alzas en los peajes, situaciones todas rechazadas a nivel general.
- La bolsa de leche larga vida pasó de $4700 a $5700 en un mes. Ello equivale a un 21.27% de incremento, bastante desviado significativamente del incremento del salario mínimo concebido como instrumento para conservar el poder adquisitivo. Por el mismo lado, en Popayán, un almuerzo de $10.000, pasó a $13.000 (30% de incremento) y un solo plátano hartón pasó de $1000 a $2000.
- El cese al fuego con El ELN, dentro de la iniciativa de Paz Total, tuvo dos pequeñísimos desvíos significativos: La declaración de que nunca se había hablado de ello y la confirmación de que el proceso está en crisis.
- La relación con las disidencias o FARC activas, también se desvió levemente: 4 militares secuestrados en medio de la tragedia de los deslizamientos en Rosas.
- La terminación de Los Contratos de Prestación de Servicios, se desviaron significativamente hasta aceptar que ello no era fácil y que se requería de mayores argumentos estructurales para concretarlo.
Dejo el tema ahí, para no caer en la triste condición de que se me califique como ardido y/o quemado, sin derecho a plantear mis recursos de argumentación y valoración objetiva de lo que está sucediendo, lo cual debe mejorar, porque al menos faltan 3 años y medio de período. Como ciudadano del común, estaré siempre en la expectativa de que realmente hayan cambios de verdad. Son necesarios sin lugar a dudas. Las motivaciones no se deben desviar.