NUESTRA AGUA FUENTE DE RIQUEZA O POBREZA

Columna de opinión

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Por Sigifredo Turga Ávila

En primer lugar saludo a todos los directivos, trabajadores y columnistas del Nuevo Liberal en estas fiestas de final del año 2022, deseándoles un próspero 2023. 

En 2009, ya vamos para 14 años, publiqué el libro, Agua y Basuras, Responsabilidad Comunitaria, donde reflexionaba sobre las enormes posibilidades que se tenían para el desarrollo empresarial en el Cauca y particularmente para Popayán, como capital del agua, aprovechando las inmensas potencialidades naturales que se tienen alrededor.

Invitábamos a tener una visión solidaria, con y entre los habitantes de la ciudad, preparándose para organizar empresas efectivas con el agua, para de la mano con el estado aportar soluciones, no solo para los caucanos y colombianos sino para muchos otros habitantes del mundo.  

Lo decíamos, puesto que, en el Departamento del Cauca, muy cerca de Popayán, se encuentran algunas de las principales fuentes de agua de importancia no solo para Colombia sino para el mundo, puesto que es aquí donde se asienta el corazón de la Estrella Fluvial Colombiana (Macizo Colombiano). Que se reparten hacia el Rio Amazonas, hacia el Océano Pacífico y hacia el Océano Atlántico 

Entre los recursos naturales de la región se destacan los hídricos, los que encabezan opciones para poder ejercer liderazgo y competitividad, o mejor eficiencia y eficacia empresarial.

Para dar inicio, a bastos emprendimientos empresariales, como ha ocurrido con el petroleo en varias regiones del país, debemos en el Cauca aprovechar esas fortalezas que brinda el agua, corrigiendo la comunidad de la mano con el estado,  ciertas debilidades que se evidencian, comenzando por la contaminación que todos aportamos . 

Es evidente que los habitantes de Popayán aportamos una de los daños principales al agua, a causa de las basuras que emitimos y eso así será mientras no se corrijan los errores cometidos, que cada día crecen por el mal y grave manejo de los residuos orgánicos, inorgánicos y peligrosos.  Ese pésimo manejo se encuentra en cada uno de momentos clave, el domicilio, el sitio de recolección, la movilización, y el relleno sanitario. 

Otra razón de contaminación está en el uso de elementos químicos, en agricultura y ganadería.  

Hablábamos también de lo que ocurre con sus “aguas negras” (aguas residuales) por haberse convertido en vectores peligrosos de contaminación y de daño a la salud pública, al medio ambiente y a la economía local.

Además mostrábamos cómo en el recorrido hacia abajo, las aguas residuales van generando problemas de índole sanitaria y daño a la flora y fauna, que al corregirse se logran nuevos ingresos.

En días pasados preocupó a todos los habitantes de la ciudad el colapso que se presentó por un fuerte aguacero, de aquellos no muy frecuentes, en donde coincidieron diversos factores de daño no naturales y causados por nosotros los humanos, la deforestación, la destrucción de humedales, el bloqueo a las aguas lluvias con elementos ya desechados y tirados donde circulan dichas aguas al llover, la saturación de aguas que fluyen por las alcantarillas brotando hacia la superficie combinadas con aguas pútridas que llegaron a ingresar a sitios habitacionales. 

Entra al debate  el tema referido a la construcción de una PTAR para Popayán, por lo pronto pongo en el análisis que el Instituto SINARA, de la Universidad del Valle, desde hace más de 20 años atrás recomendó construir 5 PTAR. 

Por último, pregunto a la comunidad de Popayán y del Cauca si va a permitir que la dirigencia política y empresarial del Cauca nos conduzca al precipicio como pasa en las islas Fiji, que de su agua se enorgullece una multinacional, vendiéndola al mundo, mientras sus habitantes ruegan para que les dejen alguito. 

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