Millones de viajeros, cientos de accidentes

Editorial

Por: Marco Antonio Valencia Calle

7.600 personas morirían por accidentes en las vías, y tendríamos más de 940.000 lesionados en Colombia este año, según el estimado de la Federación de Aseguradoras Colombianas, Fasecolda.

Un informe del periódico El Tiempo reporta que en el Departamento del Cauca hubo 174 muertos entre enero y agosto del 2021, frente a 187 fallecidos en el mismo lapso del 2022. Un incremento del 7,47 por ciento.

Para no ir más lejos, el fin de semana que pasó, un bus de la empresa Transipiales con 33 pasajeros se accidentó en la vía Panamericana en jurisdicción de Chachagüí, cerca de Mojarras y el puente Aguadas, dejando un saldo de 15 heridos y 20 personas fallecidas. 

Según el Ministerio de Transporte, durante la semana de receso escolar en el país,  se presentaron 221 siniestros viales (reportados y registrados), pero la cifra puede ser más elevada por la falta de reporte de las últimas horas; esto convierte al suroccidente colombiano en la zona con mayor índice de accidentalidad.

Al tiempo, las autoridades indicaron que, a nivel nacional, se expidieron 6.542 comparendos por infracciones tales como no portar la licencia de conducción, conducir motocicletas sin observar las normas de tránsito, no tener la Revisión Técnico Mecánica o el SOAT, entre otras.

Los índices y cifras son preocupantes, tanto para la sociedad civil como para las autoridades de transporte y salud pública, por lo que hay que tomar, en conjunto, las medidas y acciones de prevención de accidentalidad vial que sean necesarias.

Se hace urgente potenciar las campañas de prevención para proteger la vida de las personas en las carreteras de nuestro territorio. Cada accidente es una tragedia familiar y social. Es necesario sancionar sin miramientos a los infractores porque la debilidad en los controles y la aplicación deficiente de la ley nos exponen a todos a ser afectados por un accidente. 

El balance de fallecidos que tenemos es el resultado de la poca gestión de las autoridades, y de la falta de prevención y precaución que mostramos los conductores a la hora de asumir el control de una máquina de transporte. Los accidentes superan las prevenciones.

Como seres humanos que tenemos el privilegio de movilizarnos, ya como pasajeros, ya como transportadores, estamos llamados a cumplir con las normas de tránsito porque las catástrofes viales con muertes son hechos reales que en muchas ocasiones se pueden evitar. Y aquí vale recordar que los peatones también tenemos responsabilidades de cuidado. 

Recomendaciones sencillas que nos pueden salvar la vida son: no exceder los límites de velocidad; no conducir en estado de embriaguez; no adelantar en sitios prohibidos, no realizar maniobras peligrosas en la vía; no utilizar distractores como teléfonos celulares a la hora de conducir, revisar el buen estado del vehículo y realizar pausas activas si los recorridos son largos.

Y aunque la velocidad pueda llegar a ser un increíble generador de adrenalina y de sensaciones de poder, transitar a un ritmo moderado hace que sea mucho más fácil reaccionar a tiempo frente a alguna eventualidad en las carreteras y así reducir drásticamente los índices de los estimados más agoreros.